Hay zonas de España en las que los riesgos de morir por ciertos tumores son más de un 50% más altos que en el resto del país. Así, lo demuestra el trabajo Time trends in municipal distribution patterns of cancer mortality in Spain, dirigido por el epidemiólogo Gonzalo López Abente y publicado en BMC Cancer. Este verdadero atlas del cáncer estudia el patrón espacial municipal de la mortalidad asociada al cáncer de estómago, de mama, de pulmón, colorrectal, de próstata y de vejiga urinaria en España. Especifica sus resultados, con datos de un millón de muertes por cáncer, diferenciados por sexo y por quinquenios, que abarcan en total el período comprendido entre 1989 y 2008.
El riesgo de morir por cáncer de estómago, según el mapa de este estudio, se produce especialmente en Castilla y León, en particular en las provincias de Burgos y Palencia. La causa podría ser la alimentación, según los expertos, ya que en las zonas rurales de esta región se consumen más alimentos curados y ahumados pero menos frutas y verduras que en las zonas de costa. Durante el período 1989-2008, hubo 144.561 muertes relacionadas con el cáncer de estómago en España (75.750 en hombres y 48.811 en mujeres), que representan el 8% de todas las defunciones por tumores malignos.
En cuanto al cáncer de mama, el atlas constata que, si en la década de los 90 había más casos en Cataluña y en Baleares, ahora ese riesgo se ha trasladado a zonas de Andalucía occidental. En Huelva, Sevilla y Cádiz, hay un 10% más de posibilidades que en el resto de España. La mortalidad más baja se registró en Galicia, al suroeste de Castilla y León y este de Andalucía. Entre 1989 y 2008, hubo 115.080 muertes por cáncer de mama en las mujeres en España, lo que representó el 18% de las muertes relacionadas con el cáncer femenino y el 4% de la mortalidad femenina en general.
Los fallecimientos por cáncer de pulmón fueron 342.555 en ambos sexos (304.350 en hombres y 38.205 en mujeres) en el periodo de estudio y se localizan en mayor número en Extremadura y la zona occidental de Andalucía (Huelva, Sevilla y Cádiz), además de en Asturias y Cantabria. Las principales razones serían un mayor consumo de tabaco y también una mayor contaminación atmosférica en estas zonas. No obstante, en el mapa de observa una gran diferencia entre la mortalidad en hombres y en mujeres. En las mujeres, los mayores riesgos se encuentran en algunos pueblos de Pontevedra y Ourense.
Respecto al cáncer colorrectal, Durante el período 1989-2008, hubo 224.305 muertes por esta causa en España (123.965 en hombres y 100.340 en mujeres), que representan el 14,5% de todas las defunciones por tumores malignos. tiene una incidencia homogénea en hombres y mujeres y está relacionado con el riesgo de obesidad. El rasgo más característico era que el primer período de cinco años en los hombres y los dos primeros períodos de cinco años en las mujeres se caracteriza por el exceso de mortalidad en poblaciones de Cataluña y en la provincia de León.
El cáncer de próstata muestra una ligera desigualdad entre norte y sur, con una mayor tasa en Andalucía, aunque la evolución es a la baja en todas las regiones, según reflejan los mapas.
Más llamativo resulta el atlas sobre el cáncer de vejiga, focalizado en Castilla y León y especialmente en la zona occidental de Andalucía (Cádiz, Sevilla, Huelva) entre 1989 y 1994, aunque después su incidencia disminuyó durante la siguiente década pero volvió a repuntar a partir de 2004, principalmente en la provincia de Barcelona, donde se observó un exceso de riesgo en poblaciones de la comarca del Bages (Súria, Sallent, Balsareny, Manresa y Cardona. La mortalidad por cáncer de vejiga fue cinco veces menor entre las mujeres que entre los hombres. De 1989 a 2008, hubo 77.412 muertes por cáncer de vejiga en España, 63.713 en hombres y 13.699 en mujeres.
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