Mosca

El IRB Barcelona y la Fundación BBVA reúnen a un selecto grupo de líderes científicos en la investigación del cáncer con la mosca de la fruta en el congreso “Drosophila como modelo en cáncer”, del 15 al 17 de junio en Barcelona.

Hoy, con la mosca, se estudian tipos específicos de tumores, desde leucemias a tumores cerebrales, y procesos complejos como la metástasis o la caquexia (debilidad muscular extrema) asociada a cáncer. Además, se han demostrado excelentes herramientas para realizar cribado de fármacos en vivo.

Entre los invitados figura Nobert Perrimon. Desde su laboratorio en Harvard se ha realizado en moscas uno de los mayores screenings de moléculas para buscar nuevos usos antitumorales a fármacos ya aprobados por la FDA norteamericana.

Destaca también la presencia en el congreso de Sam Jackson, del National Center for the Replacement, Refinement and Reduction of Animals in Research, organización británica que promueve y acredita el uso de modelos invertebrados, como Drosophila, para la investigación del cáncer.

El cáncer en moscas. Ejes principales de la investigación actual

1. Drosophila para estudiar tipos específicos de tumores humanos. Se generan moscas  que replican tumores intestinales, epiteliales, hematopoyéticos y de cerebro, que se comportan de forma muy similar a los cánceres humanos homólogos. En el laboratorio de la doctora Tin-Tin Su, en la Universidad de Colorado, han identificado en Drosophila compuestos antitumorales aplicables a los tumores que se tratan exclusivamente con radioterapia, aumentando la eficacia y reduciendo los efectos secundarios.

2. Drosophila para estudiar a fondo la biología del cáncer. Con ella se estudian las células madre tumorales, las metástasis –expansión de un tumor hacia otros órganos-, la caquexia -o pérdida de masa muscular asociada que es la causa de un tercio de las muertes de cáncer-, el papel del sistema inmune en el desarrollo del cáncer, la inflamación asociada a cáncer, el metabolismo del cáncer o la relación entre diabetes y cáncer.

3. Drosophila para cribar fármacos antitumorales. La mosca se ha demostrado un sistema válido para testar moléculas antitumorales en vivo. Al poder replicar tumores homólogos a los de los humanos, es una excelente herramienta para probar combinaciones de fármacos que reduzcan el tumor o alarguen la vida de la mosca. En 2014, el laboratorio de Norbert Perrimon, en Harvard, usando modelos de tumores intestinales de D. melanogaster realizó uno de los mayores screenings de moléculas aprobadas por la FDA para buscarles nuevos usos como antitumorales. A día de hoy, con estos y otros cribados, se han identificado en moscas centenares de moléculas cuya validez en vertebrados se está explorando.

4. Medicina personalizada del cáncer. En 2013, Ross Cagan creó junto a otros dos científicos, el Centro de Terapia Personalizada del Cáncer, asociado al hospital Mount Sinai, donde replican tumores de pacientes en moscas. A día de hoy, están reclutando pacientes con cáncer de colon y de tiroides para realizar un estudio clínico experimental. El proceso consiste en identificar los genes mutados promotores del tumor de un paciente determinado y crear moscas que expresan las mutaciones principales de ese tumor. El objetivo es doble: explorar hasta qué punto se puede emular el grado de complejidad de un tumor humano en mosca y a la vez proporcionar posibles terapias para el paciente.

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