Día Mundial del Cáncer. Dr.Josep Tabernero Créditos IOB

Día Mundial del Cáncer. Dr.Josep Tabernero Créditos IOB

    Créditos IOB

Presentar al Dr. Josep Tabernero no es una tarea sencilla porque es uno de los grandes médicos que tenemos en el mundo de la oncología española. Director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y Responsable de la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer en el Hospital Vall d’Hebron, Director Médico, IOB Institute of Oncology, expresidente electo y miembro de ESMO (European Society for Medical Oncology), su especialidad son los tumores gastrointestinales. He tenido el gran placer de poder charlar con él sobre temas de los que no suele hablar. 

Por Valérie Dana Fotos IOB

Los oncólogos me impresionan; siempre ha sido así. Les tengo un respeto inmenso porque su trabajo es de admirar. Nada más empezar la entrevista, el Dr. Tabernero me pide que le tutee y se muestra muy cercano y agradable. Como la mayoría de los oncólogos que conozco…

4 de febrero: una fecha que se celebra en el mundo entero por ser el Día Mundial contra el Cáncer. ¿Qué significado tiene este día en concreto para las personas como tú que se dedican a investigar y a salvar vidas?

Es un día muy importante porque aumentamos el conocimiento de la enfermedad. Hemos luchado mucho en este entorno y en otros para que haya un reconocimiento de que esta enfermedad es importante, de que hay que hablar de ella. También que se puede prevenir en muchas ocasiones, en los 40 % de los casos. En los demás casos, con la investigación y el conocimiento que tenemos hoy en día, podemos diagnosticarla más precozmente y tratarla mucho mejor. Cada vez aumentamos más el porcentaje de curaciones y, cuando no puede ser, también aumenta el número de pacientes con la enfermedad cronificada y que son largos supervivientes. Es verdad que siguen falleciendo personas pero si miramos la situación, la mortalidad que es ahora en torno a un 55 %, era de un 70 % hace tan solo 15 años.

Hemos avanzando mucho

En el cáncer de mama ha habido muchísimos avances y la mortalidad es menor a un 10 % pero en otros tipos como en cáncer de páncreas o tumores cerebrales entre otros, la realidad es otra. 

El mensaje es positivo porque la mortalidad disminuye, en algunas enfermedades más que en otras, y vamos a conseguir empezar a disminuir la incidencia en mortalidad sobre el año 2030-2035, cuando todas estas maniobras que recomendamos a través del decálogo de salud para prevenir el cáncer ya tengan su efecto porque estarán más implementadas. Es muy importante hablar de la prevención y de lo que hay que hacer para tener una vida saludable porque y lo repito, el 40 % de los tumores pueden ser prevenibles. 

“Celebramos” días relacionados con la enfermedad pero cuando preguntamos, nos damos cuenta de que poco se sabe verdaderamente sobre el cáncer. Las cifras no paran de crecer. Sabemos que algunos tumores como decías se podrían evitar pero los comportamientos no se modifican. ¿Cómo analizarías esta situación? 

Debemos educar y hablar transparentemente. Los profesionales de la información sois nuestros mejores aliados en este sentido. Tener una vida saludable es bueno no solo para prevenir el cáncer sino para evitar muchas más enfermedades. Estos factores hay que difundirlos más. También hacer un replanteamiento sobre lo que se puede hacer para que la sociedad sea más consciente de eso. Debemos acercarnos más a las familias para hablar de sus hábitos y que se ayuden entre ellos para cumplir con estas rutinas beneficiosas para su salud. Si lo hacemos de forma individual, uno es consciente de lo que tiene que hacer pero luego, por pereza o por otras prioridades, lo abandona. Si en el entorno familiar hay una cierta competitividad, por decirlo de alguna forma, eso nos puede ayudar a cumplir con esta serie de medidas:

  • abstención de tabaco
  • disminuir el consumo de alcohol
  • dar mucha importancia a una dieta equilibrada, rica en fibra, pobre en grasas y en carne roja  
  • hacer ejercicio 
  • protegerse de los tóxicos ambientales -sobre todo la radiación solar pero también las demás radiaciones 
  • protegerse de la contaminación  
  • vacunarse porque sabemos que algunas enfermedades están relacionadas con infecciones víricas como la hepatitis 
  • hacer caso a las campañas de prevención, de screening como pueden ser las visitas al ginecólogo una vez al año para prevenir los tumores ginecológicos, las mamografías para el cáncer de mama, el test de sangre oculta en heces para prevenir el cáncer de colon y recto, etc.

Estas medidas están en vigor en la cartera de servicios de muchos países incluso el nuestro pero luego el grado de cumplimiento por parte de la población no siempre es el más alto. Hay que acudir a estas convocatorios. 

Se dan a conocer resultados muy esperanzadores sobre el cáncer pero generalmente son ensayos que necesitan hacer sus pruebas a largo plazo. El resultado es que los pacientes no se lo creen y ante todo no se sienten concernidos porque no van a poder disfrutar de estos avances en su gran mayoría. ¿Cómo abordar la investigación sin crear desilusión en los pacientes y en sus familiares? ¿Crees que se comunica bien sobre el cáncer? 

Creo que se comunica bien pero, es verdad, deberíamos hacer todos un esfuerzo por alinear más las realidades con las expectativas para evitar generar desencuentros. Es primordial comunicar lo importante que son los avances en investigación pero a veces son muy básicos. Por ejenplo, en cuanto amecanismos por los cuales los tumores crecen y hacen metástasis. Eso no quiere decir que inmediatamente vayamos a tener tratamientos dirigidos a estos hallazgos y eso se debe explicar.

Cuando comunicamos una realidad más cercana a pacientes como puede ser un ensayo clínico que es positivo, que demuestra que un fármaco provoca una mejoría en un tumor determinado, también debemos dejar constancia de que el que se pueda tener acceso inmediato a este medicamento para todos los pacientes requiere un tiempo durante el cual las autoridades regulatorias evalúan los dosieres, la información y dan su visto bueno para su administración. En estas áreas tenemos que mejorar. 

¿Cómo llegaste a ser médico? ¿La oncología fue una evidencia? 

Me hice médico porque me gustaba; tenía mucha pasión por la medicina aunque no tuviera ningún familiar médico. Cuando acabé los estudios, me llamó mucho la atención el área del cáncer, que en aquel momento tenía un gran camino por descubrir. Empezaban a despuntar los avances en genómica, la proteómica en el cáncer y otras enfermedades. Me atrajo mucho porque se podían hacer prácticas esenciales muy buenas con enfermos, además, con mucho coraje. El paciente de cáncer tiene mucho coraje y ganas de luchar. Esta motivación fue un punto importante para mí en mi decisión a dedicarme a esta especialidad. 

¿Piensas que todos los médicos pueden ser buenos oncólogos? ¿Qué se necesita para ser un buen oncólogo? Porque es una especialidad muy dura…

Se necesita mucha comprensión hacia los pacientes. Como te decía,tienen mucho coraje. Es una especialidad en la cual hay mucho diálogo con la persona enferma, hay que entenderse bien. A la vez no se puede olvidar que es una materia en la cual los aspectos terapéuticos y diagnósticos cambian mucho y eso continuamente. No paramos de estudiar ni de investigar: son aspectos que a veces motivan algunos médicos que tienen esta visión de dar, por un lado, la mejor asistencia y, por otro, intentar que el conocimiento aumente y que seamos capaces de curar a más enfermos. Es un buen equilibrio en dos áreas importantes en medicina. 

¿Cómo debería ser el trato al paciente?

El trato siempre tiene que ser muy personalizado. Al paciente hay que escucharlo, hay que entender cuáles son sus realidades, sus expectativas de conocer los detalles de la enfermedad; además, es necesario tener tiempo para comprender la capacidad de asimilación de cada paciente y eso requiere más de una visita. Es muy importante buscar esta complicidad para que el paciente tenga una información precisa en cada momento y sea capaz de asimilar y enterarse de todo. Cuando conozco un paciente por primera vez necesito captar todo su contexto, y con qué detalles y qué temporalidad nosotros podemos darle una información correcta para que pueda tomar las decisiones para luchar de la menor manera posible contra la enfermedad. 

Estás de acuerdo con la afirmación de que el paciente está en el centro, como se nos dice a menudo? Existen equipos multidisciplinares desde el punto de vista médico, pero en pocos hospitales el paciente está rodeado desde el primer minuto por estos equipos y tiene que ir de un médico a otro para obtener información. 

Anteriormente la medicina no estaba tan centrada en el paciente sino más bien en los médicos… El cambio está allí. Hoy en día la medicina es mucho más multidisciplinar, es una realidad especialmente en el cáncer. Intentamos cada vez más que el paciente se sienta arropado por todos los profesionales, médicos, enfermeras y todo el personal sanitario. Son muchos los que trabajan para dar la mejor atención sanitaria. Las decisiones se toman consensuadas teniendo en cuenta también sus criterios. Eso va siendo una realidad aunque queda mucho por mejorar. Es importante también tener la versión del paciente y en muchas ocasiones la pedimos así como la de los patients advocates. Son los que nos pueden dar información de lo que ellos perciben que funciona bien o no.  

Tu especialidad son los tumores gastrointestinales. Cada año se diagnostican 62.000 nuevos casos en España. Como lo dijimos al comienzo de esta entrevista, la mitad de estos casos se podrían evitar siguiendo hábitos de vida saludables. ¿La clave es educar a los niños desde la infancia? Porque está claro que los adultos hacen oídos sordos. ¿Cuál es tu reacción frente a esta situación? ¿Es algo que te desespera?

Hay cosas que me desesperan como, por ejemplo, que la disminución del tabaquismo se estanque y que veamos que la incidencia en jóvenes está aumentando… La educación es fundamental en todos los ámbitos. En las escuelas, en el ámbito familiar, pero también en otros entornos como asociaciones deportivas, etc. Las personas hacen muchas cosas en numerosos sitios y en todos ellos deberíamos pensar hábitos de vida saludables. 

España tiene un nivel tanto de investigación como sanitario muy bueno. ¿Por qué siempre nos parece que lo que se hace fuera del país es más valioso?

Eso pasa en las mejores familias [Se ríe]. Forma parte del espíritu de autocrítica… Es una pena porque la investigación oncológica hecha en España está muy valorada internacionalmente, a pesar de que los recursos públicos son inferiores que en los demás países de nuestro entorno. La calidad del sistema sanitario, el hecho de que la población española sea muy generosa (donaciones de sangre y de órganos, participación en ensayos clínicos) hace que nuestro país esté muy bien representado en las estadísticas mundiales. La investigación en España es muy buena y sería todavía mejor si tuviéramos más financiación pública en I+D. 

¿Eso es un sueño que nunca se va a cumplir?

Espero que se cumpla. Soy soñador y, a veces, también intento ser pragmático. Creo que hay intenciones para que sea. Si se aumenta el presupuesto en investigación, eso quiere decir que se quitará de otra cosa y  anadie le gusta disminuirlo pero por lo menos es un tema de debate, se discute encima de la mesa y es una buena señal. 

Según las comunidades, las diferencias de acceso a ciertos tratamientos pueden llegar a ser abismales. ¿Qué piensas de esta situación como hombre pero también como médico? ¿Crees que existe una forma para evitar tales diferencias? 

Puede haber diferencias, sí, pero tampoco diría que son abismales. Hay medicamentos que pueden ser más o menos asequibles en una comunidad en un tiempo determinado. Es un tema sobre el que la sociedad que presidí durante dos años, la ESMO, ha hecho mucho hincapié para que el mayor número de pacientes a nivel mundial tengan el mejor acceso a los fármacos y a otras oportunidades de tratamientos (porque no todo es el fármaco) y eso de forma sostenible. Hay muchas acciones tanto a nivel internacional como a nivel nacional para trabajar en esto y conseguir que realmente hagamos lo posible para que el tratamiento, cuando está demostrado que es eficaz, pueda trasladarse a un rápido acceso para los pacientes. Eso incluye sistema de reembolso de medicamentos que sean apropiados al nivel económico del país. 

¿Hay novedades en tu especialidad? 

En tumores gastrointestinales han habido avances. Por ejemplo, en cáncer de colon hemos determinado un subgrupo pequeño de pacientes, un 8 %, que tiene una interacción muy reconocida que es la mutación de un gen llamado BRAF; hoy en día se ha demostrado que existe un tratamiento determinado que es específico para este subgrupo. Lo mismo nos ha pasado en cáncer de páncreas. Un subgrupo de en torno al 25  % de pacientes posee una alteración de lo que se llama los genes reparadores de DNA. Se ha visto que hay un tratamiento efectivo para ellos. 

También estamos empezando a aplicar de forma más amplia la biopsia líquida para diagnosticar mejor las alteraciones genéticas de la enfermedad. En algunos tumores, estamos introduciendo la inmunoterapia cuando sabemos que puede funcionar y ser un tratamiento efectivo. Avances hay. Me gustaría que hubiera más. Estamos investigando mucho precisamente para que algunas de estas enfermedades con pronósticos complicados como el cáncer de páncreas, cada vez tengan un diagnóstico más precoz y podamos tener realmente un mayor porcentaje de enfermos que sobreviven a la enfermedad. 

 

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