enfermedades psicosomáticas

Las enfermedades psicosomáticas son un conjunto de trastornos que generan síntomas físicos reales que están condicionados de una forma importante por factores psíquicos”, explica el doctor Juan Torres Macho, director médico y coordinador de la consulta de enfermedades psicosomáticas del Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla, que pertenece al Servicio de Urgencias-Medicina Interna. Según el especialista, “existe una percepción errónea frecuente en la población y entre los profesionales, fruto de la división cultural entre cuerpo y mente, de que se trata de enfermedades puramente psicológicas, y esto no es cierto. La importancia clínica de este tipo de enfermedades viene definida por su elevada frecuencia, la escasa calidad de vida de los pacientes que las padecen y los problemas generados por los frecuentes contactos con el medio sanitario (iatrogenia)”.

Según el doctor, la prevalencia de los trastornos por somatización en atención primaria se ha estimado entre el 10 % y el 25 % de los pacientes atendidos. En enfermedades específicas, como el síndrome de intestino irritable, puede llegar hasta el 15 % de la población en general; en fibromialgia, hasta el 2,5 % de los mayores de 20 años, y en el síndrome de fatiga crónica es de un 0,5 %. “En atención hospitalaria se dispone de menos información, pero a nivel de consultas externas algunos estudios indican una prevalencia de trastorno por somatización de hasta el 40 % de los pacientes en especialidades como reumatología, cardiología o ginecología”.

El Hospital Infanta Cristina de Madrid tiene una de las pocas consultas específicas para patología psicosomática donde recibe pacientes derivados de atención primaria y del hospital. La consulta se crea en el año 2010, y quizá su valor más importante es que es atendida por internistas con formación en medicina psicosomática, psicofarmacología y psicoterapia. “Esto nos permite un abordaje global que facilita valorar tanto los aspectos físicos como emocionales de forma holística y con fiabilidad, y resulta clave ya que muchos de los pacientes inicialmente no entienden bien la influencia de los aspectos emocionales y no suelen aceptar bien derivaciones directas a salud mental”, dice el doctor Javier Pallarés Bañón, facultativo del servicio de Urgencias-Medicina Interna del hospital. Este entorno facilita que el paciente entienda su enfermedad y se pueda iniciar un abordaje efectivo, “posteriormente, si necesita una valoración en salud mental por padecer un proceso psiquiátrico significativo, lo derivamos sin problema”.

Sobre si existen factores que nos predisponen a las enfermedades psicosomáticas, los doctores entrevistados señalan que algunas evidencias sugieren una asociación familiar aunque hasta la fecha no se ha identificado un claro patrón genético asociado. “Existen rasgos de la personalidad, formas de ser, como la obsesiva, que están asociados con más frecuencia a los trastornos psicosomáticos. También se ha observado que la alexitimia, que es la dificultad para reconocer y expresar los sentimientos propios, parece ser un factor predisponente significativo”, dice el doctor Torres.

La historia vital también tiene un papel fundamental en la predisposición y desarrollo de las enfermedades psicosomáticas. “Situaciones traumáticas mantenidas en el tiempo en la infancia o primera adolescencia como malos tratos o abuso sexual, enfermedades graves, problemas de apego, en ausencia de figuras de referencia que faciliten el desarrollo de resiliencia (capacidad para sobreponerse a periodos de dolor emocional o situaciones adversas), se detectan con una mayor frecuencia en estos pacientes al compararlos con individuos sanos o con otras enfermedades orgánicas”.

Según el doctor Torres, estos antecedentes traumáticos se han descrito especialmente en enfermos con fibromialgia, donde pueden llegar a estar presentes hasta en el 85 % de los pacientes. Esta influencia de la historia vital en las enfermedades psicosomáticas parece estar en íntima relación con el trastorno por estrés postraumático. Otras situaciones vitales en la infancia, como haber convivido con un familiar enfermo o una actitud enfermiza por parte de los padres son también factores predisponentes en la vida adulta. “Existen también factores precipitantes que son circunstancias que aumentan el nivel de estrés y tienen una relación cronológica con el inicio de los síntomas o con un empeoramiento significativo de los mismos. Entre ellos, destacan las enfermedades médicas, cambios vitales significativos como pérdidas personales o de empleo, empeoramiento de la situación financiera o eventos traumáticos”.

También existen factores que favorecen la cronificación de las enfermedades psicosomáticas. “Cabría destacar algunos factores psicosociales como el aislamiento o la falta de apoyo familiar, pero quizá el factor cronificador más importante es la interacción del paciente con el medio sanitario, circunstancia que podríamos denominar como ‘daño médico’”, señala el doctor Torres. La dificultad para dar una explicación plausible, las propias dudas del médico acerca de la veracidad y legitimidad de los síntomas del paciente (muchos profesionales tienen la creencia de que el paciente inventa o finge los síntomas), el peregrinaje por múltiples especialistas, los consejos ambiguos, las consecuencias de la realización de múltiples estudios diagnósticos no claramente indicados, la espera de realización y resultados de esas pruebas, la acumulación de numerosos diagnósticos basados en hallazgos casuales y los efectos secundarios de fármacos empleados para el control de los síntomas (opiáceos, psicofármacos, etc.) “generan un impacto progresivo en el paciente, aumentando su angustia, incertidumbre y frustración que, además, puede propiciar un retraso de meses e incluso años en el encuadre correcto de su caso y en el inicio de las intervenciones terapéuticas adecuadas. Resulta fundamental un abordaje precoz, que suele ser complejo ya que la organización del sistema sanitario hace que los pacientes inicien tratamientos específicos años después del comienzo de los síntomas”, destaca.

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