Trombosis y cáncer

¿Lo sabías? El cáncer y su tratamiento incrementan hasta 7 veces el riesgo de sufrir un tromboembolismo venoso1. El Hospital de Sant Pau de Barcelona y el Hospital Gregorio Marañón de Madrid desarrollan una nueva herramienta de diagnóstico que evalúa el riesgo de trombosis en pacientes oncológicos.

Trombosis y cáncer 

Hoy se publican en la revista British Journal of Cancer (BJC) los resultados del estudio clínico multicéntrico y prospectivo ONCOTHROMB (Multivariable clinical-genetic risk model for predicting venous thromboembolic events in patients with cancer). Está  liderado por el Dr. José Manuel Soria, del IIB Sant Pau, y el Dr. Andrés Muñoz, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, con el apoyo de la Sección de Trombosis y Cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica y la colaboración de las farmacéuticas Ferrer y Leo Pharma.

ONCOTHROMB

Oncothromb es un estudio clínico prospectivo. Analiza la capacidad predictiva de un test para identificar a personas con cáncer que desarrollarán un tromboembolismo venoso durante los seis primeros meses tras el diagnóstico de cáncer.

Nueva herramienta de diagnóstico

Esta nueva herramienta de diagnóstico aplica un algoritmo: a partir del análisis de cuatro variantes genéticas de los factores de la coagulación que se combina con los factores de riesgo clínicos (historia familiar de tromboembolismo venoso, tipo de tumor, estadio, y el índice de masa corporal) de cada paciente con un diagnóstico de cáncer.  Es importante destacar que este estudio es pionero en el mundo en la aplicación de la genética en la medición del riesgo de trombosis en cáncer. El resultado del test (algoritmo) permite identificar a los pacientes con un nivel de riesgo alto, moderado o bajo.

Identificar a los pacientes 

Según el Dr. Andrés Muñoz, coinvestigador principal del estudio y coordinador de la Sección de Trombosis y Cáncer de la SEOM y oncólogo médico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, “es sumamente importante mejorar las actuales herramientas diagnósticas para identificar con precisión a los pacientes con alto riesgo trombótico, y así poder administrar anticoagulantes únicamente a pacientes con una relación riesgo-beneficio favorable. Esperamos que los resultados de nuestro proyecto contribuyan a personalizar la toma de decisiones relativas a tromboprofilaxis, y en definitiva, a reducir las elevadas tasas de morbimortalidad relacionadas con la trombosis en pacientes oncologicos”.

Proporcionar herramientas eficientes 

El Dr. José Manuel Soria responsable de la Unitat de Genòmica de les Malalties Complexes de l’IIB Sant Pau y coinvestigador principal del estudio destaca: “el objetivo principal de nuestro estudio es proporcionar a los profesionales de la salud herramientas eficientes para el diagnóstico y la prevención de la enfermedad tromboembólica en pacientes con cáncer. Nuestro enfoque es innovador ya que utilizamos una estrategia basada en la integración de datos clínicos y genéticos para desarrollar un herramienta de Medicina Personalizada”

Tromboembolismo venoso

Uno de los resultados más significativos del estudio es que los pacientes con cáncer que sufren un tromboembolismo venoso (TEV) tienen mayor mortalidad. En los datos de este trabajo se observó que entre los fallecidos un 31% presentaba trombosis frente a un 11% sin ella. Por tanto, estos pacientes tuvieron peor pronóstico y padecieron una mortalidad superior.  Estos datos son relevantes; según datos aportados por la European Society of Medical Oncology (ESMO), la mayoría de oncólogos subestiman la prevalencia del TEV y su impacto negativo en sus pacientes.

Diagnóstico precoz y vigilancia durante los 6 primeros meses 

El periodo de mayor riesgo de sufrir un TEV asociado al cáncer son los 6 meses tras el diagnóstico. Diversos estudios retrospectivos de pacientes con cáncer avanzado o metastásico observaron una incidencia de TEV elevada que oscilo entre 23-35% de los casos dependiendo del tipo de tumor. Los investigadores recomiendan que “el uso de esta nueva herramienta de diagnóstico alcanza su máxima eficacia cuando existe la primera sospecha en un examen de detección precoz o bien, en el momento que se confirma la enfermedad”. Desde el punto de vista clínico, el TEV en un paciente con cáncer tiene un impacto muy negativo sobre la supervivencia y calidad de vida. Por ello, se recomienda realizar el test en un estadio inicial de la enfermedad.

Reducir los casos de trombosis venosa 

Con esta nueva herramienta  se estima que se puede reducir entre un 50 y un 70% los casos de trombosis venosa en pacientes con cáncer mediante la aplicación de tratamientos preventivos. De esta manera se evitará la aparición de la trombosis y se conseguirá mejorar las complicaciones y la calidad de vida de los pacientes. También hay que señalar que esta complicación es más frecuente en una serie de cánceres: pulmón, páncreas, estómago, riñón, ovárico, colorrectal y tumor cerebral.

 

 

1.- Cancer and Venous Thromboembolic Disease: A Review.

Donnellan E, Khorana AA. Oncologist. 2017 Feb;22(2):199-207

 

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