Cancer

Gracias a la investigación científica se ha logrado una mayor comprensión de las bases biológicas de enfermedades tales como el cáncer, la diabetes, la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide. Este conocimiento ha permitido desarrollar tratamientos dirigidos a modificar mecanismos muy concretos que se encuentran alterados en el funcionamiento de las células humanas y que provocan la enfermedad.

Este tipo de tratamientos dirigidos de forma específica a las células, son los fármacos o medicamentos biológicos, llamados así porque no son sintetizados mediante un proceso químico.

La ventaja de estos tratamientos dirigidos es que puede provocar menos daños a las células sanas que los tratamientos tradicionales. El inconveniente es que probablemente solo son efectivos en las personas que sufran una alteración en una proteína determinada o en el mecanismo específico al que está dirigido el tratamiento.

Los medicamentos biológicos funcionan de manera similar a las proteínas naturales que produce el organismo. Por ejemplo, los anticuerpos naturales reconocen y se unen a las proteínas de los virus que son extrañas para nuestro propio organismo y a las bacterias provocando su destrucción y ayudando así a protegernos de las infecciones.

Los anticuerpos monoclonales que se emplean como terapia contra el cáncer, están diseñados para unirse a una proteína de las células cancerosas. Cuando el anticuerpo monoclonal se une a la célula, envía señales al sistema inmunitario para que la destruya.

La manera tradicional de fabricar un medicamento es mediante síntesis química de un compuesto. Los medicamentos biológicos difieren de esta forma tradicional de elaboración, ya que se fabrican empleando organismos vivos utilizando para ello tipos concretos de células (llamadas líneas celulares). El resultado es que los medicamentos biológicos actúan sobre los procesos naturales del organismo, por ejemplo, el mecanismo de defensa cuyo responsable es el sistema inmunitario.

Más información en: Medicamentos biológicos y biosimilares. Guía breve para el paciente.

 

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