Un cáncer a los 25 años

Si el hombre tiene 1.000 caras, el cáncer, 1.000 impresiones.

Uno siente a través de los cinco sentidos. De lo que saborea, gusto. De lo que sus ojos ven, vista. De lo que escucha, oído. Y de lo que (se) huele, olfato. Todos sabemos que cuando uno pierde un sentido, el resto se potencia. Pero, ¿y qué pasa cuando comienzas a perderlos todos?

Pues bien, el cáncer te los trastoca todos, y todo aquel que ha recibido quimioterapia lo sabe y me entenderá. Por eso, el cáncer es algo así como la enfermedad de las 1.000 impresiones, porque sientes de todo.

Si ahora me preguntas qué siento siendo paciente de cáncer, te diría que no veo las cosas de la misma manera y que eso hace que las saboree de manera diferente, que soy capaz de escuchar de otra forma, como antes no lo hacía, y que ahora tengo más tacto con ciertas cosas con las que antes no lo tenía.

Pero en otras ocasiones, el cáncer me ha hecho sentir otras  muchas cosas.

Una vez, sentí la caricia de la enfermera de mi hospital que, mientras me comunicaban que tenía líquido en un pulmón, que evidenciaba una posible metástasis de mi cáncer de ovario, me agarró bien fuerte la mano para que sintiera algo más que esas duras palabras.

Otras veces, he sentido cómo andando por la calle una amiga avisaba a otra de que se girara para que me viera, simplemente porque llevaba un turbante en la cabeza que tapaba mi alopecia.

Otras veces, he llegado a percibir que con el “qué raro, tan joven y con cáncer” se me cuestionase el hecho de estar enferma de cáncer a mi edad, como si no me fuese propio. Ya no solo es que le pase a otros, sino que además a nosotros, los jóvenes, ‘eso’ que nos ocurre es algo así como de mayores.

Otras veces, sientes la necesidad de cuestionarte el motivo que ha acarreado tener un cáncer, como si un hábito determinado condujese a todo aquello, pero claro, qué mal hábito vas a tener ¡si no has tenido tiempo de vida para tenerlo!

Otras veces, he sentido si en algún momento antes yo ya había notado algo y no había hecho ni caso.

Otra vez, sentí que la situación era completamente irónica cuando en la misma consulta en la que a mujeres de mi edad les dicen que van a traer una vida al mundo, a mí, en cambio, me están diciendo prácticamente que la mía se me va.
También he sentido tener la enfermedad y he pedido perdón por ello.

Como puedes ver, 1.000 impresiones en escasos caracteres. Pero si con una frase tuviera que decir qué se siente teniendo cáncer tan joven, diría que te sientes más TÚ que nunca.

*Colaboradora en la Asociación de Adolescentes y Adultos jóvenes con cáncer (AAA)

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