Hace dos años que me diagnosticaron un tumor de mama localmente avanzado, cáncer, para que nos entendamos. Nadie dijo que sería fácil curarme, pero sí que era posible. Así que aquí estoy, contándoos mi historia desde la alegría, porque tengo motivos para ello. Me llamo María Ángeles, y ¡he superado un cáncer de mama! Sí, así de claro. El día 25 de marzo hizo dos años de mi terrible diagnóstico, pero hoy, tras mucho esfuerzo, puedo decir que lo he superado, estoy limpia. Oigo los porcentajes y las historias de recaídas, la llamada recidiva…pero yo prefiero hacer caso a mi oncólogo como he hecho todo este tiempo, y no vivir con miedo.
Quiero contaros mi historia para que veáis que se puede, que hay que remangarse y hacerse fuerte. Mi mensaje es de ánimo y de fuerza, y de enviar energía positiva. Creo que eso ¡es fundamental! Tengo 37 años, la edad en que la mayoría de la gente que conozco está en pleno desarrollo profesional, disfrutando de crear sus propias familias, de la maternidad o simplemente disfrutando de la vida, de viajar, de hacer planes. Pero yo estoy al final de un proceso que me dijeron en un principio que sería «un año malo», pero que se han convertido en dos, y no, no todo ha sido malo.
Tenía 35 años y muchos proyectos, pero todo quedó parado, o más bien aplazado, cuando llegó la noticia de que tenía cáncer. Esas 6 letras que cuando llegan a una casa se convierten en protagonistas absolutas, y todo tu mundo y de los que te rodean, se concentran en torno a ellas. El miedo es inevitable, hasta a pronunciarlas. Sin embargo, yo desde el principio pensé que lo que había que tenerles es respeto, no miedo. Había que pronunciarlas, plantarles cara, y una vez que te dicen que pueden curarte, confiar plenamente en tus médicos, y convertirte además en parte de tu curación.
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