Sabemos la importancia de la prevención para la salud, aplicable también para el cáncer de pulmón: una dieta saludable, hacer deporte o ejercicio adecuado, evitar el alcohol y el tabaco, entre otras medidas, pueden evitar en muchos casos esta y otras enfermedades.

Los casos de cáncer de pulmón están creciendo en España así como han aumentado los casos en la población femenina. Según datos aportados por la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), en el año 2012 se diagnosticaron en España 26.715 casos de cáncer de pulmón, y de ellos 4.935 se dieron en mujeres. Aunque en el momento actual “solo” suponen el 5,7% de todos los cánceres en mujeres, es el único cuya incidencia aumenta cada año en nuestro país. De seguir así,  en breve tendremos una situación similar a la de Estados Unidos, donde es el segundo tumor en frecuencia pero la primera causa de muerte por cáncer en mujeres, ocasionando cada año más fallecimientos que la suma de las pacientes que mueren por cáncer de mama, colon y ovario conjuntamente.

Afortunadamente, gracias a la investigación se consiguen nuevos medicamentos y tratamientos para paliar esta enfermedad; aunque como es sabido, algunos tumores se hacen resistentes a los tratamientos y es preciso modificarlos.  Se puede decir que hay tantos cánceres como personas, por lo que es preciso individualizar el tratamiento. Además, así se obtienen resultados mucho mejores que aumentan la supervivencia.

Para hablar de prevención de cáncer de pulmón, y de otros temas relacionados, hemos planteado diversas cuestiones a la Dra. Pilar Garrido, jefe de sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y responsable de la Unidad de Tumores Torácicos, además de presidenta de SEOM.

La mejor prevención para evitar el cáncer de pulmón, nos dice la doctora Garrido, “sin duda alguna es evitar el consumo del tabaco, responsable del 90% de los casos de cáncer de pulmón, pero también de un tercio de las muertes por cáncer en general. Lo ideal sería no iniciar el consumo del tabaco, pero si este ya se ha producido, entonces abandonarlo cuanto antes, acudiendo a profesionales sanitarios si es preciso para obtener consejo sobre las diferentes medidas de deshabituación. Las autoridades sanitarias tienen un papel relevante en la prevención del cáncer de pulmón relacionado con el tabaco, y deben promover medidas de protección del no fumador, evitar su publicidad, apoyar la atención de profesionales sanitarios en la deshabituación, establecer tasas elevadas que supongan precios altos de difícil acceso por parte de determinados colectivos (p.e. adolescentes), o poner en marcha campañas de concienciación a la población sobre el riesgo que supone su consumo para la salud.

¿Cómo podemos hacer llegar a toda la población el riesgo que tiene el tabaco?

Los medios de comunicación tienen hoy en día un papel relevante y deben ser nuestros aliados. Por ejemplo, aunque la publicidad explícita está prohibida,  siguen apareciendo reportajes en revistas nacionales de amplia tirada con modelos fumando. De esta forma sigue llegando el mensaje que relaciona mujer delgada y tabaco o mujer moderna y tabaco.  Hay que enseñar lo dañino que es esto, sobre todo para adolescentes y mujeres jóvenes. El cáncer de pulmón no es ninguna broma y no debemos banalizar los factores de riesgo. Por otro lado, hay que seguir informando sobre los daños del tabaco, la importancia de seguir las recomendaciones de nuestra actual ley y no bajar la guardia. Creo firmemente que si las mujeres fueran conscientes del riesgo de cáncer de pulmón que tienen fumando, evitaríamos muchos casos, pero en nuestra sociedad se sigue viendo como una enfermedad masculina y por tanto las mujeres fumadoras no son plenamente conscientes de su  riesgo.

La sanidad en España está en un alto nivel ¿pero los tratamientos y fármacos para esta enfermedad están al alcance de todos?

La sanidad en España es pública y universal, y el acceso a los fármacos indicados y autorizados tiene que  ser igual en toda nuestra geografía. Sin embargo, en determinados entornos estamos asistiendo a retrasos en la incorporación de algunos medicamentos de alto impacto económico. Esto es  fruto de la complejidad de nuestro sistema sanitario  que permite la convivencia de directrices de ámbito nacional (MSSSI), regional (comunidades autónomas) y local (hospitales). Esta inequidad en el acceso ha sido y es caballo de batalla permanente para SEOM, ya que entendemos que de acuerdo a nuestra ley y Constitución el acceso debe ser en igualdad de condiciones y tiempo para todos los pacientes. Por otro lado, existe un debate internacional cada vez mayor en relación al valor de los avances en salud para la población, el precio de la innovación y el coste de los medicamentos.  Pediría a la administración sanitaria que se discutiera la necesidad de implementar una estrategia de cribado en la población de riesgo. Disponemos de una técnica radiológica que disminuye un 20% la mortalidad por cáncer de pulmón y un 6% la general, y por tanto hemos de discutir cómo y cuándo implementarlo en nuestro entorno. Creo además que si el Ministerio de Sanidad aprueba un fármaco, la decisión ha de ser vinculante y debe garantizarse el acceso a cualquier paciente cuyo médico lo prescriba para la situación en que ha sido aprobado. Es decir, debe velar por la equidad en el acceso. En el caso del cáncer de pulmón, es muy importante también asegurar que los marcadores moleculares que permiten seleccionar un tratamiento están disponibles para todos los pacientes en condiciones de igualdad y con calidad contrastada.

La medicina personalizada va adquiriendo más relevancia, y también en el estudio y tratamiento del cáncer y con muy buenos resultados,  ¿piensa que es el mejor camino?

Sí lo creo, la oncología personalizada se basa en la realización de un diagnóstico preciso que considera las particulares características de cada uno de nuestros pacientes (clínicas, patológicas y moleculares) para diseñar el tratamiento más activo. Se trata pues de una estrategia que resulta más racional, que ha demostrado ser más eficaz y que supone una optimización del tratamiento.

La investigación es fundamental para el conocimiento y tratamiento de la enfermedad. ¿Qué avances clave destacaría y cuáles serían necesarios?

Yo destacaría como línea de investigación fundamental el mejor conocimiento de las bases moleculares de esta enfermedad. Esto nos ha permitido implementar estrategias diagnósticas más precisas con biomarcadores que nos permiten seleccionar el mejor tratamiento para algunos subgrupos de  pacientes con enfermedad avanzada. También son muy  prometedores los resultados de la inmunoterapia aunque de momento está aún en fase de investigación dentro de ensayos clínicos. Por otro lado, sería clave diagnosticar a los pacientes en fases más tempranas donde las opciones de curación son mayores. Hasta ahora los esfuerzos se han centrado en demostrar la eficacia del cribado utilizando TAC de baja radiación en pacientes de alto riesgo.

¿Qué recomendaciones daría a los pacientes y a sus familiares?

Sin duda, a los pacientes les transmitiría un mensaje de esperanza. En los últimos años hemos asistido a cambios vertiginosos en las expectativas de tratamiento de determinados subgrupos de pacientes que nos permiten vislumbrar un camino mucho más optimista para muchos otros. Insistiría también en que hicieran visible esta enfermedad. Durante mucho tiempo el estigma asociado al tabaquismo “he fumado, por tanto es culpa mía” ha limitado la visibilidad de esta enfermedad, lo que también conlleva menos inversión en investigación. A los familiares de los pacientes y a la población en general les recomendaría hábitos de vida saludables incluyendo en primer lugar no fumar o dejar de fumar cuanto antes. Por otro lado, el apoyo emocional a los pacientes es importante y más en esta enfermedad que, como he mencionado antes, arrastra en ocasiones un estigma. Creo también que es clave  la sensibilidad social hacia el cáncer de pulmón. Es indudable que el apoyo ciudadano ayuda a definir políticas de investigación y está claro que cuanta mayor inversión haya, más rápidos resultados tendremos. Buenos ejemplos de ello han sido la lucha contra el cáncer de mama (cuya tasa de supervivencia a cinco años está en el 80% frente al 15% del cáncer de pulmón) o el SIDA.

La percepción social del cáncer está cambiando aunque todavía queda mucho camino por recorrer. La SEOM lleva muchos años trabajando en la no estigmatización de la palabra cáncer, normalización a la que han contribuido en gran medida las asociaciones de pacientes oncológicos con las que la SEOM mantiene una estrecha colaboración; más concretamente apoya a la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón (AEACAP). Estamos dispuestos a trabajar conjuntamente con la AEACAP compartiendo el objetivo de mejorar la calidad de vida de las pacientes con cáncer de pulmón y de sus familiares.

 

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