El medicamento experimental nintedanib provoca, en combinación con la quimioterapia estándar con paclitaxel, una remisión total de los tumores en un 50% de las pacientes de cáncer de mama temprano tipo HER-2-negativo, el tipo más frecuente de cáncer de mama.

Estas son las conclusiones de un estudio clínico en fase I promovido por el propio Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)  a través de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Mama, según ha recogido la agencia SINC. El estudio lo recoge la edición impresa de la revista British Journal of Cancer.

Según ha explicado Miguel Ángel Quintela, jefe de la unidad del CNIO, a la citada agencia: “La combinación de los fármacos ha resultado ser un éxito, puesto que ha demostrado ser totalmente segura y ha arrojado unas tasas de curación completa del 50%, el doble de la obtenida solo con la terapia estándar con paclitaxel”.

El ensayo ha incluido una decena de pacientes de cáncer de mama HER2-negativo, todas ellas en estadíos tempranos de la enfermedad.

A la vista de los resultados, la institución ya ha puesto en marcha un estudio clínico a gran escala en fase II para validar el trabajo en un mayor número de pacientes. Los resultados, incluidos el estudio de biomarcadores que posibilitará la personalización terapéutica, se esperan para principios del 2015.

Un segundo ensayo

En paralelo, el mismo equipo acaba de completar un segundo ensayo clínico en fase I con un fármaco de la misma familia, el dovitinib, en pacientes metastásicos de distinto origen como mama, colon o pulmón.

El estudio, todavía preliminar, indica que los pacientes con una variante específica en el gen RET –un protooncogén o gen impulsor de tumores; variante G2071A– podrían ser más sensibles al fármaco. El trabajo se publica en la revista Molecular Oncology.

A juicio de Quintela, y si se confirman estos datos, esta variante genética, presente en un 15% de la población caucásica, se podría utilizar como biomarcador para seleccionar de forma sólida y a bajo coste –tan solo 6 euros–  aquellos pacientes candidatos a recibir el fármaco.

‘Asfixiar’ el tumor para derribarlo

Una de las fórmulas más estudiadas para combatir el cáncer consiste en conseguir que los tumores mueran de inanición mediante el bloqueo de la formación de los nuevos vasos sanguíneos que los rodean.

El mecanismo de acción de los fármacos experimentales nintedanib y dovitinib consiste precisamente en bloquear este proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos, denominado angiogénesis, lo que puede llegar a comprometer el crecimiento y la viabilidad de los tumores.

 

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