Trombosis y cáncer Foto by Mika Baumeister on Unsplash

Un 74% de los pacientes con cáncer en España desconoce el elevado  riesgo de sufrir una  trombosis, según un informe llevado a cabo por primera vez en seis países de la Unión Europea por la Coalición Europea de Pacientes con Cáncer (ECPC), la Alianza Europea de Trombosis y Hemostasia (ETHA) y el movimiento Día Mundial de la Trombosis, con el apoyo de LEO Pharma. 

Trombosis y cáncer, ¿cual es la relación? 

La trombosis es la segunda causa de muerte en pacientes con cáncer, por detrás de la progresión de la propia enfermedad. Estos tienen un riesgo entre 4 y 7 veces mayor de sufrir una trombosis que una persona que no padezca esta enfermedad.

Los pacientes oncológicos tienen mayor propensión a sufrir episodios de trombosis nuevos o recurrentes sobre todo mientras están siendo tratados con medicamentos contra el cáncer. Esta enfermedad tiene el potencial de estimular la coagulación de la sangre, facilitando la formación de trombos. Algunos tratamientos también contribuyen a la aparición de la trombosis como la cirugía, la quimioterapia, la terapia hormonal y otros tratamientos contra el cáncer.

Riesgo mayor de trombosis según los cánceres 

Del porcentaje de pacientes que sí conocen este riesgo, un 71% sabe que algunos cánceres, como los de estómago, cerebro, hígado u ovarios,  presentan un riesgo mayor de causar una trombosis y que el riesgo es más elevado en estados de cáncer avanzado.

La quimioterapia y la radioterapia como factores de riesgo

El 64% de éstos es consciente de que la quimioterapia y la radioterapia aumenta el riesgo de trombosis. Un 93% cree que la inactividad prolongada –como estar en cama más de cuatro días- es la principal causa de trombosis en pacientes con cáncer pero sólo un 45% ve en la cirugía un riesgo en este sentido.

¿De dónde proviene la información?

En cuanto a la procedencia de la información, los pacientes que sí son conscientes del riesgo de sufrir una trombosis han sido alertados en un 12% por el médico del hospital y un 5% por su médico de familia. También utilizaron Internet para informarse. La mayoría de ellos fue consciente de este riesgo poco antes de someterse a un tratamiento con quimioterapia o tras sufrir una trombosis. De hecho, un 19% de los encuestados asegura haber sufrido una trombosis asociada al cáncer.

¿Cuáles son los sintomas de una trombosis?

La encuesta también hace referencia al conocimiento de los pacientes sobre los síntomas de la trombosis. En este sentido, un 86% sabe que la hinchazón de pies,  tobillos o piernas puede ser una señal de alerta y un 71% que la falta de aliento puede ser un síntoma de embolismo pulmonar. Sin embargo, otros síntomas son mucho menos conocidos. Por ejemplo, menos de la mitad (44%) son conscientes de que el dolor, los calambres o la sensibilidad en la pantorrilla pueden ser un síntoma  y sólo un tercio (33%) sabe que un latido de corazón irregular puede indicar un edema pulmonar.

¿Se puede prevenir la trombosis?

La prevención de la trombosis es otro de los aspectos analizados en el informe. Un 94% de los encuestados son conscientes de que pasear a diario puede reducir el riesgo de trombosis, un 77% cree que dejar de fumar reduce los riesgos y un 63% asegura que llevar medias o calcetines de compresión recetados por el médico ayuda a reducir el riesgo de trombos. No obstante, menos de la mitad (48%) es consciente de la importancia de mantenerse hidratado.

De los encuestados en España, un 33% consume anticoagulantes y un 96% es consciente de que podrían ser efectivos para el tratamiento de la trombosis. Sólo un 35% de las personas que los consumen afirma que se le han explicado los efectos secundarios de estos fármacos y un 15% han sufrido alguno de ellos.

En Alemania, Francia, Grecia, Italia y Reino Unido, el grado de desconocimiento es muy similar al de España. 

Propuestas de los expertos

Ante estos resultados, las entidades que han realizado el informe han presentado una serie de propuestas que contribuyan a mejorar el conocimiento de los pacientes y poder prevenir así la patología. Entre estas medidas destacan:

  • Distribuir folletos informativos sobre la enfermedad, tanto en hospitales como en farmacias o asociaciones de pacientes
  • Incrementar la información que proporcionan los médicos a los pacientes en el momento del diagnóstico del cáncer, durante el tratamiento y en consultas posteriores
  • Facilitar fuentes de información fiables a los pacientes y consejos sobre hábitos de vida saludables.  Para poder así  evitar una trombosis y ofrecer más información a los pacientes que toman anticoagulantes sobre los efectos secundarios de estos tratamientos
  • Fijar unas directrices de prevención y diagnóstico temprano a nivel europeo
  • Incluir la trombosis asociada al cáncer en los planes nacionales del cáncer
  • Desarrollar programas educacionales basados en información consistente y accesible para que los pacientes puedan acceder cuando lo necesiten.
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