El mensaje del Secretario General de las Naciones Unidades, Ban Ki-monn, es muy claro: «Debemos esforzarnos más para acabar con las múltiples tragedias que desata el cáncer. Alrededor de una tercera parte de todos los cánceres es prevenible, y otros tipos pueden curarse con el diagnóstico y el tratamiento tempranos. Incluso cuando el cáncer está en una etapa avanzada, los pacientes deben recibir cuidados paliativos».

En este Día Mundial contra el Cáncer es importante destacar una vez más que no existen los milagros en la curación del cáncer, pese a quién le pese. También es importante no hacer amalgamas y diferenciar lo que nos puede ir bien de lo que nos puede quitar puntos. Según un reciente estudio realizado por la Universidad de California, el 89% de los pacientes oncológicos utiliza al menos una terapia complementaria durante los tratamientos convencionales. Practicar reiki, meditación, yoga, acupuntura ayuda a paliar los efectos secundarios pero no sustituyen en ningún caso los tratamientos.

En caso de suplementos alimenticios (tema que abordaremos ampliamente en nuestra edición de primavera-verano), es aconsejable pedir consejo a su médico o a un nutricionista especializado en oncología. Como lo explica el Dr. Pere Gascón Vilaplana, oncólogo y consejero sénior del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Barcelona, «se tiende a pensar que lo natural es bueno y por tanto inocuo. Pero no siempre es así. En oncología, las interacciones de ciertos productos naturales con la quimioterapia pueden llegar a causar graves problemas de salud a los pacientes». Advierte que «hay dos problemas derivados de utilizar plantas sin supervisión médica; por un lado, pueden interactuar con la quimioterapia, disminuyendo su efectividad, y, por otro lado, pueden potenciar los efectos secundarios de la misma”.

No hay que fiarse de los vendedores de dietas milagrosas o de zumos mágicos; tampoco de los gurús que andan por ahí. Sea lo que sea lo que os ha dicho vuestro mejor amiga/o.  Miriam Algeró Josa, Presidenta y fundadora de la Asociación de Oncología Integrativa, explica que «cuando el cáncer entra en tu vida quieres creer, necesitas creer. Y por eso confías en información de dudosa reputación que recibes y te agarras a un clavo ardiendo”. Y añade: “El problema radica en que tiendes a tomar la parte por el todo. Lees que algo te puede ayudar a luchar contra el cáncer y te convences de que eso y solo eso te va a curar”.

Para resumir, debemos escuchar a nuestros médicos. En caso de dudas, lo más sencillo es preguntar. Nunca vais a molestar a un médico, no hay que tener miedo a eso. Por otra parte, seguid practicando yoga, meditación, etc. siempre y cuando no dejéis de lado vuestras prescripciones. Es importante sentirse mejor pero a base de prácticas sensatas.

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