El cáncer de pulmón se femeniza

 

«De aquellos polvos vienen estos lodos”… Lo que se identificaba como símbolo de modernidad y liberación de la mujer, el cigarrillo, se ha manifestado como la espita que ha abierto la sangría de casos de cáncer de pulmón en la población femenina. Si hasta los años 60 el cáncer de pulmón era desconocido en las mujeres, en los últimos 10 años, en España, las defunciones por esta enfermedad han aumentado en un 80%. En Europa, este año, incluso, causará más muertes que el cáncer de mama, situación que ya se da actualmente en Polonia y Reino Unido, según información facilitada por Boehringer Ingelheim.

Causa del incremento de mujeres que fuman

“La causa del incremento en la incidencia del cáncer de pulmón en mujeres está claramente relacionada con un aumento en el porcentaje de mujeres fumadoras”, apunta la Dra. Enriqueta Felip, jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Vall d ́Hebron y responsable de la Unidad de Tumores Torácicos del mismo hospital. Asimismo, es miembro de la junta directiva de ICAPEM (Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres). Actualmente, no está claramente establecido que las mujeres tengan una mayor predisposición a desarrollar un cáncer de pulmón que los hombres, porque hay algunas líneas de investigación que apoyan esta hipótesis y otras que no. Pero lo que sí está claro es que en estos momentos “el cáncer de pulmón en mujeres es un problema sanitario de una enorme magnitud”, afirma la Dra. Felip.

Los dos tipos de cáncer de pulmón

Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón: el de células pequeñas (microcítico) y el de células no pequeñas (no microcítico). El término “célula pequeña” se refiere al tamaño y la forma de las células cancerosas que se ven con el microscopio. Alrededor del 14% de los cánceres de pulmón son microcíticos. Esta tipología se da mayoritariamente en personas fumadoras y, por lo general, se disemina rápidamente en las primeras etapas de la enfermedad; es muy agresiva y suele tener mal pronóstico. El cáncer de pulmón mayoritario es el no microcítico, y su pronóstico y tratamiento dependen del estado de la enfermedad. Existen tres tipos: carcinoma escamoso o epidermoide, adenocarcinoma y carcinoma de células grandes.

Diferencias de género

El cáncer de pulmón no tiene el mismo efecto en hombres y mujeres. El riesgo, la respuesta al tratamiento y el pronóstico ante la enfermedad son distintos dependiendo del género. Según la Dra. Felip, “globalmente, las mujeres presentan un mejor pronóstico que los hombres y hay un porcentaje relevante de mujeres con cáncer de pulmón y mutación EGFR que presenta una gran sensibilidad a los inhibidores kinasa de EGFR”. Además, en general, ellas tienen mayor facilidad para tener determinados efectos adversos como náuseas y vómitos tras la quimioterapia. En mujeres, es más frecuente un diagnóstico en estadios más precoces y en población más joven. Y el tipo de tumor más común es adenocarcinoma y carcinoma microcítico.

Ante esta realidad, los médicos defienden que las líneas de investigación analicen estas diferencias de género. “Es importante conocer los rasgos distintivos, diferenciales de los tumores, para mejorar los resultados del tratamiento del cáncer de pulmón, tanto en hombres como en mujeres”.

Sentimiento de culpa

El 85% de las muertes por cáncer de pulmón está relacionado con el consumo de cigarrillos. Esta relación tan clara y directa con el tabaco hace que exista una gran estigmatización social en torno a la enfermedad. El perfil de paciente de cáncer de pulmón fumadora que se encuentra habitualmente es el de mujer joven, con hijos pequeños, que presenta cierto sentimiento de culpabilidad. “El tabaco es una adicción y desde luego no debe considerarse ningún estigma”, recalca la Dra. Felip. Y añade: “los pacientes con cáncer de pulmón deben recibir toda la ayuda posible para abandonar el hábito tabáquico”.

Se puede padecer cáncer de pulmón sin fumar 

A pesar de que el tabaco es el primer causante del cáncer de pulmón, tanto en hombres como en mujeres, no es el único. Un 40% de mujeres diagnosticadas no son fumadoras. Entre los factores de riesgo en personas no fumadoras está la exposición al radón, al asbesto (también llamado amianto y más conocido en España por su marca comercial, uralita) y la exposición pasiva al tabaco. En este sentido, “es necesario estudiar otros posibles factores de riesgo”, aclara la Dra. Felip. En Estados Unidos, por ejemplo, la exposición al radón es la segunda causa de cáncer de pulmón y causa principal entre los no fumadores. Otros elementos que pueden favorecer la aparición de esta enfermedad son los humos de cocina, especialmente importante en mujeres no fumadoras en países en desarrollo como China, la proximidad a industrias que emiten sustancias carcinógenas al medio ambiente y la contaminación ambiental.

Importancia de la dieta 

Otro factor de riesgo del cáncer de pulmón es la dieta, en concreto, la baja ingesta de fruta fresca y vegetales, la dieta pobre en vitamina A y la ingesta de alcohol. Aunque el componente genético en el cáncer de pulmón no es tan importante como en otros cánceres, tener un familiar de primer grado con cáncer de pulmón es un factor de riesgo, especialmente en mujeres, dado que ellas son más susceptibles a los efectos carcinógenos del humo de tabaco que los hombres, tal y como figura en la información facilitada por Boehringer Ingelheim.

Sin diagnóstico precoz

A diferencia de otros tumores como mama y colorrectal, para cáncer de pulmón no existe ningún programa de cribado para prevenirlo cuanto antes. “En estos momentos, se está analizando el papel del TC torácico de baja radiación en la detección precoz del cáncer de pulmón en personas fumadoras, aunque no hay recomendaciones claras de las sociedades científicas europeas”, comenta la Dra. Felip. En fases precoces de la enfermedad, el cáncer de pulmón no produce ningún tipo de síntomas o son muy inespecíficos y parecidos a los de algunas enfermedades benignas como un resfriado o una bronquitis. El diagnóstico en esta fase es generalmente accidental, y se suele detectar por pruebas efectuadas por otros problemas de salud, como una radiografía. En la mayoría de las ocasiones, el paciente no nota los primeros síntomas hasta que el tumor crece, ocupa espacio, o comienza a interferir con las estructuras cercanas.

Un cáncer que se suele detectar en estadio avanzado 

Debido al hecho de que los síntomas son tardíos (incluso pueden pasar años) y a que el paciente no acude al médico hasta que los nota, el cáncer de pulmón se diagnostica con frecuencia en etapas avanzadas. En opinión de la Dra. Felip, la inmunoterapia sí se presenta como una nueva estrategia activa y muy prometedora en el tratamiento de algunos pacientes con cáncer de pulmón. “Actualmente, numerosos estudios clínicos están analizando el papel de la inmunoterapia en el tratamiento de primera línea de los pacientes, y pretenden asimismo, de forma muy importante, definir factores predictivos para intentar determinar qué pacientes se beneficiarán de dichos tratamientos”, concluye esta especialista.

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