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Los resultados de dos ensayos clínicos que evaluaban dos estrategias terapéuticas diferentes para cáncer colorrectal metastásico han proporcionado a los clínicos la garantía necesaria de que las actuales opciones de tratamiento son válidas, además de confirmar que la caracterización molecular de estos tumores es fundamental, según los expertos reunidos en el Congreso Europeo de Oncología (ESMO 2014).

Los últimos resultados de los ensayos en fase III aleatorizados FIRE-3 y CALGB/SWOG 80405 se han presentado en el congreso ESMO 2014 en Madrid. Los ensayos evaluaban diferentes tratamientos en primera línea en cáncer colorrectal metastásico con versiones del gen RAS normales o nativas.

En concreto, compararon la adición a quimioterapia, bien del inhibidor del receptor de factor de crecimiento epidérmico (EGFR) cetuximab, o bien del inhibidor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) bevacizumab. 

“Sorprendentemente, el ensayo FIRE-3, de menor dimensión, mostró una clara ventaja en la supervivencia global al añadir el anticuerpo cetuximab a la quimioterapia FOLFIRI a pacientes con tumores con gen RAS nativo, pero este objetivo de supervivencia global era secundario en el ensayo. El índice de respuesta RECIST (siglas de Response Evaluation Criteria In Solid Tumors), que era el objetivo principal, y la supervivencia libre de progresión no mostraron ninguna diferencia entre los grupos”, ha explicado el Profesor Dirk Arnold, director del Departamento de Oncología Médica de Klinik für Tumorbiologie en Freiburg, Alemania.

Los autores del estudio FIRE-3 explican que una mejoría en la reducción de la carga tumoral, medida en parámetros como “reducción temprana del tumor” y “profundidad de la respuesta” (que se refiere a la disminución relativa del tumor en comparación con el diámetro tumoral inicial) explicarían las mejoras en la supervivencia global. 

“Sin embargo – asegura el Dr. Arnold- los resultados del amplio ensayo CALGB, que no consiguió demostrar una ventaja en la supervivencia global con cetuximab frente a bevacizumab, cuestionan esta teoría”.

En su opinión, los resultados sugieren que se necesitan más biomarcadores más allá del análisis de extensión del RAS para determinar cuál es la mejor estrategia de tratamiento en cáncer colorrectal metastásico.

“Ambos ensayos proporcionan un análisis de la cohorte de pacientes correctas, definidos por el análisis de extensión del gen RAS, pero CALGB es el primer ensayo que tiene como objetivo principal la supervivencia global. Los resultados contradictorios sugieren que el estado molecular del RAS no es parámetro suficiente por si solo para decidir el tratamiento de estos pacientes”.   

En un comentario sobre la respuesta que esperaba la comunidad médica de estos resultados, el Dr. Arnold  sostiene que “los resultados confirman que ambos tratamientos son una opción, aunque no hemos encontrado todavía el biomarcador predictivo definitivo para seleccionar el mejor tratamiento en cáncer colorrectal metastásico. Necesitamos tener en cuenta otros factores a la hora de elegir el mejor tratamiento para un paciente concreto”.   

Para decidir el tratamiento oncológico normalmente se revisan un buen número de parámetros, como la biología molecular y los biomarcadores, pero también se tienen en cuenta otras características del paciente (comorbilidades, edad, etc…) así como el objetivo del tratamiento (tales como la resección del tumor o el alivio de los síntomas).

El profesor Fortunato Ciardello, de la Second University de Nápoles, en Italia, y presidente electo de ESMO, ha comentado que “estos estudios contribuyen a nuestro concepto de medicina personalizada y a la búsqueda del mejor tratamiento para pacientes con cáncer colorrectal avanzado. La prueba RAS debería considerarse como obligatoria antes de iniciar la primera línea de tratamiento en todos los pacientes con cáncer colorrectal mestastásico”.

En opinión del Dr. Arnold, “en términos de biología molecular, la situación actual de utilizar solo la prueba RAS no es satisfactoria. En el futuro necesitamos más biomarcadores definidos y posiblemente también pequeños biomarcadores para subgrupos de pacientes. La prueba RAS es el comienzo –pero no el fin- de la historia de los biomarcadores en cáncer colorrectal metastásico. No es el momento para respuestas sencillas. Elegir la mejor y más apropiada primera línea de tratamiento en cáncer colorrectal se considera una decisión compleja y multifactorial”.

“Sin embargo, cada una de las estrategias examinadas aportaron una supervivencia global de más de 30 meses, en todos los brazos de tratamiento en ambos ensayos. Esta es la mayor supervivencia global demostrada, y más allá de la prometedora actividad en primera línea de tratamiento, también tiene relación con el hecho de que muchos pacientes reciben regímenes posteriores que complementan la estrategia. Esto asienta un estándar, y los “ganadores” en estos ensayos son los pacientes. Los resultados subrayan que el tratamiento con cualquier anticuerpo monoclonal debería ser considerado como estándar”, según ha apuntado el dr. Arnold.     

Para concluir, el profesor Ciardello asegura que “la información proporcionada por estos estudios es importante porque representa un esfuerzo para entender las características del tumor, y esto confirma que hay dos buenas oportunidades para tratar estos pacientes. Estos resultados abren una puerta a un mejor entendimiento de la heterogeneidad del cáncer colorrectal metastásico, y enfatizar de nuevo el papel de la prueba RAS como un primer paso para ofrecer el tratamiento adecuado”.   

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