cáncer colorectal by Rafa Sañudo

Desde que los programas de prevención de cáncer colorrectal se pusieron en marcha hasta 2015 solo 3,8 millones de personas han participado según la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon; esto es apenas un 34 % de la población que debería haber sido incluida. La inclusión en estos programas facilita la detección precoz del cáncer, y en el de colon actuar a tiempo se traduce en que nueve de cada diez tumores se curan.

El de colon es el tumor más frecuente si tenemos en cuenta ambos sexos. En 2012, según datos proporcionados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este mismo año el número de nuevos casos de cáncer colorrectal fue de 32.240. Por sexos, es el segundo más frecuente en la mujer y el tercero en el hombre. Si hablamos de mortalidad, le precede tan solo el de pulmón, con 21.118 muertes ese año frente a las 14.700 correspondientes al cáncer de colon.

Actuar a tiempo

En cáncer de colon, la prevención y la detección precoz son fundamentales. La detección de pólipos y su extracción mediante colonoscopia permiten evitar, con el paso del tiempo, la aparición del cáncer. Por su parte, cuando ya hay cáncer, nueve de cada diez casos se curan si se detectan de manera temprana. Esto es posible gracias a los programas de detección precoz.

El 90 % de los casos de cáncer colorrectal se presenta en personas mayores de 50 años, por eso, los programas de detección precoz, nos explica el doctor Enrique Aranda, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, “se dirigen a población sana, hombres y mujeres de 50 a 69 años de edad y sin antecedentes personales o familiares de cáncer”.

En primer lugar, se realiza un test de detección de sangre oculta en heces que analiza si hay sangre que no se percibe a simple vista. “Actualmente, se emplea el test inmunológico que, a diferencia del que se utilizaba anteriormente, el guayaco, permite diferenciar entre la sangre humana y la sangre animal, que puede estar presente en las heces si la persona ha comido carne”, apunta el doctor Aranda.

El inmunológico es un test que tiene altas tasas de especificidad y sensibilidad, superiores al 90 %. Esto quiere decir que es muy fiable, sin embargo, un resultado negativo solo indica que es poco probable que haya cáncer de colon, pero no es exacto al 100 %. Por ello, se recomienda repetir la prueba cada dos años y consultar al médico si aparecen molestias.

Cuando el resultado es positivo, se aconseja la exploración del intestino mediante colonoscopia. Esta se realiza con sedación y el riesgo de complicaciones es muy reducido. Cabe destacar que un resultado positivo en el test de sangre oculta no se traduce necesariamente en cáncer, de hecho, apenas un pequeño porcentaje de estos pacientes lo presenta, siendo lo más habitual que se trate de pólipos. “La gran ventaja de la colonoscopia -subraya el doctor Aranda- es que permite realizar en un mismo acto la exploración y la extirpación de los pólipos”.

Los programas de cribado a través de una prueba como es la sangre oculta en heces (no molesta, sencilla y barata) cada dos años permiten diagnosticar y tratar lesiones precursoras del cáncer, con lo cual se puede disminuir su incidencia.

Antecedentes

Aunque la mayoría de las personas con cáncer colorrectal no refieren antecedentes familiares de este tipo de cáncer, en uno de cada cinco casos sí hay familiares que han padecido bien la enfermedad. bien pólipos adenomatosos. Por ello, en estas circunstancias es importante advertir al médico de la situación para que este valore la posibilidad de iniciar pruebas de detección precoz antes de haber cumplido los 50 años. Del mismo modo, añade el Dr. Aranda, hay que extremar el seguimiento si se padecen síndromes hereditarios tales como la poliposis familiar o el síndrome de Lynch tipo 1 o tipo 2, ya que este último, por ejemplo, es responsable del 2 al 4 % de todos los cánceres colorrectales.

Signos de alerta

El cáncer de colon suele permanecer asintomático hasta que la enfermedad se encuentra en un estadio avanzado, de ahí la importancia de participar en los programas de detección precoz. Más allá de esto, hay una serie de síntomas ante los que conviene consultar con el especialista:

Sangre en las heces

Cambios en el ritmo de las deposiciones: aparición de diarrea, estreñimiento o alternancia de ambos en personas cuyo ritmo intestinal previo era normal.

Heces más estrechas: se produce porque el tumor está estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces.

Sensación de evacuación incompleta

Dolor abdominal

Obstrucción intestinal: se trata de una situación clínica grave que requiere asistencia médica urgente. Consiste en un estreñimiento prolongado, náuseas, vómitos, dolor abdominal y malestar general.

Cansancio extremo o pérdida de peso sin causa aparente

Detrás de estos síntomas, explican desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), no tiene por qué haber un cáncer y estos pueden deberse a otras enfermedades como hemorroides o trastornos digestivos. No obstante, debe ser el médico quien realice el diagnóstico y decida el tratamiento oportuno.

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