peques con cáncer

Mi nombre es Edu Balboa del Cid y llevo 4 años compartiendo mi tiempo libre con niños y niñas enfermos de cáncer. Ya son 20 los peques que acompañé hasta el final de sus cortas vidas, y esto no me convierte en mejor persona que el resto, pero sí en alguien muy afortunado por poder aprender día a día de la fuerza y la magia que estos pequeñajos transmiten al enfrentarse a una batalla para la que ni el más duro de los soldados está preparado.

Lo que intento a través de las redes es normalizar esta enfermedad entre la sociedad; pienso que hoy en día el tabú más grande que tenemos es ‘la muerte’. Y para mucha gente, la palabra cáncer es igual a muerte; pero además, si hablamos de cáncer infantil y asociamos muerte y niños, ya la tenemos liada… Pues no, amigos, lo primero es que el cáncer no tiene por qué acabar en muerte, y lo segundo es que no creo apropiado ni justo que además de que un crío tenga que ver interrumpida su infancia por una grave enfermedad, se sienta apartado por el desconocimiento o las supersticiones de una sociedad un tanto inculta en ese aspecto.

Déjenme decirles que los padres de esos peques con cáncer unos meses antes eran personas ajenas a todo esto, con unos planes de futuro que se han visto truncados de la noche a la mañana cuando esta enfermedad ha llamado a su puerta. Con esto, lamento decirles que el hecho de mirar a otro lado no les hace inmunes.

Pónganse en el lugar de ese pequeño o pequeña que tiene que dejar de ir al cole; que tiene que dejar de jugar en el parque con sus compañeros; que no puede ir a la playa en verano porque debido a la medicación es sensible a la luz del sol, y que cuando pasea por la calle con su familia es protagonista de miradas de todo tipo, desde curiosidad hasta el mismísimo pésame. He visto con mis propios ojos como padres de niños ajenos a esta enfermedad apartaban a sus hijos al ver a un peque con cáncer cerca… ¿No creen que ya es demasiado dura esa enfermedad como para que les traten así? Les explico, por si no lo saben, que esa mascarilla es porque son inmunodepresivos y puede que alguien les contagie algo, y no al contrario; y ese tubo que algunos llevan en la nariz es para poder alimentarse; y si les ven hinchados, es debido a la cortisona…

Desde aquí, les pido por favor que les expliquen a sus hijos qué es el cáncer y por qué esos niños y niñas no tienen pelo, y que a veces tienen que marcharse al cielo, y les aseguro que les entenderán a la perfección, ya que los prejuicios se los crean ustedes mismos.

Para concluir, les explicaré mi manera personal de interpretar todo esto, y es que, tras lo que he visto, pienso que estos niños vienen para realizar una misión o dejar un mensaje, y por eso, a veces, cuando ya han cumplido su propósito, deben marchar, al igual que un soldado es desplegado en el extranjero para un conflicto y después de pasar una situación dura vuelve a casa. Estos peques vienen, nos enseñan y vuelven a casa. Son especiales, con lo cual, en lugar de apartarlos, les recomiendo que se acerquen a ellos y les escuchen.

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