El cáncer de mama afecta a más de 27.000 personas cada año. Se trata del segundo tumor más diagnosticado en el mundo y el cuarto en nuestro país si hablamos de ambos sexos. Si solo se trata de las mujeres, es el tumor más diagnosticado en España.

Cada paso cuenta

Como bien decía en 2013 la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), «en oncología cada AVANCE se escribe con MAYÚSCULAS». ¿Que significa? Pues que cada 1% de mejora con un avance en el tratamiento del cáncer de mama hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad o puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada una de esas mujeres tiene nombre y apellidos. Y cada uno de esos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 70 y la actualidad.

Menos mortalidad 

Gracias a la detección precoz, a las campañas de sensibilización, la mortalidad ha ido descendiendo. En 2014 fallecieron 6.213 mujeres por cáncer siendo la edad media de defunción 70 años.  A principios de los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. En la actualidad la cifra se aproxima a casi un 90%. Este beneficio no se ha alcanzado repentinamente.

Progreso de la medicina

En los años 70 se obtuvieron los primeros resultados de los estudios que demostraban el beneficio de la quimioterapia administrada tras la cirugía. También por aquella época se demuestra el éxito del tamoxifeno como tratamiento hormonal para el cáncer avanzado de mama, que poco después se comenzó a emplear en estadios precoces de la enfermedad.

En la década de los 80, una nueva quimioterapia, las “antraciclinas” mejoraba los resultados obtenidos con esquemas previos, y no fue hasta finales de los años 90 cuando los taxanos aumentaron aún más los beneficios de las antraciclinas.

Ejemplo de estos avances 

La SEOM nos da este ejemplo.  A comienzos de los años 2000, más de 4.000 mujeres españolas participaron en varios ensayos clínicos del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM). Se demostró que añadir un taxano  a la quimioterapia que hasta entonces se consideraba estándar conseguía que recayeran de la enfermedad un 6% menos de mujeres. Hoy, los taxanos, sólo en España evitan más de 500 recaídas al año. La incorporación de nuevos tratamientos hormonales a comienzos del siglo XXI mejoró los resultados del tamoxifeno.

Heterogeneidad del cáncer de mama

El cáncer no es una sola enfermedad.  Se trata de una enfermedad con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos. El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama HER2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.

Asociaciones de fármacos 

En este sentido, las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab. La asociación de un segundo anticuerpo –pertuzumab- al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico). También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos.

En las pacientes con enfermedad “hormonosensible” también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos como la hormonoterapia, mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente palbociclib y ribociclib son los ejemplos más relevantes.

Cirugías conservadoras y menos intervenciones 

En estas tres décadas otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila. De esta manera se  evita complicaciones y mejora la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama.

Cada uno de estos pasos suponía una mejora de un 2 o 3% en la tasa de recaídas, algo que podría ser considerado irrelevante. Sin embargo, con más de 27.000 casos al año de cáncer de mama en España, cada 1% de mejora con un avance en el tratamiento del cáncer de mama hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad y puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada una de esas mujeres tiene nombre y apellidos. Y cada uno de esos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 70 y la actualidad.

 

 

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