Los posibles cambios transitorios en el aspecto físico e imagen (sequedad, manchas o irritaciones en la piel, alopecia o cambios en las uñas) que puedan sufrir las pacientes con cáncer de pulmón, aunque en general no son graves clínicamente, son importantes para afrontar la enfermedad en el día a día.

La autoestima y la seguridad son aspectos fundamentales para que la paciente con cáncer de pulmón mejore la relación, tanto consigo misma como con los demás, y siga mejor las recomendaciones médicas de buenos hábitos de alimentación y ejercicio físico.

Con el objetivo de ofrecer información de los posibles efectos adversos que los tratamientos oncológicos utilizados en la actualidad puedan producir a nivel de la piel, el pelo o las uñas, la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), en colaboración con la Fundación Ricardo Fisas Natura Bissé y la Fundación AstraZeneca, han elaborado la Guía Práctica para los cuidados estéticos de las mujeres con Cáncer de Pulmón. Las doctoras Dolores Isla, Ana Blasco, Virginia Calvo y Miriam López Mata, todas ellas miembros de ICAPEM, son las autoras del documento.

Además, esta Guía ofrece consejos y asesoría sobre qué tipos de productos y tratamientos estéticos ayudarán al cuidado de la imagen de las pacientes con cáncer de pulmón durante el tratamiento médico, el autocuidado de la piel, el maquillaje o sobre las prótesis capilares.

Según la Dra. Dolores Isla, oncóloga del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza,el sentirse bien aporta seguridad y autoestima, mayor fortaleza para afrontar la enfermedad, transmitir una imagen a los demás y a sí mismas de normalidad, como si no estuvieran enfermas. Es verdaderamente importante sentirse a gusto con el físico, especialmente cuando se está enferma.”

“No conozco que exista otra Guía que considere los actuales tratamientos utilizados en nuestra práctica clínica, algunos de los cuales impactan de algún modo en el aspecto físico de las paciente, fundamentalmente por su toxicidad dermatológica. Estas son las razones que justifican su utilidad”, comenta la Dra. Isla.

Pautas para el autocuidado 

Los efectos indirectos de la quimioterapia o terapias dirigidas, o los más directos de la radioterapia, pueden hacer que la piel pierda su estado natural de hidratación y hacer que esté más sensible, algo más reactiva y un poco más vulnerable a las infecciones. Debido a ello, su limpieza e hidratación es muy importante.

Aunque algunos de estos efectos son inevitables, la mayoría de ellos desaparecen al finalizar los tratamientos. Una buena identificación, prevención y tratamiento pueden ayudar a minimizarlos.

“Desde mi experiencia en la práctica clínica, las mujeres toleran peor el efecto secundario de la alopecia por delante de todos los demás porque impacta mucho en su imagen y les identifica como pacientes ante la sociedad. Después estarían los cambios en la piel de la cara y en las uñas”, explica la oncóloga.

Según se recoge en la Guía, hay profesionales que recomiendan cortar el pelo antes de la caída, ya que ello puede ayudar a sobrellevar mejor este cambio. En cuanto el cabello vuelve a crecer, generalmente un mes tras la última sesión de tratamiento, lo puede hacer en forma de pelusilla. Por ello, se recomienda rasurarla para ayudar al crecimiento del cabello.

Asimismo, otro de los aspectos a tener en cuenta es que la peluca sea transpirable y evitar pegarla directamente al cuero cabelludo con adhesivos para evitar roces o heridas; gomas a medida en la parte posterior o siliconas hipoalergénicas, son buenas opciones. Es necesario utilizar un factor de protección solar con filtro alto (SPF 50) frente a la radiación UVA y UVB en el cuero cabelludo, aunque se utilice peluca o pañuelo.

Aunque no hay contraindicaciones, no se aconseja la utilización de pestañas postizas para evitar que los pegamentos irriten la piel o provoquen alergias. Ante la posible pérdida de cejas y pestañas, una opción es micropigmentarlas, a ser posible, antes de empezar el tratamiento de quimioterapia.

En el caso de tener gran sequedad en boca y labios, se debe aumentar el consumo de líquidos y utilizar cremas hidratantes ricas en aceite de rosa mosqueta, mantecas de mango, etc. Llevar siempre una botella de agua y humedecerse los labios; los caramelos ácidos sin azúcar también pueden ayudar. Estas son algunas de las recomendaciones que se pueden encontrar en esta Guía.

“Aconsejaría a las pacientes que lean sus consejos, recomendaciones, especialmente aquellos que son preventivos que permitirán minimizar los efectos secundarios que afectan a su imagen, los cuales es importante que sepan que son transitorios, mientras dura el tratamiento”, concluye la Dra. Isla.

Guía completa: http://www.icapem.es/

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