En algunos casos, el cáncer está provocado por un gen alterado que no hace su función normal y que se transmite de una generación a otra. Si bien se suele hacer referencia a esto como cáncer hereditario, lo que se transmite no es el cáncer en sí, sino las alteraciones del gen que puede dar lugar al cáncer. Solo alrededor del 5-10% de todos los casos de cáncer son hereditarios, es decir que se han originado directamente por defectos genéticos (llamados mutaciones) heredados de uno de los padres. La Dra. Sara Álvarez de Andrés, directora médico de NIMGenetics, empresa biomédica española especializada en análisis genómico para el diagnóstico genético humano, nos habla del peso de los genes en el cáncer y de cómo se pueden detectar las alteraciones genéticas.

Una persona que nace con un gen alterado puede transmitir esta mutación a sus hijos, pero esto no significa que el cáncer se herede, ¿verdad?

Efectivamente, es así. Lo que transmitimos de padres a hijos es una información genética que nos puede marcar la predisposición a desarrollar una enfermedad. En algunos casos la conocemos y en otros no, pero también la transmitimos. No obstante, luego hay una modulación tanto del ambiente como de otros componentes genéticos que hacen que se vaya modulando la probabilidad de desarrollar un tumor. Hoy en día conocemos pocos genes que realmente predisponen al cáncer, pero los que tenemos localizados son muy importantes.

¿Qué peso tiene la genética cuando nos referimos al cáncer?

El cáncer es una enfermedad genética por definición. Su desarrollo se basa en que haya una lesión genética que favorezca el crecimiento de una célula de un modo anormal. Por tanto, identificar esa causa que ha producido el crecimiento es la base para el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos adecuados.

¿A qué llamamos marcadores genéticos?

Los marcadores genéticos son alteraciones genéticas que nos dan información sobre el tumor. Por ejemplo, nos permiten entender el porqué del crecimiento de un tumor. A lo mejor, la alteración detectada no es la única, pero sí es importante para ese tumor. Su identificación nos puede servir para tratar a un paciente con un fármaco específico y no con otro, lo que conocemos como terapia diana. Por tanto, los marcadores genéticos nos permiten o bien diagnosticar un tumor o bien dirigir una terapia.

¿La investigación contra el cáncer se centra en ellos? 

Vamos hacia eso, definitivamente. Hay grupos muy importantes que han empezado a hacer los atlas de las alteraciones genómicas de los tumores para conocer cuáles son las más frecuentes y así poder diagnosticar y tratar mejor a los pacientes. Poco a poco iremos viendo cómo esa información acaba trasladándose a ensayos clínicos, a desarrollos de fármacos y a la práctica clínica.

¿Qué elementos hacen sospechar la presencia de cáncer hereditario?

Un elemento importante es la agregación familiar, pero también hay otros factores como los tipos de tumores que aparecen. Por ejemplo, un cáncer de mama en un varón, que es poco común, o que en personas jóvenes de la familia se dé un mismo tipo de cáncer son señales que nos hacen sospechar. Hay familias con poca agregación familiar aparente, pero simplemente porque son pocos individuos, y familias que tienen agregación familiar pero todos los afectados muy mayores. En ese caso, el cáncer puede ser fruto del envejecimiento celular propio de la longevidad. No obstante, hay otros casos en que no están claramente asociados. Por eso, es muy importante acudir a consultas de consejo genético hereditario.

¿Qué tipos de cáncer suelen ser de carácter hereditario?

Los más frecuentes son el cáncer de mama, de ovario y de colon. Aunque también los cánceres neuroendocrinos están tomando mucha importancia en las consultas de consejo genético.

¿Con qué herramientas cuenta NIMGenetics para el diagnóstico genético oncológico?

Tenemos básicamente dos herramientas: arrays CGH y secuenciación masiva.

La primera nos permite estudiar el genoma de una persona y ver si gana o pierde genes. En el caso del cáncer podemos ver qué fragmentos del genoma tienen amplificación y, por tanto, cuentan con un oncogen, el motor que ayuda a la célula a multiplicarse. Con esta tecnología también podemos ver la pérdida de un gen supresor, aquel que controla que la célula no crezca. Si se pierde, la célula crece descontroladamente.

Además, con arrays también podemos ver los grandes reordenamientos en los genes de predisposición al cáncer familiar. Tenemos un array específico para predisposición al cáncer de colon, otro para la enfermedad neuroendocrina y otro para cáncer de mama y de ovario. Por ejemplo, en el cáncer de mama y de ovario, el 1,5% de las familias que se consideran de riesgo alto o moderado puede tener grandes reordenamientos.

La otra tecnología con la que contamos en NIMGenetics es la secuenciación masiva. Antes se secuenciaba cada gen mediante el estudio de pequeños fragmentos de este, y era un trabajo muy costoso y caro. Ahora, sin embargo, con esta tecnología podemos analizar muchos genes en pocos días. Por ejemplo, secuenciamos el BRCA1 y el BRCA2 y las regiones de alrededor de estos genes y, en cuestión de días, tenemos el resultado.

¿Cómo se selecciona a los pacientes que se someten a estos tests?

Cuando por la agregación familiar, por la edad del paciente o por el tipo y características del tumor un oncólogo sospecha que puede tratarse de un cáncer familiar, nos pide el estudio de ese caso y nosotros le facilitamos toda la información. Aquí no vienen los pacientes directamente. Otros casos nos llegan de las consultas de consejo genético o de las de genética de los hospitales que identifican a las familias que tienen probabilidad de ser portadoras de un determinado gen. Nosotros realizamos un informe que remitimos al médico responsable y él es el encargado de transmitírselo al paciente. En algunos casos, no solo se debe informar al paciente sino a otros miembros de su familia que deben testarse para saber de su predisposición a desarrollar cáncer. El estudio está listo en unas tres semanas aproximadamente.

¿Hacia dónde va la investigación en oncología en el campo de la genética?

Evolucionamos hacia una medicina cada vez más personalizada. Cada paciente va a estar tan bien caracterizado a nivel genómico que vamos a saber exactamente cuáles son las terapias más beneficiosas para él. La alteración genética nos informará sobre la capacidad de un tumor para desarrollarse y responder a un determinado tratamiento. Por tanto, si conseguimos un tratamiento específico para esa mutación ya tendremos una gran ventaja porque sabemos exactamente dónde debemos atacar. La investigación se dirige a intentar identificar, correlacionar y conseguir tratamientos adecuados para alteraciones genéticas específicas.

Además, también se encamina a establecer en cada individuo el patrón de probabilidades de desarrollar un tumor. Esto ya es así para una serie de familias que tienen mutaciones, pero solo conocemos una veintena de genes. En el futuro, esperamos que este conocimiento aumente y cada vez podamos determinar mejor la predisposición de más familias.  Sabremos qué genes son y por tanto qué miembros tendrán más predisposición a padecer la enfermedad y cuáles no, porque el seguimiento que se hará de esas personas será muy distinto.

 

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