Nuestra revista ha contactado con el centro especializado en medicina hiperbárica Biobarica Medical Hyperbaric Systems —un sistema de oxigenación adicional— para que nos expliquen en qué consiste la cámara hiperbárica y cómo pueden acceder a ella pacientes que se encuentren en un proceso oncológico o que lo hayan vivido.
Historia de la medicina hiperbárica
Cada célula de nuestro organismo necesita oxígeno para completar su proceso vital. A través del oxígeno, el cuerpo recibe la energía necesaria para nuestro metabolismo. En 1662, el británico doctor Henshaw indicó que “el aumento elevado de la presión del aire podría aliviar algunas lesiones graves y mejorar condiciones crónicas”. Las primeras cámaras hiperbáricas se utilizaron en Canadá en 1860 y poco después en EEUU. Posteriormente fueron utilizadas por la NASA para optimizar la cantidad de oxígeno en el área de la aviación y el buceo marino. Tras años de estudios e investigaciones, la oxigenación hiperbárica se aplicó a diferentes especialidades de la medicina moderna de todo el mundo. Actualmente es un tratamiento sin riesgo que aumenta el nivel de oxígeno en los tejidos.
Beneficios en el organismo
Los efectos de la oxigenación hiperbárica en nuestro organismo son múltiples. La hiperoxia aumenta la cantidad de oxígeno diluida en el plasma sanguíneo, lo cual favorece al metabolismo celular o, dicho de otra manera, estimula la llegada del oxígeno al cerebro, huesos, cartílagos y tejidos. Además, disminuye el daño celular y tiene efectos antinflamatorios, mejora la síntesis de colágeno en nuestro organismo favoreciendo el proceso de cicatrización de heridas o reparación de tejidos. Gracias a la formación de nuevos vasos sanguíneos y a la oxigenación cerebral, disminuye el edema y la inflamación del sistema nervioso central.
La medicina hiperbárica actual
El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB), también conocida como cámara de oxígeno hiperbárica, no solo está indicado para pacientes oncológicos, sino que es aconsejable para diferentes patologías, desencadenando una larga lista de beneficios fisiológicos en el organismo. Consta de dos unidades: la cabina de forma cilíndrica donde el paciente recibirá el oxígeno y el sistema de compresión. El oxígeno se suministra dentro de la cabina mediante una mascarilla que el paciente irá inspirando de manera casi imperceptible y de forma sosegada. La terapia consiste en la incrementación de la disponibilidad de oxígeno en el plasma sanguíneo, percibiendo concentraciones del mismo cercanas al 100 % en un entorno presurizado. La duración de cada sesión depende de cada caso, con una oscilación de 60 y 90 minutos como máximo. Durante la sesión el paciente puede estar estirado o sentado, leyendo, escuchando música o incluso durmiendo, si así lo prefiere.
Mejorar la calidad de vida
Según el doctor Elías López, oncólogo y responsable de las Unidades de Medicina Hiperbárica del Hospital La Milagrosa y la Clínica Santa Elena en Madrid, los efectos secundarios tanto de la radioterapia como de la quimioterapia son mucho menores actualmente que hace una década, pero aún hoy existen toxicidades y, recalca, “sobre todo esas toxicidades son mayores cuando se combinan ambos tratamientos (la quimioterapia y la radioterapia)”. En este sentido, la cámara hiperbárica ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente y que sean más llevaderos los tratamientos que realiza.
Tratamiento sin toxicidad
El tratamiento de cámara hiperbárica en pacientes oncológicos es una idea que apareció ya hace tiempo, puesto que se trata de un tratamiento global sin toxicidad. Al ser una terapia global que refuerza sistema vascular, sistema inmune y sistema nervioso central supone un beneficio para el paciente oncológico. El sistema inmune del paciente durante la quimioterapia y radioterapia está siendo agredido y el refuerzo del sistema nervioso central le va a ayudar a llevar mejor los tratamientos.
¿Cómo se administra?
Administrar este tratamiento en el paciente con cáncer de mama es muy sencillo: consiste en suministrar oxígeno a mayor concentración y a mayor presión de la habitual, oxígeno casi puro al 95 % y, al menos, a 1.45 ATA de presión. En el caso del paciente diagnosticado de cáncer de mama, el tratamiento con cámara hiperbárica le puede ayudar a tolerar mejor el tratamiento de quimioterapia o radioterapia o ambos. Respecto a los pacientes que después reciben terapia hormonal y padecen sus efectos secundarios, también notarán una mejoría en su calidad de vida: disminuyendo los dolores articulares, la astenia o cansancio, aportándoles energía y, en definitiva, mejorando su calidad de vida y rutina.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los beneficios de la cámara hiperbárica son múltiples, aunque no es sencillo establecer un protocolo. Dependiendo de cada paciente y de la patología que tenga (ya que no solo se administra a pacientes oncológicos), el número de sesiones varía pero, en líneas generales, un tratamiento medio consta de diez a veinte sesiones, y a partir de ahí y en función de los beneficios que se obtengan, se puede seguir el tratamiento, darlo por finalizado o espaciar la frecuencia con la que se realiza. En líneas generales, dos o tres sesiones por semana y, en algunos casos, sesiones diarias de lunes a viernes descansando los fines de semana y de una hora de duración.
¿Dónde se utiliza?
Asimismo, el doctor López señala que actualmente la cámara hiperbárica se utiliza tanto en hospitales públicos como en privados, siendo una terapia a la que cualquier paciente puede acceder. En la comunidad de Madrid hay algún hospital público que cuenta con este tratamiento pero, desgraciadamente, la demanda es importante y suele haber lista de espera. En cuanto a la vía privada, Madrid cuenta con la Unidad de Medicina Hiperbárica en la Clínica Santa Elena y en el Hospital La Milagrosa. Se puede optar también a este tipo de tratamientos en otras comunidades autónomas, como en los hospitales Quirón Salud en Barcelona y Sevilla, y Vithas en Vitoria. Si nos referimos a la sanidad pública, la cámara hiperbárica Biobarica (con fines de investigación) se encuentra en el Hospital público de La Fe de Valencia y en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria.
Precio del tratamiento
Cualquier paciente puede realizar este tratamiento (tiene un coste aproximado de 65 € por sesión), ya que se es seguro y carece de toxicidad. Pese a que no existe riego, cabe resaltar dos excepciones en las que el tratamiento está contraindicado: en pacientes con neumotórax o bien con bullas pulmonares importantes, aunque estos casos no suelen ser frecuentes y el paciente siempre está controlado y supervisado por un médico.
Los tratamientos complementarios no sustituyen en ningún caso a los tratamientos oncológicos actuales pero pueden ayudarnos a que los efectos secundarios que estos provocan en nuestro organismo sean menores, o nos permitan recuperarnos mejor.
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