La investigación y los avances en cáncer son más que importantes a la hora de poder tratar convenientemente a las personas con cáncer. España juega un papel importante a nivel mundial, y el GEICAM acaba de organizar una jornada para dar a conocer las novedades en cáncer de mama, de las que se habló en el Congreso de San Antonio, en Estados Unidos.

Como lo avanzaba el doctor Miguel Martín, presidente del GEICAM, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, estos encuentros son muy estimulantes porque son momentos de reunión entre más de 300 investigadores del mundo entero, y la importancia de España entre ellos está lejos de ser desdeñable. No podemos evitar recordar que cada año se diagnostican más de 26.000 casos de cáncer de mama en nuestro país.

La Doctora Ana Lluch, jefa de Servicio de Oncología y Hematología del Hospital Clínico de Valencia, por su parte, ha tratado la identificación de biomarcadores de sensibilidad o resistencia a los tratamientos en todos los subtipos de cáncer de mama. Se sabe que entorno al 70 % de tumores son hormodependientes (denominados luminal A y B); un 15 % con sobreexpresión de la proteína HER2 (HER+), y el resto, cuando no expresa receptor de ningún tipo, es el triple negativo. «En todos ellos, la investigación está consiguiendo avances destacables», declara la doctora Lluch.

Estudios genómicos. 

Cada vez hay más evidencias que revelan que las alteraciones genómicas de las pacientes no pueden determinarse únicamente cuando aparece el cáncer por primera vez. Los estudios en marcha están aportando nuevos datos sobre las diferencias genómicas entre el tumor inicial y su reaparición con metástasis. Ese fenómeno, nos dice la doctora Lluch, puede suceder en todos los subtipos. En caso de recaídas, los expertos recomiendan realizar estudios genéticos y no elegir un tratamiento a partir solo de los datos del tumor inicial. En breve se publicará un estudio realizado por el grupo GEICAM junto al MD Anderson Cancer Center de Houston. «A través de este estudio, se han secuenciado muestras del tumor inicial y del tumor en metástasis, y se ha visto que hay alteraciones mucho más importantes en la fase avanzada. De ahí que debamos recomendar una biopsia en la recaída», explica la doctora Lluch.

Para hacer estos tipos de terminaciones, los profesionales empiezan a contar con una opción que facilita esta tarea: la biopsia líquida. Cada vez más datos avalan los beneficios de hacer una extracción de sangre a partir de la cual determinar alteraciones en el ADN tumoral circulante de los pacientes. Es una posibilidad que ya se realiza en los hospitales españoles a aquellas personas que lo necesitan.

¿Se puede prescindir de la quimioterapia? 

En los tumores luminales, los avances se localizan en la confirmación del fulvestrant como mejor terapia endocrina en primera línea y en la eficacia de combinar este tipo de fármacos con inhibidos de cíclicas (estudios PALOMA-» y MONALEESA-2) o con inhibidores de mTOR como everolimus. Pero en los HER2 +, las grandes novedades hay que buscarlas en la neoadyuvancia o aplicación del tratamiento de forma previa a la cirugía. Concretamente, en la identificación de pacientes cuyos tumores se pueden eliminar totalmente con el uso neoadyuvante de agentes biológicos sin necesidad de quimioterapia.

La doctora Lluch explica que se está investigando para demostrar si las pacientes con un subtipo molecular de HER2, el denominado HER2 enriquecido o rico en HER2, pueden igualmente recibir un tratamiento eficaz frente al tumor que no incluya quimioterapia.

También en pacientes HER2+ destaca otro ensayo clínico liderado en España por el GEICAM. Se trata del estudio PERTAIN, que pretende confirmar si en pacientes metastásicas la combinación de dos agentes biológicos (trastuzumab y pertuzumab), más una terapia hormonal en primera línea, mejora la supervivencia libre de progresión; frente al uso de una terapia hormonal, más un solo biológico (trastuzumab), en lugar de dos. La doctora Lluch añade que «hemos comprobado que en el subgrupo de pacientes HER2 positivas con receptores hormonales positivos, podríamos plantearnos retrasar el uso de quimioterapia con este esquema».

Cambiar el estilo de vida.

Lo que quedó patente en el Congreso de San Antonio es la importancia de una dieta equilibrada y de la práctica del ejercicio físico. La doctora Lluch asegura que existen datos que sugieren que el ejercicio físico produce tanto beneficio como un tratamiento adyuvante (posterior al cirugía) a la hora de reducir las posibilidades de una recaída o alargar la supervivencia.

La Doctora Marina Pollán, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, y miembro del Grupo de Trabajo de Tratamientos Preventivos Heredofamiliar Epidemiologia de GEICAM, por su parte, explica que las mujeres que no realizan ejercicio físico tiene un 71 % más de riesgo de desarrollar un cáncer de mama.

Cuando se habla de ejercicio físico, eso significa que se debe practicar durante 150 minutos a la semana caminatas rápidas, por ejemplo. No es mucho, pero puede ayudar a disminuir considerablemente la incidencia del cáncer de mama.

Consejo: si tienes cáncer y quieres realizar ejercicio físico, es importante acudir a especialistas formados para trabajar con personas con cáncer.

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