¿Qué representa hoy en día la figura del médico para los pacientes?

Relación médico-paciente

Hace 2000 años, Hipócrates resumió en tres las características que debía aunar un médico para generar una buena relación con su paciente: conocimientos, sabiduría y humanidad. En las últimas décadas del siglo XX la forma de relacionarse médicos y enfermos ha cambiado más que en los veinticinco siglos anteriores. La  publicación La relación médico-enfermo a través de la historia, de José Lázaro, doctor y profesor de Humanidades Médicas en la Universidad Autónoma de Madrid, y de Diego Gracia, catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense, expone que el paso del modelo paternalista al autonomista ha supuesto una transformación con escasos precedentes históricos.

Evolución del modelo

Según dicha publicación, la evolución de este fenómeno a lo largo del tiempo ha afectado a los tres elementos involucrados. Primero, al enfermo, quien tradicionalmente había sido considerado como receptor pasivo de las decisiones que el médico tomaba en su nombre y por su bien, y que llegó a finales del siglo XX transformado en un agente con derechos bien definidos y amplia capacidad de decisión autónoma sobre los procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se le ofrecen, pero a quien ya no se le imponen. Segundo, ha afectado al médico, que de ser ‘padre sacerdotal’ (como correspondía al rol tradicional de su profesión) se fue transformando en un asesor técnico de sus pacientes, a quienes ofrece sus conocimientos y consejos y cuyas decisiones ya no asume. Y tercero, a la relación clínica, que de ser bipolar, vertical e infantilizante, se ha ido colectivizando (con la entrada en escena de múltiples profesionales sanitarios), horizontalizando y adaptando al tipo de relaciones propias de sujetos adultos en sociedades democráticas.

 ¿Qué busca el paciente? 

El paciente es un ser humano que busca ayuda para mejorar su salud o para evitar enfermedades. Siempre lleva un grado de temor o ansiedad. ¿Qué representa hoy en día la figura del médico para los pacientes? Según el psiquiatra Manuel Conde, coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria Sur del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, y con varios libros publicados, como Psicoanálisis, medicina y salud mental y La religión en el diván, hacia el médico se proyecta fundamentalmente “una transferencia positiva, pues el vínculo que establecen normalmente los pacientes es el de sentirse cuidados. La consulta médica surge en el contexto de sentir una amenaza producida por la enfermedad y se busca la figura del médico como alguien que puede proteger y eliminar estar amenazados, y así, estar protegidos”.

«Odio y rabia»

Sin embargo, no toda representación del médico es positiva, también «se pueden producir reacciones de odio y rabia en pacientes que no son capaces de aceptar la frustración cuando las posibilidades terapéuticas son limitadas o las limitaciones de enfermedades crónicas”, explica este experto.

La figura del médico 

En lo que respecta a la representación de la figura del médico para los familiares, en general, “suele ser una extensión y una continuidad de la relación que establece el paciente”, indica el doctor Conde. Incluso en ocasiones, “en procesos oncológicos graves, y en pacientes que la niegan o rechazan asumir la gravedad de su proceso, puede aparecer una relación entre médico y familiar para excluir al paciente de las malas noticias de su enfermedad”.

Formación en aspectos emocionales

Por ello, en un modelo autonomista de la salud es clave que “el médico tenga formación para saber manejar los aspectos emocionales de la relación médico-paciente y para saber dar las malas noticias al paciente. Una buena relación facilita la aceptación del diagnóstico y facilita la colaboración en el tratamiento”, apostilla. Trabajar la asimilación del diagnóstico puede ser necesario también en determinados familiares. Y explica: “existen reacciones en familias, familias disfuncionales con patología sistémica incapaces de realizar duelo, que no asumen la pérdida y proyectan en el médico la culpa”.

Importancia del equipo multidisciplinar

En un equipo multidisciplinar donde trabajan distintos profesionales de la salud con los pacientes y sus familiares, además del médico, existen otras figuras sanitarias que generan una representación. En este sentido, el doctor Conde destaca que enfermería tiene una importancia capital: “pasan más tiempo con los enfermos, abordan cuidados generales y la aplicación directa de los tratamientos”.
El doctor Conde añade que “los aspectos psicológicos son determinantes; la escucha de los aspectos emocionales que los pacientes ponen en juego es parte importante de la relación médico-paciente y deben ser abordados por todos lo profesionales, médicos, enfermeros, etc.”. Del mismo modo, según este psiquiatra,“hay que desarrollar la psicología sanitaria general con psicólogos especializados, más que en trastornos mentales, en el apoyo y desarrollo de los procesos psicológicos necesarios para un buen afrontamiento del estrés que pone en marcha el proceso de enfermar”.

Burocratización de la relación

Si bien el paso de un modelo paternalista al modelo contractual en medicina ha influido en la relación médico-paciente empoderando al enfermo con el ejercicio de responsabilidad sobre su salud, en su versión menos positiva, según el doctor Conde, la relación médico-paciente se ha visto influida, “en parte, con un proceso de aumento de la burocratización de la relación”.

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