El temible linfedema no solo afecta a la parte superior del cuerpo sino también a la parte inferior, y no se suele dar ejercicios para evitar este problema. Con la ayuda de la AEL, Asociación Española de Linfedema, vamos a remediar esta falta.
Los estudios más recientes confirman los beneficios del ejercicio en pacientes con linfedema o en riesgo de padecerlo, siempre que su práctica se realice adecuadamente. Si tienes linfedema es recomendable realizar los ejercicios con la prenda de compresión. Deben ser supervisados por un profesional, realizados lentamente, con periodos de pausa y nunca deben provocar dolor. Por supuesto, si tienes cualquier duda, pregunta a tu médico de inmediato.
De pie
Rodar una pelota bajo el pie y después presionar con la planta en varios puntos. La pierna contraria estará ligeramente flexionada.
Caminar o ponerse de puntillas.
Caminar o ponerse de talones.
Sentadillas. Con las piernas separadas a lo ancho de tus caderas, colocar una pelota o rulo en la pared y bajar lentamente.
Tumbada / Piernas flexionadas
Rodillas flexionadas, pies apoyados, inspirar. Hacer presión con las plantas contra el suelo para levantar la pelvis y, vertebra a vertebra, la zona lumbar, al mismo tiempo que espiras.
Preparación cogiendo aire, y al soltar, presionar una pelota entre las rodillas.
Elevar la pierna estirando la rodilla, flexionar el tobillo tirando de los dedos hacia la cara.
Elevar el pie estirando la rodilla, hacer giros con el tobillo.
Bicicleta (empujar con las plantas de los pies hacia el techo).
Piernas estiradas
Deslizar los talones en el suelo alternando. El movimiento comienza en la cadera.
Con una pelota debajo de la rodilla con la pierna estirada (la pierna contraria flexionada), presionar manteniendo 3 segundos y relajar 3 segundos.
Realizaremos el ejercicio anterior con el pie en tres posiciones diferentes: en flexión hacia la cara,
con el pie girado hacia afuera, y con el pie hacia adentro.
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