Testimonio: La donación de médula me ha salvado

Hola amigas de LVR:

Os escribo porque he leído en vuestra web que habían aumentado en la Comunidad los trasplantes de órganos y me he alegrado mucho. Animo a todos a continuar con la donación de órganos porque os aseguro que salva muchas vidas. 

En mi caso, así ha sido. Hace tres años, en abril de 2011, me diagnosticaron leucemia mieloide aguda y hoy estoy bien gracias a un trasplante de médula de un donante anónimo, al que desde aquí quiero dar las gracias. Me lo hicieron el 9 y 10 de noviembre de 2011 en el Hospital de Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), aunque  normalmente se hace en solo un día, en mi caso se precisaron dos. También aprovecho para agradecer su cariño y buen hacer a todo el equipo que me trata.

Todavía no puedo decir que estoy curada. Según la terminología médica, me encuentro «en proceso de remisión» y sigo con mis revisiones cada tres meses porque, de vez en cuando, todavía aparecen células mías, pero de momento todo va bien. La curación tendrá lugar cuando no aparezca ninguna célula mía «defectuosa» y se sustituya por las normales que genere a partir de este trasplante. 

Siempre he sido muy positiva, aunque he pasado por momentos muy duros, como os podéis imaginar. Mi hermana murió hace unos años de leucemia, pero en su caso era linfática crónica. La mía es diferente y sé que más agresiva. Por eso, después de una época bastante dura, ahora disfruto de la vida. Viajo, salgo a comer y cenar con amigos, voy al teatro… Mis vacaciones en Cádiz han sido estupendas y me lo he pasado genial. He disfrutado mucho del sol, la playa, el aire, los paisajes y un sinfín de cosas más, pero especialmente de mi hijo. Él ha sido mi principal motivación para sacar fuerzas de donde fuera y aguantar el duro tratamiento. 

Soy consciente de que, al igual que a muchas de vosotras, me toca vivir con el cáncer, pero en la medida de lo posible, debemos recuperar nuestra normalidad. No caer en el abatimiento ni en la depresión sino pelear cada día, aunque a veces tengamos pocas ganas, por seguir con nuestras rutinas.

Y no quiero despedirme sin recordar que la donación de  médula ósea supone un enorme regalo de vida para aquellas personas que, como yo, necesitan un trasplante de este tipo, pues les permitirán superar enfermedades tan graves como la mía, la leucemia.