Catéter


El seguimiento que paute tu médico no será el único motivo de tus visitas periódicas al hospital. Una de las citas más frecuentes es la dedicada al cuidado y mantenimiento del catéter venoso central.

Tratamientos por vía intravenosa

La mayoría de los tratamientos quimioterápicos se administran por vía intravenosa, ya que muchos fármacos de esa clase pueden resultar dañinos para la piel y los tejidos subyacentes. Aplicarlos directamente en las venas permite que circulen más rápidamente por todo el organismo.

Tipos de catéter 

El más común es el port-a-cath o reservorio. Pero existen otros tipos, como el Hickman o el catéter central por vía periférica (PICC).

Catéter central por vía periférica (PICC)

Se introduce por una vena del brazo y llega a las proximidades del corazón. Una vez colocado, mediante un sencillo procedimiento no quirúrgico, puede permanecer insertado durante semanas o meses. Precisa cuidados de enfermería semanales para el adecuado mantenimiento. Los profesionales de enfermería limpiarán la zona de inserción y el área externa del catéter y cambiarán el apósito. Si el PICC está en reposo, hay que limpiar tanto la zona externa del catéter como la interna, y si es necesario, aplicar heparina, una sustancia que reduce la capacidad de coagulación de la sangre y evita la obstrucción del catéter.

Catéter venoso central canalizado (Hickman)

Se introduce en el tórax a través de una vena grande, para llegar a las zonas cercanas del corazón, y se dejan en el exterior varios accesos al catéter. Precisa cirugía, aunque de mínima envergadura, para su colocación, y puede permanecer insertado hasta doce meses, aproximadamente. Igual que el PICC, precisa cuidados de enfermería semanales para garantizar su buen funcionamiento. Si la zona en la que se inserta (el manguito de dacron) está curada y en el lugar correcto, no es necesario el uso de apósitos. En el caso de que no se vaya a a utilizar durante un tiempo prolongado, el personal de enfermería realizará un sellado con heparina, al menos una vez al mes, para evitar que se obstruya hasta su siguiente utilización.

Puerto implantable de acceso venoso (port-a-cath o reservorio)

Este dispositivo tiene una forma circular y se inserta debajo de la piel, en el pecho o en la parte superior del brazo, mediante una intervención quirúrgica. Para acceder a él es necesario atravesar la piel con una aguja, que se retira cuando ya no precisas tratamiento. De esta forma, queda completamente aislado del exterior del cuerpo. Del reservorio parte un catéter que desemboca en una vena central, cerca del corazón. Es el catéter venoso central que se asocia a menos infecciones y el más duradero. De hecho, puede permanecer insertado durante años y solo necesita cuidados mínimos de enfermería cada mes.

Administración de los fármacos 

En este sentido, la quimioterapia puede administrarse a través de una vena pequeña del brazo o de la mano, o bien a través de un catéter colocado en una vena de mayor tamaño del pecho, del cuello o del brazo. Esto es lo que se conoce como catéter venoso central (CVC) o dispositivo de acceso vascular. Gracias a estos dispositivos se reduce el desgaste de la piel y las venas durante los constantes pinchazos que requiere el tratamiento. Además, permiten también realizar extracciones de sangre cuando es necesario.

El CVC se coloca por debajo de la piel y tiene muchas ventajas durante el tratamiento, pero también es posible que tu especialista considere necesario que lo mantengas, incluso, varios años después de haber finalizado la terapia. Es estos casos, necesitarás un cuidado periódico específico por parte del equipo de enfermería del hospital, para garantizar su buen mantenimiento y evitar que se obstruya.

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