La fotosensibilidad inducida por fármacos (FIF) puede definirse como la respuesta cutánea exagerada o anormal producida por la interacción entre una sustancia química fotosensibilizante, introducida en el organismo o aplicada sobre él como parte integrante de un medicamento (puede ser tanto un principio activo como un excipiente) y la exposición a la radiación electromagnética de la luz solar (especialmente, al espectro de luz ultravioleta) o a una fuente artificial de rayos ultravioleta. Esto significa que el riesgo de quemadura solar, a veces grave, es importante, incluso en caso de exposición relativamente moderada. Estas «superquemaduras solares» son molestas por sí mismas y pueden dejar marcas duraderas en forma de hiperpigmentaciones o manchas. De manera más global, la simple exposición a la luz aumenta el riesgo de pigmentación residual.

Es importante saber que: 

  • Una reacción de fotosensibilidad grave es rara pero posible, en especial con algunas moléculas (vandetanib, vemurafenib y fluorouracilo).
  • Es conveniente pensar en ella ante una erupción inflamatoria fotodistribuida (cara, escote, dorso de las manos).
  • A menudo, se trata de una reacción de fototoxicidad inducida por los UVA.
  • Las medidas de fotoprotección recomendadas deben incluir una protección contra los UVB (exposición solar), pero también contra los UVA (con tiempo nuboso, en invierno, a través de los cristales…).

¿Qué podemos hacer?  Nuestros consejos:

  • No exponerse nunca directamente al sol.
  • En caso de exposición inevitable, asegurarse imperativamente una buena protección mediante prendas de vestir, una gorra y gafas.
  • Para las zonas descubiertas, utilizar cremas solares de índice elevado (SPF50+).
  • Optar por cremas solares hipoalergénicas, sin perfume, resistentes al agua y al sudor.
  • Aplicarlas en todas las zonas descubiertas, incluidos el cuello y el dorso de las manos.
  • Repetir la aplicación cada 2 horas y no olvidar llevar un tubo en el bolso.
  • Protegerse del sol en cualquier situación, con tiempo cubierto, en invierno e incluso a través de los cristales.

Moléculas inductoras 

Quimioterapias que inducen fotosensibilidad con mayor frecuencia: fluorouracilo, capecitabina, dacarbazina, tegafur y vinblastina, y con menor frecuencia, hidroxiurea, procarbazina, doxorubicina, mitomicina, taxanos…

Terapias dirigidas que pueden inducir reacciones a veces graves: vandetanib, inhibidores PI3K y vemurafenib.

Las erupciones acneiformes inducidas por los inhibidores del receptor del EGF (cetuximab, panitinumab, erlotinib, gefitinib, afatinib), a veces, también parecen favorecerse/empeorar con la exposición solar.

El imatinib y el dasatinib (inhibidores de BCR­ABL) también aumentan la fotosensibilidad.

 

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