El Hospital de Cuidados paliativos Laguna se creó en el año 2002 con motivo del centenario del nacimiento de José María Escrivá de Balaguer.
Hospital de cuidados paliativos Laguna
Este hospital está promovido por una institución sin ánimo de lucro, La Fundación Vianorte-Laguna. Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus Dei, es quien en sus primeros años como sacerdote atendió a numerosos enfermos en hospitales y en domicilios particulares, algunos de ellos del distrito de Latina, donde se encuentra ubicado el centro, cerca de la parada de metro Laguna en Madrid. En la entrada tiene un jardín para pasear, y el interior es más parecido a una residencia que a un hospital, con pasillos luminosos y plantas naturales.
El trabajo de la Fundación
El trabajo de la Fundación se divide en cuatro ramas:
• Los cuidados paliativos: con el hospital especializado, unidad de día, la atención a domicilio y la unidad de día pediátrica para enfermedades raras o avanzadas, pero no oncológicas.
• Asistencia a personas con Alzheimer y enfermedades neurodegenerativas: residencia, centro de día, programa de estimulación cognitiva y consultas con especialistas en neurología y geriatría.
• Atención a las personas mayores: residencia o cuidadores a domicilio.
• Área de formación: para profesionales y capacitación de voluntarios. Cuando hablamos de un hospital de cuidados paliativos, quizás pensamos que es un centro donde pasar los últimos días de vida, y en muchos casos es así, pero si el enfermo está estable puede ser dado de alta para poder volver a casa. El 80 % de los pacientes del centro son oncológicos, y el 20 % padecen ELA, esclerosis múltiple o fallos orgánicos.
Pacientes en diferentes etapas
Como comenta la doctora de la fundación Yolanda Zurriarraín, “tenemos tres tipos de pacientes ingresados: los que han sido recién diagnosticados en fases avanzadas, en los que el apoyo emocional es fundamental; los que están en el final de la vida y en casa ya no pueden manejar la sintomatología, y los pacientes que tienen mayores expectativas y están en tratamiento para mejorar su calidad de vida”.
Un centro de día…
Además de la unidad de hospitalización, también cuentan con un centro de día de cuidados paliativos al que acuden pacientes ingresados, pero también pueden ir enfermos externos, aunque no incluye desplazamiento, por lo que alguien les debe llevar hasta allí. La Unidad de día está abierta todas las mañanas y está compuesta por fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogo, neuropsicólogo y musicoterapeuta. En ella se realizan distintas actividades que, como indica la neuropsicóloga del centro Gema Mejuto, “no aportarán un beneficio físico, pero sí emocional”.
… con diferentes actividades
Los pacientes con menor movilidad se encargan del huerto hidropónico, que permite plantar en mesas altas de interior sin necesidad de tierra agrícola. También cultivan un huerto exterior al que pueden acudir los pacientes con más autonomía. Además, las verduras recolectadas se usan en los talleres de cocina que ofrecen a los pacientes. En las actividades para agilizar la mente juegan a concursos televisivos como Pasapalabra y también realizan talleres de arte y música.
«Se realizan distintas actividades que no aportan un beneficio físico, pero sí emocional”
Presencia de la familia
La familia está muy presente en el centro, no existe un horario estricto de visitas, pero en el centro de día, el protagonista es el paciente, “Aquí se siente él mismo y toma sus propias decisiones”, afirma Gema.
Este modelo está basado en centros del Reino Unido y Francia, donde las unidades de día se integran dentro de los servicios de la sanidad pública. Pero en nuestro país tan sólo existe un centro parecido en Málaga. Para poder acceder al hospital, es necesario que el paciente sea derivado por el médico especialista, el médico de familia o por la ESAD (Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria), aunque también se puede acceder de manera privada. Sin embargo, para acudir al centro de día basta con llamar o acercarse a sus instalaciones para inscribirse. El único requisito es que el paciente tenga algo de autonomía y sea consciente de su enfermedad.
Enfrentarse al final de la vida
“Uno vive el final de la vida como ha vivido otras situaciones complejas en su vida”
Teresa Hornillos es psicóloga clínica. Trabaja en Laguna gracias a la obra social La Caixa, y cuenta que las herramientas que utiliza con los enfermos de paliativos son las mismas que con otro tipo de pacientes. “Uno vive el final de la vida como ha vivido otras situaciones complejas en su vida”, afirma. En una primera visita, reconoce a la familia de manera multidisciplinar ya que acude junto con los médicos y enfermeras para dar la bienvenida al paciente, y más tarde, se acerca a demanda de cada cual, sin imponer el servicio. En este momento tan duro, dice, ayuda a familias a reconciliarse y acompaña en el duelo.
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