resección endoscópica

La resección endoscópica es una novedosa técnica que permite reducir el riesgo de recaída de pólipos de gran tamaño. El cáncer de colon es uno de los tumores de mayor incidencia en nuestro país; sin embargo, se puede prevenir gracias a una detección precoz de los pólipos avanzados o del cáncer en fase precoz. Gracias a esta técnica de resección endoscópica, «se puede evitar una cirugía que conlleva quitar una parte del colon, que hasta ahora era la práctica habitual con las técnicas tradicionales de abordaje”, indica el doctor Herreros de Tejada, del Servicio de Gastroenterología de MD Anderson Cancer Center Madrid. Una vez extraídas las lesiones, se pueden analizar de forma completa, al obtenerse de forma entera la lesión extirpada.

Sin embargo, al tratarse de una técnica de alta complejidad, exige un entrenamiento previo intensivo por lo que, en la actualidad, solo cerca de 10 centros en toda España la emplean de forma habitual en el tratamiento de sus pacientes.

La técnica está especialmente indicada para pólipos planos de gran tamaño, “en los que se debe conseguir la extirpación en bloque por dos motivos fundamentales: bien porque exista el riesgo de presentar un foco de cáncer superficial, bien porque se den situaciones en las que sea difícil quitar los pólipos mediante técnicas estándar en fragmentos”, precisa el especialista de MD Anderson Madrid.

La detección en fases tempranas es clave para lograr un pronostico favorable  

Ante la posibilidad de lograr un pronóstico favorable de la enfermedad gracias a los tratamientos disponibles, los profesionales sanitarios insisten en la concienciación social sobre este tumor para propiciar la detección de las posibles lesiones en sus fases iniciales, para lo que es fundamental realizarse las pruebas de cribado recomendadas según la edad y acudir al especialista médico ante cualquier síntoma de alarma: sangrado rectal, cambio en el ritmo de las deposiciones o anemia persistente.

El cáncer de colon es el tumor maligno de mayor incidencia en nuestro país, con un diagnóstico superior a los 32.000 nuevos casos al año. Sin embargo, frente a sus altas cifras de incidencia, los especialistas insisten en que es uno de los más fáciles de prevenir y con mejor pronóstico gracias, en gran medida, a las medidas de cribado (detección) de los pólipos avanzados o del cáncer en fase precoz, así como a las nuevas técnicas endoscópicas para su extirpación/resección, con una tasa de éxito por encima del 90%. Afecta de igual manera a hombres y mujeres, con una mayor incidencia a partir de los 50 años, en personas con antecedentes familiares de cáncer de colon y en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulceraosa, enfermedad de Crohn). En general, la mayoría de los casos comienzan como un pequeño pólipo -una mancha no cancerosa en la pared del intestino- que tarda entre 10 y 15 años en desarrollarse completamente hasta ser un cáncer invasivo. Aproximadamente, el grupo de población por encima de los 50 años presenta en la mitad de los casos pólipos colónicos, en la mayoría de los casos, sin síntomas aparentes. Según las estadísticas, solo entre un 5% y un 10% de los pólipos totales se malignizarán; el problema radica en no saber cuales de ellos lo harán, y por tanto, se recomienda la extirpación preventiva de todos.

Aunque generalmente, el cáncer de colon no produce síntomas en sus fases iniciales, a medida que aumenta de tamaño y comienza a invadir la pared intestinal pueden producir sangrado, cambio en el ritmo de las deposiciones, anemia, o en casos extremos, obstrucción intestinal.

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