Pablo Ráez, esté dónde esté, puede estar orgulloso. Ha hecho más para concienciar sobre la donación de médula que muchas campañas. Su historia, su cercanía, han conmovido a toda España y a nos ha llamado la atención sobre una acción que puede salvar una vida.
El Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), acaba de celebrar su reunión anual en Málaga. Su objetivo claro, cómo lo contó el doctor Carlos Solano, presidente del GETH, es «facilitar el avance de esta técnica, poniendo en común los resultados de los principales estudios que se están llevando a cabo y proponiendo otros nuevos».
Entre otras novedades destacadas está «analizar el uso de la denominada terapia CAR-T (células modificadas genéticamente) en la erradicación de ciertos virus que, de forma frecuente, producen graves complicaciones en los pacientes que se han sometido a un trasplante de médula”.
Una modalidad de trasplante de médula ósea permite disponer más rápidamente de un donante compatible.
También se presentaron resultados de las distintas variantes de trasplante haploidéntico, “una modalidad de TPH que se realiza cada vez con más frecuencia y que presenta buenos resultados a corto y medio plazo”, apuntó el experto. En este tipo de trasplante, el donante es compatible con el receptor solo en un 50 %, por lo que constituye una alternativa a tener en cuenta para aquellos pacientes que carecen de un donante emparentado o no emparentado, con una compatibilidad aceptable, o que necesitan recibir el trasplante de forma urgente. “Los resultados son tan positivos en algunas enfermedades que, incluso disponiendo de un hermano HLA idéntico, se prefiere realizar un trasplante haploidéntico”. La principal ventaja de este procedimiento es la “rápida disponibilidad de un donante para la gran mayoría de los pacientes que lo necesitan”. Por el momento, “el mayor inconveniente es la no disposición de resultados a largo plazo en comparación con los otros tipos de TPH”.
Por su parte, el profesor Jerónimo Pachón, del Hospital Virgen del Rocío, analizó la relación entre microbiota y trasplante. “Cada día se tienen más datos que apuntan que los microbios que colonizan el organismo humano sin causar enfermedad (la microbiota) condicionan la respuesta a infecciones y, dependiendo de su composición, facilita o dificulta distintas enfermedades, entre las que se incluyen las autoinmunes”, explicó el doctor Solano. En el caso concreto de los trasplantes de médula ósea, “se ha observado una relación entre la composición de la microbiota y el desarrollo de ciertas complicaciones post-trasplante, como la enfermedad de injerto contra huésped (EICH), y en el futuro podrá modificarse para evitar dichas complicaciones”, añadió.
Se hizo además un debate sobre el “Papel del TPH en el linfoma folicular”, el segundo linfoma más frecuente en la población. “Aunque este cáncer hematológico tiene generalmente un curso clínico indolente, hay pacientes que recaen o que no responden al tratamiento inicial y tienen un mal pronóstico”, señaló el experto. “En muchos casos se puede controlar la enfermedad con los nuevos fármacos disponibles, pero hay situaciones en las que se requiere un TPH para eliminar completamente el linfoma”, añade.
El presidente del GETH consideró que Pablo Ráez “deja un legado muy grande porque, con su espontaneidad y valentía, ha hecho que la gente sea más consciente de la importancia de hacerse donante de médula y, al mismo tiempo, ha dado visibilidad a la hematología, una especialidad que lidera la investigación y el tratamiento del cáncer desde mediados del siglo pasado, lo que ha propiciado un elevado porcentaje de curaciones en enfermedades muy graves”.
En este contexto, el doctor Solano quiso recalcar lo conseguido hasta ahora gracias al Plan Nacional de Médula Ósea, del que forma parte la SEHH: en solo tres años se ha duplicado el número de donantes de médula en España, superando ya los 270.000 en todo el territorio nacional. “Es más importante mantener un ritmo constante de incorporaciones al Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) que conseguir un pico muy grande de donantes que, en ocasiones, genera dificultades de cara a su procesamiento”, concluyó.
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