Muchos hemos sentido alguna vez dolor en el cuello. Y es que es una de las dolencias más frecuentes en la sociedad hoy en día. De hecho, se estima que 7 de cada 10 personas sufrirán dolor en las cervicales en algún momento de su vida.

Pasar muchas horas frente al ordenador, las malas posturas o vivir un momento de estrés intenso pueden favorecer la aparición de estas molestias en la zona alta de la espalda. Sin embargo, según los expertos no existen unas causas específicas.

El cuello está formado por una estructura compleja de vértebras, nervios y músculos que protegen el esófago y la laringe. Los músculos de las cervicales están casi siempre tensionados para sostener los cerca de 4 kilos de la cabeza, lo que los hace muy vulnerable a las tensiones, dolores y rigidez.

¿Por qué duele el cuello?

A menudo, el dolor de cervical o cervicalgia no es grave y suele ser resultado de una sobrecarga, un sobresfuerzo de los músculos del cuello o una lesión neuromuscular (como un latigazo). Entre los factores más comunes que pueden propiciar el dolor de cuello encontramos:

  • Mala postura
  • Estrés, tensión o angustia
  • Mantener la cabeza en la misma posición durante muchas horas (hacia arriba o hacia abajo)
  • Dormir con una almohada incorrecta
  • Lesiones o espasmos musculares por un movimiento brusco
  • Padecer otras afecciones médicas como fibromialgia, artritis, osteoporosis, problemas en la columna vertebral

Ahora bien, la experiencia clínica apunta que el dolor cervical suele ser un problema multifactorial, en el que pueden intervenir diferentes causas. “Tener un mayor índice de masa corporal, factores relacionados con la actividad laboral, la falta de actividad física, la flexibilidad articular o de apoyo social parecen estar relacionados con el dolor de cuello”, nos explica Xabat Casado ZumetaFisioterapeuta especializado en Musculoesquelética de la Clínica Atlas de San Sebastián

El estrés y el género influyen

De la misma manera que el sedentarismo y el trabajo de cada uno pueden dar lugar a molestias en el cuello, se cree que el estrés y el hecho de ser mujer son dos factores estrechamente ligados: “La relación entre el estrés, las conductas de miedo-evitación o el catastrofismo, entre otros, se asocian con el dolor de cuello y cobran especial interés en pacientes con dolor crónico”, señala el fisioterapeuta.

Recientes estudios, además, señalan que ningún grupo de edad u ocupación está libre de padecer dolor cervical más o menos crónico. No obstante, parece existir una diferencia en función del sexo que puede repercutir en mayor medida en trastornos físicos: “Las mujeres sufren mayor sobrecarga laboral, mayor discriminación, más estereotipos, aislamiento social, conflicto familia-trabajo… La suma de estos puestos estresantes junto con la posesión de mayores responsabilidades familiares incrementa la probabilidad de padecer dolor cervical”, subraya el experto.

Ejercicios para las cervicales

Antes de empezar a hacer ejercicios que podrían empeorar la situación, Xabat Casado nos recomienda visitar a un fisioterapeuta. Una vez el sanitario nos haya dado el visto bueno, podemos realizar una serie de ejercicios en casa, que nos ayudarán a mejorar el tono muscular y a fortalecer cuello, nuca y la zona alta de la espalda, así como a prevenir y aliviar la cervicalgia recurrente.

  1. Busca un lugar tranquilo, siéntate en una silla, apoya bien la espalda y cierra los ojos
  2. Mueve el cuello lentamente para ambos lados como si estuvieras diciendo “No”
  3. Estira bien los brazos y baja los hombros. Inclina la cabeza a un lado y otro, como si quisieras tocar la oreja con el hombro.
  4. Realiza círculos suaves con la cabeza: empieza con el mentón apuntando hacia el pecho, luego hacia el hombro derecho, tira para atrás y, por último, pasa al hombro izquierdo, completando el círculo. Haz lo mismo para el otro lado.

Lo ideal para prevenir las cervicalgias es mantener una postura correcta en todo momento: la cabeza alineada sobre los hombros y sobre las vértebras cervicales. Debemos evitar en lo posible tener la cabeza adelantada sobre la vertical cuando realizamos cualquier actividad.

“Es importante ser conscientes de que una correcta higiene postural puede mitigar los sobresfuerzos musculares que hacemos en las actividades de la vida diaria”, nos aconseja el sanitario especializado en cervicalgias. Y es que el movimiento consciente y bien hecho es la mejor píldora que existe ante estas situaciones.

 

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