Si estás ayudando a un ser querido que recibe tratamiento para el cáncer, es posible que se refieran a ti como «el cuidador».

El tipo de apoyo que prestes como cuidador dependerá de tu propia situación personal. En general, los cuidadores desempeñan un papel fundamental en el bienestar físico y emocional de las personas con cáncer. Sus tareas pueden abarcar desde acompañar al paciente a las consultas médicas, hasta el apoyo en las tareas cotidianas o, simplemente, escuchar sus temores e inquietudes.

Algunas personas no se ven a sí mismas como cuidadores porque sienten que están haciendo algo natural: cuidar de un ser querido. Los cuidadores son, casi siempre, familiares o amigos del paciente. No obstante, en algunos casos, también pueden tratarse de compañeros de trabajo o vecinos.

La decisión de convertirse en un cuidador no es sencilla; puede afectar notablemente al cuidador y al ser querido y por eso es importante que haya otras fuentes de ayuda y apoyo.

CÓMO PRESTAR AYUDA PRÁCTICA A UN SER QUERIDO

Cuando una persona tiene cáncer, el cansancio físico y afectivo puede hacer que incluso las tareas básicas supongan un problema. Los cuidadores a menudo ayudan a sus seres queridos ocupándose de algunas de sus actividades cotidianas, como las tareas domésticas, las comidas o los asuntos económicos y profesionales.

Ayudar en las tareas domésticas

El cáncer puede afectar a la capacidad de tu ser querido para realizar las labores domésticas, como cocinar, limpiar, hacer la compra o cuidar el jardín. Encargarse de estas tareas puede levarte mucho tiempo. Será complicado si además intentas mantener tus propios compromisos. Por eso, es importante establecer prioridades. Si las obligaciones empiezan a superarte, pide ayuda a familiares y amigos para algunas tareas concretas: lavado de ropa, preparación de comidas, atención de otros familiares, etc.

Comer y beber

Los pacientes con cáncer que reciben tratamiento de quimioterapia pueden sufrir alteraciones del apetito y del sabor, o pueden tener náuseas en algunas ocasiones. En estos casos, será difícil que coman bien. Para ayudar a tu ser querido a superar estos problemas, procura preparar comidas menos abundantes y más frecuentes; intenta hacer comidas que le aporten toda la energía posible o facilítale alguna bebida rica en calorías.

Ocuparse de la economía

Puede que tengas que ayudar a tu ser querido con la economía doméstica o incluso gestionarla totalmente. En este caso, será importante buscar asesoramiento, pues el cáncer puede ser muy costoso tanto para ti, como para tu ser querido. Los costes adicionales, como los generados por los desplazamientos, o la reducción de tus ingresos debido a tu función como cuidador, pueden tener repercusiones. Así que analiza esta cuestión lo antes posible para conseguir la ayuda que necesitas.

Consejo importante: prepara una lista de las cosas más importantes que tienes que hacer. Una lista te ayudará a priorizar las tareas y a identificar si tienes demasiadas obligaciones. Además, cuando alguien te ofrezca ayuda, sabás inmediatamente qué puedes pedirle.

CÓMO AYUDAR CON LAS CUESTIONES MÉDICAS

Los tratamientos contra el cáncer pueden ser muy complejos y estar llenos de tecnicismos y de instrucciones complicadas. Es posible que tu ser querido desee ayuda a la hora de decidir entre sus opciones de tratamiento o quizá te necesite para ayudarle a comprender y a recordar las instrucciones del médico.

No te preocupes; nadie espera que te conviertas en un experto médico de la noche a la mañana. Obtener información fiable en un formato apropiado para ti, es una forma muy buena de sentir que tienes más control de la situación. Te ayudará a prever y planificar algunas de las dificultades que podríais tener que afrontar tanto tú como tu ser querido.

Recuerda que su equipo médico está para ayudarle y explicarle todo lo que no entienda.

Consejo importante: recuerda quién tiene el control. Cuando empieces a adaptarte a tu función como cuidador, procura no tomar decisiones importantes sin consultar antes a tu ser querido. Tendrás que tranquilizarle y asegurarle que, aunque está ahí para ayudarle, es él quien sigue teniendo el control.

He aquí algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu ser querido con los aspectos médicos de su asistencia:

  • Acompaña a tu ser querido a las consultas médicas– puede resultarle de ayuda contar con otra persona que escuche y anote toda la información. También le proporcionará el apoyo emocional que tanto necesita.
  • Mantente informado– consulta sobre el diagnóstico y las opciones de tratamiento y sobre todo lo que significa todo ello. Entonces podrás hacer las preguntas apropiadas y prepararte para las dificultades que podríais tener que afrontar.
  • Pregunta sobre instrucciones especiales– quizá te resulte útil preguntar al médico o a la enfermera sobre los posibles efectos secundarios a los que deberás estar atento y sobre el modo de tratarlos, o averiguar si tu ser querido tiene que seguir una dieta especial.
  • Averigüa con quién debes ponerte en contacto si necesitas más información.
  • Conserva la información y los documentos importante– Guarda en un mismo sitio todos los informes médicos, las consultas médicas (y lo que se trató en ellas), los detalles de la medicación y toda la demás información relacionada. Nadie puede esperar que te acuerdes de todo.

CÓMO APOYAR EMOCIONALMENTE A UN SER QUERIDO

Pasar por un cáncer y por su tratamiento es algo muy delicado. Verás que tu ser querido experimenta muchas emociones distintas, lo que puede resultar angustioso para ambos. Es importante recordar que aunque no puedes solucionar esta situación, sí puedes ofrecer tu apoyo.

Hay varias cosas que puedes hacer para apoyar emocionalmente a tu ser querido durante estos difíciles momentos.

  • Escúchale– Cuando una persona se encuentra con un bajo estado de ánimo, es natural querer ayudarla enseguida o decirle que todo irá bien. En ocasiones, puede ser mucho más útil limitarse a escuchar en silencio y dejar que el ser querido hable sobre sus sentimientos y sus preocupaciones.
  • Piensa en lo que os sirvió de ayuda a ambos en el pasado– ¿Os habéis ayudado mutuamente a superar tiempos difíciles con anterioridad? ¿Observaste efectos positivos cuando compartisteis un tiempo de ocio juntos? ¿O quizá preferisteis hablar? Haced lo que os parezca mejor.
  • Apoya sus decisiones relativas al tratamiento– Aunque probablemente desempeñarás un papel importante a la hora de ayudar a tu ser querido a tomar decisiones terapéuticas, la decisión final depende de él. No siempre será fácil, pero tendrás que aceptarlo.
  • Busca grupos de apoyo en su zona– Pueden brindar a tu ser querido la oportunidad de hablar con personas que estén en una situación similar a la suya.

http://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/Como_cuidar_a_un_ser_querido-web.pdf

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