El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) ha elegido el lema «el cáncer nos marca de por vida» para conmemorar el Día Nacional del Superviviente de Cáncer, que se celebra el 7 de junio.
En esta ocasión, la campaña se ha realizado gracias a la colaboración de 18 pacientes de diferentes patologías, que han querido enseñar su cuerpo “tatuado” con el cáncer que les ha tocado afrontar. EL trabajo fotográfico ha sido realizado por Carlos y Luis del estudio fotográfico “Del Rey Carlos & Luis y Gil fotógrafos” y la realización de los tatuajes ha estado al cargo de los bodypainters Fernando y Alba de “Artmakerstudio” que permanecerá expuesto en el espacio “Utopcic_US” (C/ Colegiata, 9. Madrid) desde el día 7 al 19 de junio de 2015.
Actualmente existen en España alrededor de un millón y medio de supervivientes de cáncer, personas que necesitan reincorporarse a su vida cotidiana tras los tratamientos y que ven como la vuelta a la rutina está repleta de obstáculos.
El diagnóstico de un cáncer es un antes y un después en su vida ya que esta cambia radicalmente. La enfermedad les deja secuelas físicas, psicológicas, emocionales, sociales, laborales, necesidades difíciles de abordar y que en muchas ocasiones no están cubiertas. Por eso dicen que “el cáncer nos marca de por vida”. A los pacientes y a sus familiares, a sus amigos, todos los seres queridos que han convivido con el cáncer compartiendo cada etapa con ellos.
El cáncer marca la salud de las personas que padecen esta enfermedad, sujeta desde entonces a constantes revisiones, marca sus emociones, generándoles sentimientos contradictorios, muy intensos, sintiendo el miedo a la recaída e incluso soledad e incomprensión. Marca su manera de ver las cosas y a las personas que les rodean, cómo se relacionan y como aprovechan cada momento. Marca sus capacidades para volver a trabajar y por tanto, su economía. Marca su físico, con cicatrices que les recuerdan todo lo vivido.
Sí, el cáncer es una enfermedad que viene y no se va, porque siempre les recuerda que está o ha estado ahí. De ahí que en esta campaña se haga un símil entre el cáncer y un tatuaje. Ambos son para toda la vida y aunque los intentes borrar, dejan huella.
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