NaturalezaTodo empezó en octubre de 2012, aún no había cumplido 48 años, cuando me diagnosticaron cancer de colon. En teoría, estadio III. En el primer escáner antes de la químio preventiva, aparecieron unas adenopatías retroperitoneales. Concluyen que pueden ser reactivas y continúan con el esquema preventivo. Seis ciclos de oxaliplatino y capecitabina. Mi hígado solo aguanta dos sesiones. Hepatotoxicidad por el oxaliplatino. Quince días hospitalizado. Muy grave.
Me cambian de quimio. Las pruebas que me hicieron durante la hospitalización refuerza la idea de que las adenopatías son reactivas. Respiramos.
Cuatro ciclos de esquema 5 FU. Me dan las sesiones. Acabo la quimio en mayo 2013. Controles hasta agosto.
En agosto me dicen que estoy limpio. Alta para controles rutinarios. Bien.
Primer control en diciembre 2013 y… Metástasis, nódulos en los pulmones, implante intestinal, y las adenopatías han crecido en número y tamaño. Diagnóstico: cancer de colon estadio IV con diversas metástasis.
Me colocaron un reservorio y quimio, esquema Folfiri más anticuerpo Panitunumab, cada quince días desde enero hasta julio. Doce ciclos de tres sesiones cada ciclo.
En el control de agosto 2014 me dicen que el tratamiento está funcionando muy bien y me dan tres meses de descanso porque ha desaparecido todo lo pulmonar, se ha mantenido estable el implante y las adenopatías se han reducido. En global, se ha reducido todo, más de un 50%. En noviembre la enfermadad sigue estable. Siguiente control, enero 2015.
Por la oncología integrativa
Desde el inicio no me conformé con lo que decía la medicina convencional u occidental. Soy de formación técnica y, en lo profesional, dentro del ámbito en el que trabajo, una de mis especialidades es analizar causas, aunque no está relacionado con la salud, efectos, soluciones, alternativas, y siempre he trabajado con objetivos y estadísticas, no sé si por deformación profesional, o por inquietud personal (lo segundo me llevaría a lo primero y viceversa) decidí documentarme acerca de todo lo relacionado con la enfermedad. Es cierto que en diciembre de 2013, cuando me diagnosticaron la metástasis, me dije, ahora las estadísticas solo puedo contemplarlas con una visión: están para romperlas.
Como digo: leí , consulté, pregunté … y apareció el binomio ONCOLOGÍA INTEGRATIVA. Esa es la línea que voy a seguir, voy a utilizar la MEDICINA con mayúsculas toda la medicina que esté a mi alcance, occidental, oriental, naturista, antroposófica…
Empecé (siempre asesorado y pautado por profesionales, médicos, oncólogos, nutricionistas, radiólogos, psicólogos… todos ellos con un denominador común, coinciden en que el tratamiento debe ser holístico, complementario, sin renunciar a las bondades de cada uno de ellos) con alimentación, suplementos naturales, homeopatía, fitoterapia, reiki, deporte… con el objetivo de minimizar los efectos secundarios de la quimio y maximizar su efecto sobre las células cancerosas.
Comencé a trabajar las emociones. Convencido de que las emociones juegan un papel importante en la enfermedad y su desarrollo, pero convencido también, más si cabe, en el efecto sobre la curación o cronificación de la misma. Alcalinizando el agua que tomamos, oxigenándome en contacto con la naturaleza…
La relajación consciente
Puedo asegurar que, en mi caso, los efectos secundarios de la quimio, que los hubo, fueron llevaderos, tuve pocas nauseas, no aparecieron llagas en la boca y aunque si tuve cansancio, conseguí la suficiente energía como para poder practicar deporte, hacer rutas de senderismo y montaña y poder practicar algo que me encanta, que es, esquiar. Eso era lo más gratificante porque además de hacer algo que me satisface, estaba oxigenándome en la alta montaña. Como digo, aprovechaba los 8 días que me quedaban libres entre ciclo y ciclo para escaparme donde fuera, esquiar, pasear, contactar con la naturaleza.
Decir que hubo algo muy importante, que cuando menos cambio la forma de vivir esta enfermedad, y fue someterme a una terapia de «hipnosis consciente» aunque diga hipnosis, en realidad no lo es, porque una hipnosis no es consciente, la terapia es Anatheorésis, y se trata de llegar a un estado de relajación consciente en el que te encuentras contigo mismo, con todo aquello que ha ido creando tu circuito impreso, desde que naces y, después de esa terapia, me enfrento a este proceso con una mentalidad positiva, como siempre he sido.
Y lo más importante, para enfrentarte a todo este proceso es el amor de las personas que te rodean y el apoyo incondicional en las decisiones que tienes que tomar. En mi caso mi familia, amigos y compañeros; pero sobre todo y por encima de todos mi mujer y mi hijo, con ellos, por ellos, para ellos: P’Alante, ¿rendirme? Nunca.
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