¿Tinte o no después de los tratamientos?

Cuando recuperes el cabello tras los tratamientos oncológicos lo notarás cambiado en cuanto a forma y color. Por ejemplo, si antes lo tenías liso, quizá ahora observes algunos rizos, o percibas un color más apagado que de costumbre. Tarde o temprano tu pelo volverá a la normalidad, pero en este proceso es posible que prefieras usar un tinte para recuperar, mientras tanto, su color habitual.

No hay ninguna contraindicación para el uso de tintes, por lo que podrás teñirte el pelo con  tranquilidad en cuanto tengas la longitud adecuada para quitarte la peluca o el pañuelo.

Consejo:

Sí deberás pasar un tiempo prudencial (entre cuatro y cinco meses) desde la finalización del tratamiento, hasta que la piel se haya regenerado tras la quimioterapia y el riesgo de alergia se haya reducido. Además, de este modo, tendrás la cantidad de pelo necesaria para que el tinte se fije sin castigar el cuero cabelludo.

Aunque la reacción  alérgica a un tinte es muy poco frecuente, después de una terapia oncológica es aconsejable que tengas cuidado al elegir el producto e, incluso, que tomes precauciones antes de usarlo.

Realiza el llamado «toque de prueba», una medida muy sencilla que no dejará lugar a dudas. Consiste en poner una pequeña cantidad de tinte sobre la piel, 48 horas antes de aplicarlo en el pelo, y observar si aparece alguna reacción alérgica.

La coloración más conveniente dependerá del color que desees para tu pelo o del número de canas que quieras cubrir:

  • Coloración directa o «tinte vegetal». En realidad no se trata de tintes naturales, pues la única coloración natural o vegetal que existe es la henna pura. Estos tintes, que se eliminan con los lavados, contienen colorantes que pigmentan directamente el cabello, sin necesidad de mezclarse con agua oxigenada, y no llevan amoniaco.
  • Coloración de oxidación. Estos tintes son más eficaces y duraderos que los vegetales. Pueden ser de dos tipos: tono sobre tono y permanente. Ambos contienen pigmentos que, para proporcionar color, tienen que oxidarse gracias a la mezcla con agua oxigenada.

Finalmente, no es aconsejable el uso de otras técnicas más agresivas, como la decoloración completa, las permanentes o los alisadores. En un cabello debilitado, como quizá lo esté el tuyo, no solo podrán dañar el pelo sino también irritar el cuero cabelludo.

 

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