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«La autoexploración es básica en las pacientes jóvenes», para poder detectar cuanto antes un posible tumor, ha explicado la Dra, Noelia Martínez Jánez, oncóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid en la V jornada Viaje a través del cáncer de mama, que se ha celebrado en el Hospital HM Sanchinarro y organizada por Yo Dona y El Mundo. Porque uno de los principales problemas con los que se encuentran los oncólogos, cuando llegan mujeres jóvenes a sus consultas, explica, «es que quizá llegamos a un diagnóstico un poco más tarde que en pacientes con mayor edad».  

Esta «tardanza» empeora el pronóstico. Y sus causas las podemos encontrar en que la exactitud de la mamografía es más baja en las mujeres menores de 40 años porque  suelen tener mamas densas y con mayor alteración hormonal; tampoco entran en las campañas de cribado para la detección precoz del cáncer de mama y, a esas edades,  los médicos no piensan en un cáncer.  De hecho, son pocas. En España, de las diagnosticadas con cáncer de mama, las mujeres menores de 40 años representan el 7% de los casos y menores de 30, no llegan al 1%.

Estos casos suelen estar ocasionados por factores genéticos, fundamentalmente por mutación de los genes BRCA1 y BRCA2, y es algo que genera gran temor entre las pacientes con hijas. Saben que pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer y por eso, en opinión de la Dra. Noelia Martínez, «habría que hacerles un estrecho seguimiento y en algunos casos muy particulares, mastectomía profiláctica». «Planteárselo a una hija es duro y hay que transmitir las cosas cuando pueda entenderlas y, por supuesto, hacerle el estudio genético si ella lo quiere». Sin embargo, en esto no hay equidad «porque depende de los protocolos de cada hospital enviar a una paciente al Consejo Genético». El testimonio de una paciente puso de manifiesto estas diferencias para estudiar la posible mutación del BRCA puesto que, según explicó, a ella le detectaron el cáncer «por su cabezonería». Y dijo sentirse desprotegida por parte de los profesionales médicos.

Las mujeres jóvenes se encuentran en plena actividad de desarrollo personal, laboral y social y, ante un diagnóstico de cáncer de mama se encuentra con unas necesidades muy específicas como la preservación de la fertilidad. Los oncólogos deben  ofrecer esa opción y «es importante que preserven la fertilidad de la paciente antes de iniciar los tratamientos», ha advertido la Dra. Martínez. No obstante, cada caso es individualizado. Si una mujer es mayor de 35 años o tiene esa edad, pero no tiene pareja, añadió pues «nos centramos primero en su tratamiento».

Para concluir su intervención, la Dra. Martínez reivindicó apoyo emocional y psicológico para estas pacientes jóvenes para que puedan afrontar de la mejor manera posible sus cambios de imagen y la menopausia temprana. Como consejos de prevención insistió en la autoexploración mamaria, el ejercicio físico y una dieta saludable. 

Además del cáncer en mujeres jóvenes, en esta Jornada, que contó con la intervención de la alpinista Edurne Pasabán, para transmitir a las presentes su espíritu de superación, y estuvo presentada por la periodista Olga Viza, se abordaron otros temas vinculados al cáncer de mama como la situación en otros países, a cargo de la Dra. Laura García Estévez; los avances en investigación, explicados por la Dra. Ana Lluch; la osteoporosis por la Dra. Silvia Rodríguez y el linfedema, por las Dras. Mercedes Herrero y Modesta Jiménez quien dio pautas a las asistentes para poder prevenirlo o,  si ya se cuenta con él, saber cómo tratarlo para que disminuya.  

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