A todos nos toca afrontar experiencias difíciles en algún momento de nuestra vida, pero no todos lo hacemos de la misma manera. Algunas personas se sienten incapaces de superar situaciones adversas mientras que otras pueden ver las oportunidades que se presentan en ellas. No es fácil, por eso queremos ayudarte a intentar afrontar las situaciones complicadas de la vida de una forma más adaptativa.
- Busca apoyo en tu entorno y cuida tus relaciones afectivas. Las relaciones sociales (familia, amigos, compañeros, etc.) son parte indispensable de nuestra vida y son de gran ayuda ante situaciones difíciles. Por tanto, rodéate de tus seres queridos.
- Trata de mantener un pensamiento positivo. Ante un suceso desagradable, lo habitual y más natural es “venirse abajo”. Necesitaremos tiempo para afrontar las situaciones. Pero una vez pasado este tiempo nos daremos cuenta de que no ayuda encerrarse en la pena y en el sufrimiento.
- Cuenta lo que te pasa. Todos necesitamos contar lo que nos ocurre, poner en palabras lo que sentimos. No hace falta que le contemos nuestros problemas a todo el mundo. Tendremos que seleccionar muy bien aquellas personas que más y mejor nos pueden ayudar. Los profesionales sanitarios pueden ser un gran recurso de ayuda si los cambios en tus prioridades te preocupan mucho o si tienes problemas.
- Aprende sobre tus fortalezas. Una situación difícil nos ofrece la ocasión para aprender un poco más sobre nosotros mismos y descubrir que somos más capaces de manejar situaciones adversas de lo que pensábamos.
- Siente que puedes controlar tu vida o tus circunstancias. Es obvio que no podemos controlar todo lo que nos puede suceder pero sentir que tenemos un cierto control sobre nuestras vidas, ser optimista y creer que muchas cosas dependen de nosotros aumenta nuestra confianza y nuestra autoestima.
- Cuídate. Trata de cuidar tu estado físico y mental. Cuida tu alimentación, el sueño y descanso, practica ejercicio físico,… todo aquello que te ayude a sentirte mejor física y psicológicamente.
- Vive el presente. Céntrate en el día a día, en el paso de hoy. Si piensas continuamente en lo que puede pasar en el futuro, te pierdes el presente. Trata de poner todos tus sentidos en el aquí y ahora, sin dejar de lado los sueños y los proyectos.
- Actúa. Cada pequeño paso cuenta. Lo importante es ir avanzando a nuestro ritmo y estar activo.
- Reflexiona sobre cómo es tu vida ahora, si lo que haces te lleva hacia donde quieres ir. Piensa que la felicidad es en relación a cómo somos, no a cómo estamos.
- Y lo más importante… ¡sigue viviendo! Has sufrido una situación difícil… pero aún te quedan muchas cosas por vivir y por disfrutar. Relaciónate con los que te quieren, mantén tus aficiones, aprende cosas nuevas y utiliza tu tiempo en realizar actividades agradables.
A pesar de lo que creas, tienes la ocasión de levantarte y seguir adelante. No lo dudes.
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