Las fiestas navideñas son la excusa perfecta para permitirse algunos lujos en cuanto a cantidad y calidad, pero sin abusar de las grasas y los azúcares y, además, presentando unos platos tan distinguidos como la ocasión lo requiere. ¿Y si nos vamos al mercado comprar algunos de estos alimentos?

 

Romanescu

Dicen que es la verdura más bonita. Desde luego sus formas geométricas y su verde brillante llaman la atención en cualquier mesa. A caballo entre la coliflor y el brócoli, su textura es más gruesa y su sabor, en cambio, más sobrio. Ideal para tomarlo acompañando tanto a carne como a pescado, combina bien con las salsas de ambos alimentos. Sus propiedades saludables se basan en sus altos índices de vitamina C y su gran aporte de fibra.

Aguacate

Sólo o en compañía de otros. En ensalada, como ingrediente o como recipiente de mariscos o frutos secos. Se le considera un superalimento, rico en antioxidantes y nos suministra grasa buena, además de un amplio abanico de vitaminas, veinte en total. Su forma de barco te dará “mucho juego” en la mesa.

Escarola con granada

El tercero de nuestros entrantes combina dos potentes colores y sabores. Dulce y amargo, rojo y verde, magnesio ( el nuevo rey de los nutrientes) y sodio con ácido fólico. Una buena ensalada de escarola con semillas de granada es ligera, sana y vistosa.

Ostras

El marisco no engorda, no tiene grasas y tampoco azúcares. Además es rico en Zinc. Cuidado, ya se sabe, con las intoxicaciones. Si el ácido úrico está elevado habrá que ser prudentes: no tomarlo estas fiestas. Las ostras son un clásico, con limón . Tanto la francesa, más acuosa, como la española, más carnosa, son asociadas con los ambientes lujosos. Omega 3 y selenio son los protagonistas en este caso.

Zamburiña y vieira

Las hermanas nacionales de la ostra. La llamativa forma de sus conchas resulta muy atractiva a la hora de presentar los platos y su carne, más consistente, se presta a otras elaboraciones como la plancha. Son menos ligeras, pero igualmente ricas en Zinc y selenio

Salmón

El rey de las dietas , se presta al marinado y ahumado en estos días especiales. Sabores más intensos, colores más fuertes y en aperitivo o entrante. Aporta Omega 3, imprescindible en los procesos anti-envejecimiento e indicado para la hipercolesterolemia.

Besugo

Un clásico de la navidad, siempre al horno. Se trata de un pescado blanco bastante carnoso, que nos ayuda a mantener nuestro nivel de proteínas y de vitaminas A y D. La primera es básica en el desarrollo de nuestro sistema inmunológico, mientras que la segunda favorece la asimilación del calcio.

Codorniz

Una pequeña delicatessen, sin calorías y con una carne exquisita. Lo óptimo es cocinarlas al escabeche o, más apropiado para estas fechas, al cava. Es un plato ideal para lucirse en una cena o comida. Destacan por sus aportes de hierro y vitaminas B1, B2 y B6.

Capón

Se llama así al pollo de corral engordado para asar en Navidad. Esta tradición antigua no se ha perdido en algunas zonas de nuestro país, como en Galicia. También se guisa al horno, lo que resulta ideal para poder tener más tiempo para otras elaboraciones, y se suele acompañar de patata cocida con la misma salsa. La cocción desprende la grasa y, ya se sabe, el pollo, y más si está bien criado, está recomendado por ser una carne saludable y poco calórica.

Piña natural

Diuréticos para terminar. Digestiva y eficaz contra la retención de líquidos. Al natural es la mejor fórmula. Su belleza enriquece cualquier mesa y su divertido aspecto da lugar a diferentes presentaciones.

 

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