Los virus y la predisposición genética de las personas a desarrollar un cáncer cada vez están ganando terreno a otras causas de tipo ambiental en el origen de las enfermedades neoplásicas. Este es el caso de los tumores orofaríngeos (cabeza y cuello) cuya incidencia debido al contacto con el virus del papiloma humano (HPV) es cada vez mayor en el mundo. “En España más del 25% de las personas afectadas por tumores orofaríngeos y en Estados Unidos más del 50% están originados por el contagio con el Virus del Papiloma Humano y el perfil de este tipo de enfermos es una persona joven, pacientes jóvenes , no fumador, siendo la causa principal del contagio por vía sexual ”, aseguró el Dr. Ignacio Azinovic, director médico, del Grupo IMO en una conferencia que pronunció con motivo de la Jornada sobre Tratamientos Personalizados en Oncología celebrada recientemente en Madrid y cuya organización corrió a cargo de la Fundación Grupo IMO. Este tipo de infección por VHP puede estar bastantes años latente en las personas portadoras, hasta más de quince, sin que manifieste ningún tipo de síntomas y en cuanto a su pronóstico es mejor que el de los tumores de cabeza y cuello cuyo origen no es un virus. “Efectivamente este tipo de patología orofaríngea ocasionada por el VHP –puntualiza el Dr. Azinovic- suele responder mejor a los tratamientos farmacológicos y radioterápicos con los que se logra una mayor supervivencia. Incluso, hay estudios y ensayos clínicos –añadió- que están aconsejando disminuir la agresividad de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Por ejemplo, sustituir el cisplatino por otro fármaco como el CETUXIMAB o se reducen las sesiones de Radioterapia Externa entre un 20 y un 25%, es decir, de los 35 días de tratamiento radioterápico habitual, se quedaría en 27 días aproximadamente. Se trata de estudios preliminares cuyos resultados son muy esperanzadores aunque debemos profundizar en ellos –concluye el Dr. Azinovic- aunque lo más efectivo es potenciar acciones de prevención y, en este sentido, se están desarrollando nuevas vacunas profilácticas y terapéuticas que permitirán a medio plazo conseguir mejores resultados en este tipo de pacientes”
Avances en Oncología Personalizada
Otro de los ponentes en esta Jornada sobre 0ncología Personalizada fue el Dr. Juan Cruz Cigudosa, presidente de la Asociación Española de Genética Humana y jefe del Grupo de Citogenética del CNIO, quien se refirió a los avances en el conocimiento genético de los tumores y cómo gracias a las nuevas tecnologías se está logrando identificar mejor a los genes para diseñar el tratamiento más eficaz. “Los genes que causan el cáncer son cada vez más conocidos y así podemos predecir si un tumor, por tener un perfil de mutación determinado, responderá o no a un tratamiento concreto, es decir, facilitamos la información que permitirá a los especialistas combatir mejor el cáncer de cada paciente”, afirmó el Dr. Juan C. Cigudosa, en su ponencia quien además se refirió a la metodología genómica que se lleva a cabo en el laboratorio y a cómo puede aplicarse en el diagnóstico y pronóstico de los diferentes tumores. “La primera técnica –añadió- se denomina técnicamente arrays de CGH que son herramientas que escanean todo el genoma de una muestra tumoral y detectan aquellos genes afectados. Gracias a esta técnica, y en un sólo ensayo, –recalca- podemos estudiar las modificaciones (ampliaciones) en más de 450 genes. Asimismo –asegura el Dr. Cigudosa- he presentado la técnica de secuenciación masiva NGS y su aplicación para el diagnóstico de tumores que también permite, en un solo experimento, detectar mutaciones en decenas de genes que son de interés clínico”. Los estudios de secuenciación masiva están indicados para cualquier tumor que presente mutaciones ya que pueden ayudar a dirigir el tratamiento de forma más eficaz para el paciente y entre ellos destaca su empleo en cáncer de colon, páncreas, de endometrio, de pulmón, de mama y de ovario. “De ahí la necesidad que tiene el oncólogo –subraya el investigador del CNIO- por recibir del genetista una información lo más completa posible sobre las mutaciones presentes en el tumor antes de iniciar una terapia. Estos informes genéticos deben incluir una interpretación biológica y clínica que sea comprensible para el oncólogo y le oriente sobre las decisiones terapéuticas a seguir. Si bien es aconsejable –puntualiza el Dr. Cigudosa- que los resultados de dichos informes genéticos sean interpretados en un entorno multidisciplinar de cuyo conocimiento saldrá beneficiado el paciente”. En cuanto al futuro de este tipo de tecnología y su aplicación a las enfermedades neoplásicas, el Dr. Cigudosa es partidario de seguir avanzando en la investigación genética “ya que gracias a modelos ensayados en animales nos está permitiendo descubrir, de forma masiva, las mutaciones que son las causantes del comportamiento agresivo de la célula tumoral y de su capacidad para metastatizar. Estos avances son el motor de la investigación clínica y lo que permite que aparezcan nuevos fármacos cada vez más eficaces y que puedan ser dirigidos contra dianas moleculares conocidas. Hay que tener en cuenta –finaliza- que el conocimiento molecular de los genes y de las proteínas que éstos codifican, así como los cambios que se producen por una mutación, tienen un impacto directo en el diseño de los tratamientos para que sean más efectivos y más específicos, es decir, con menos efectos secundarios”.
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