LIPOFILLING

En cirugía oncoplástica, el lipofilling permite solventar defectos estéticos o asimetrías tras la extirpación de un tumor mamario. No requiere de expansores de tejido ni de prótesis y se realiza con un material completamente natural como es la grasa del propio cuerpo.

El lipofilling  es una  técnica de reconstrucción que la Unidad de Mama del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) aplica desde hace cinco años, “tras aprender de nuestros compañeros del Hospital de Fuenlabrada”, explica el Dr. Ricardo Pardo, coordinador de la Unidad de Patología Mamaria del HGUCR y vicepresidente de la Asociación Española de Cirujanos de la Mama (Aecima). Consiste en reparar los defectos de la mama tras ser intervenida por un cáncer, utilizando la propia grasa de la paciente. “Se realiza una liposucción abdominal a baja presión para no dañar las células de grasa. Después, la grasa que se ha extraído se centrifuga y se introduce con unas cánulas especiales en los huecos que hayan quedado, rellenándolos hasta conseguir que estos desaparezcan”, explica el Dr. Pardo.

Cuándo es recomendable

Se trata de un procedimiento quirúrgico para solventar los defectos estéticos o asimetrías tras la extirpación del tumor, que no tiene ningún tipo de rechazo porque utiliza las células de la paciente. Es totalmente natural y el riesgo de infección es muy bajo. “El lipofilling no exige un equipamiento complicado, es una técnica efectiva y reproducible en cualquier centro con experiencia en cirugía de la mama”, añade el Dr. Pardo.

Aunque los defectos tras la cirugía conservadora y la radioterapia pueden no ser muy grandes, la piel se hunde, y para la paciente que se ve todos los días, este efecto resulta muy desagradable. En ese caso, tal y como comenta el Dr. Pardo, “los resultados que se obtienen con el lipofilling son espectaculares”. Esta técnica también se utiliza para simetrizar o igualar las mamas después de otra cirugía reconstructiva, como la colocación de prótesis o reconstrucción mamaria con colgajos con dorsal ancho o DIEP. Además, explica: “lo estamos utilizando en pacientes con expansores en el momento de recambiarlos por la prótesis para incrementar la calidad de la piel que muchas veces ha adelgazado, sobre todo, en los casos en los que las pacientes han recibido radioterapia”.

En el Hospital General Universitario de Ciudad Real también realizan el lipofilling para crear mamas nuevas solo con grasa propia de las pacientes. “En estos casos, se utiliza cuando ha fracasado otra técnica y la paciente no desea intervenciones mayores. Se hace en varios tiempos, y hay que decir que el resultado es muy bueno y muy esperanzador. Creo que el futuro puede ir por ese camino”, comenta.

Ventajas y desventajas

Más allá de lograr en la mujer una mejora en la percepción y valoración de su imagen corporal, el lipofilling se revela como una buena manera de pasar página. Entre sus ventajas, destacan que no tiene un coste elevado, es reproducible en cualquier centro con experiencia en cirugía oncoplástica de la mama y sirve para reparar defectos con una mínima agresión. Se pueden reparar defectos pequeños o crear mamas completas con todas las opciones intermedias posibles.

Su desventaja estaría en que no se puede realizar en un solo procedimiento si el volumen a rellenar es importante, “pero las pacientes que ven sus efectos iniciales no tienen ningún inconveniente en someterse a varias intervenciones para conseguir el mejor resultado posible en la reconstrucción”, aclara el Dr. Pardo. Otro de sus obstáculos sería que en mujeres muy delgadas no se puede realizar si no hay grasa donante.

Todo un referente

Para comprobar la eficacia de esta técnica con la que lleva trabajando cinco años, el equipo que lidera el Dr. Pardo en el Hospital General Universitario de Ciudad Real ha publicado ya sus resultados y participa en estudios nacionales. Es un referente, y acuden a él otros especialistas para aprender este procedimiento quirúrgico de cirugía oncoplástica. “A través de los cursos que organizamos con la Asociación Española de Cirujanos de la Mama (AECIMA), y con la Sección de Patología Mamaria de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), hemos formado a más de 60 especialistas de todas las comunidades autónomas, que se han desplazado a realizar nuestros cursos a Ciudad Real y a aprender la técnica. También nosotros hemos ido a otros hospitales para asesorar y ayudar cuando han comenzado a aplicar estos nuevos especialistas nuestros métodos. Creemos que es cuestión de tiempo que las Unidades de Mama la adapten como técnica habitual, ya que los beneficios para las pacientes son muy altos y tiene un mínimo número de complicaciones”, concluye.

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