Un estudio del Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, ha encontrado gran vinculación entre la quimioterapia y la pérdida del empleo en pacientes con cáncer de mama en un estadio inicial. Recientemente publicado en Cáncer, una revista revisada por la Sociedad Americana del Cáncer, los resultados de este estudio señalan que casi un tercio de las supervivientes de cáncer de mama que estaban trabajando cuando comenzaron con el tratamiento de quimioterapia, cuatro años después, estaban en el paro.
Muchas mujeres con cáncer de mama en etapas iniciales están trabajando en el momento del diagnóstico y, según este informe, es importante entender el impacto que la quimioterapia puede tener sobre el empleo en las supervivientes de cáncer de mama. La autora principal del estudio, la profesora asociada de Oncología Radioterápica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, Reshma Jagsi, y sus colegas estudiaron a 2290 mujeres en las zonas de Los Ángeles y Detroit que fueron diagnosticadas de cáncer de mama, entre 2005 y 2007 y que completaron las encuestas poco después del diagnóstico; 1536 de las mujeres también completaron un cuestionario para conocer su seguimiento posterior a lo largo de cuatro años.
De las 1026 pacientes menores de 65 años y que respondieron a ambas encuestas, 746 (76%) trabajaba antes del diagnóstico de cáncer de mama. De estas, 236 (30%) contestaron «que ya no trabajaban» en el cuestionario del seguimiento. Las mujeres que recibieron quimioterapia como parte del tratamiento inicial fueron menos propensas a estar trabajando (38%) en los cuatro años de seguimiento, que las mujeres que no fueron tratadas con quimioterapia (27%).
Los cálculos mostraron que las mujeres que recibieron quimioterapia en el momento del diagnóstico tuvieron 1,4 veces más probabilidades de estar desempleadas posteriormente. Muchas mujeres que no estaban empleadas después del tratamiento quisieron trabajar: el 50% informó que era importante para ellas y el 31% estaba buscando trabajo activamente.
La Dra. Reshma Jagsi incide sobre esta relación negativa que se da entre el tratamiento de quimioterapia y la pérdida de empleo, para ella “muchos médicos creen que a pesar de que las pacientes pueden faltar al trabajo durante el tratamiento lo recuperarán en el largo plazo. Los resultados de este estudio sugieren lo contrario. La pérdida de empleo es una posible consecuencia negativa a largo plazo de la quimioterapia que puede no haber sido completamente apreciada hasta la fecha”.
También hizo hincapié en la necesidad de seguir desarrollando estrategias para identificar a las pacientes que reciben pocos beneficios de la quimioterapia y pueden ser capaces de evitarla. «También tenemos que asegurarnos de que las pacientes que están decidiendo sobre la conveniencia de recibir quimioterapia comprenden las posibles consecuencias a largo plazo de la recepción del tratamiento, incluyendo las posibles consecuencias para su empleo y resultados financieros», dijo.
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