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De izquierda a derecha: Dr. Joan Albanell, Dr. Miguel Martín y Dra. Ana Lluch.

No es un tratamiento más. Es una nueva forma de combatir el cáncer. Se trata del primer anticuerpo conjugado. Trastuzumab-Emtansina, también conocido como T-DM1 o Kadcyla®, constituye una de las grandes innovaciones terapéuticas en el ámbito de la oncología: su desarrollo ha hecho posible por primera vez que un anticuerpo monoclonal (Herceptin®) añada a su propia actividad selectiva (bloquear el receptor HER2) la posibilidad de trasladar en su interior una potente quimioterapia (DM1) que es entre 24 y 270 veces más potente que la quimioterapia convencional. Son dos moléculas en un solo medicamento gracias al diseño de un enlace estable que hace posible que el anticuerpo no libere la quimioterapia hasta no haber alcanzado la célula tumoral, un viaje seguro que evita así dañar el tejido sano; de ahí que, por ejemplo, una de las ventajas de Kadcyla® en cáncer de mama sea que, a diferencia de otras quimioterapias, no provoque la caída del cabello.

Un año y medio después de su aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad acaba de autorizar la financiación del uso de Kadcyla®. El nuevo fármaco está indicado, como agente único, para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de mama HER2 positivo localmente avanzado irresecable o metastásico, que han recibido previamente Trastuzumab y un taxano, por separado o en combinación. En la indicación autorizada se detalla igualmente que estos pacientes deben haber recibido tratamiento previo para la enfermedad localmente avanzada, o metastásica, o bien, haber manifestado recurrencia de la enfermedad durante el tratamiento adyuvante (posterior a cirugía), o en los seis meses siguientes a su finalización.

Como indica el doctor Miguel Martín, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente del Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama, “con este anticuerpo conjugado se hace realidad en la práctica clínica contra el cáncer conceptos como ‘bala mágica’ o ‘caballo de Troya’ en el sentido de que aplicamos un tratamiento que actúa solo allí donde debe actuar y además oculta en su interior un armamento potente que únicamente se desvela en el interior de las células tumorales. Ganamos en especificidad: ahora más que nunca, con las opciones de que disponemos, atacamos exclusivamente las células enfermas y no al organismo que las contiene. Esto se traduce en que podemos controlar la enfermedad durante más tiempo, eludiendo muchos de los efectos secundarios de la quimioterapia clásica, y además aumentar la supervivencia global de las pacientes”.

Con Kadcyla®, añade el presidente de Geicam, “damos un paso más hacia la cronicidad” en cáncer de mama HER2 positivo en fase metastásica. “Pacientes que hace no mucho tiempo vivían un año o año y medio ahora consiguen vivir una media de cinco años. Con el anticuerpo conjugado disponemos de una oportunidad más para seguir ampliando esa cifra”, apostilla.

La doctora Ana Lluch, jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia, aclara que “si bien hay terapias eficaces para tratar en primera línea un cáncer de mama metastásico, lo cierto es que al cabo del tiempo estas pacientes dejan de ser sensibles a la medicación. Nos encontramos entonces con una necesidad médica no cubierta; de ahí la importancia de disponer de T-DM1 para continuar, en estos casos, controlando la enfermedad”. 

Enlace estable

Su innovador diseño permite aumentar la eficacia y al mismo tiempo reducir la toxicidad, lo que supone mayor supervivencia global para pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo, cuya enfermedad haya progresado tras un tratamiento basado en Trastuzumab más quimioterapia (sobre todo Taxanos).  Esta innovación ha sido posible gracias al éxito obtenido con el ‘linker’ o enlace estable a partir del cual la quimioterapia que contiene el anticuerpo no se libera hasta que alcanza la célula tumoral. Eso es realmente revolucionario porque cualquier debilidad en este aspecto desactivaría el potencial del fármaco, como ha pasado en algún intento previo que la agencia americana del medicamento tuvo que retirar.

En este sentido, el doctor Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología del Hospital del Mar de Barcelona. “La tecnología que permite llevar la quimioterapia hasta el interior de la célula tumoral es muy compleja y lleva detrás mucha investigación. Sin ella no sería posible que anticuerpo y quimioterapia se mantuvieran unidos, sin riesgo para la paciente, desde la misma infusión del tratamiento hasta su paso por la circulación de la sangre camino de la célula tumoral HER2 positiva y su entrada en la misma. Solo en el interior de la célula se separa la quimioterapia del anticuerpo. Tenemos así todas las ventajas de la quimioterapia, pero sin su toxicidad tradicional, a lo que tenemos que añadir las ventajas propias del anticuerpo Trastuzumab. En ese sentido, Kadcyla® es un paradigma de una manera nueva de combatir la enfermedad, ejemplo para futuras familias terapéuticas. Un avance sin precedentes y un camino a seguir”, explica.

 

Calidad de vida

En pacientes con metástasis, explica la doctora Lluch, la calidad de vida es siempre una prioridad. “Utilizamos tratamientos eficaces que detengan la progresión de la enfermedad y aumenten la supervivencia pero al mismo tiempo buscamos que estas mujeres puedan llevar una vida lo más normal posible. De ahí la importancia de contar con fármacos bien tolerados como este anticuerpo conjugado”, comenta la doctora Lluch.

Ganar meses de vida con calidad y bienestar para las pacientes es un objetivo clave”, afirma el doctor Albanell, “porque supone darles tiempo en buenas condiciones, de modo que puedan hacer cosas que realmente desean y que en otras circunstancias, con mayor toxicidad de la pauta, no podrían hacer”, añade este experto.

Hay ventajas del anticuerpo conjugado que aunque puedan parecer menores, como el hecho de no perder el pelo, “no lo son en absoluto”, opina el doctor Martín, “porque esta circunstancia afecta a su estado anímico y, en consecuencia, a su calidad de vida. Es bueno para las pacientes poder ofrecer un tratamiento que no solo no trastoca su imagen personal, sino que además produce poca toxicidad y no causa vómitos y náuseas”.

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