Pincelar el tumor gracias a los protones Foto  National Cancer Institute on Unsplash

 

Pincelar el tumor gracias a los protones Foto  National Cancer Institute on Unsplash

Foto National Cancer Institute on Unsplash

Cuando se habla de cáncer, se suele pensar casi de inmediato en quimioterapia. No obstante la radioterapia es un tratamiento muy frecuente. Hoy vamos a descubrir en qué consiste la radioterapia con protones gracias a la ayuda del Dr. Javier Aristu Mendióroz de la Clínica Universitaria de Navarra. Especialista en Oncología Radioterápica (dedicación preferencial a la radiocirugía, radioterapia estereotáctica craneal y extracraneal y radioterapia de intensidad modulada)

¿Cuál es la diferencia entre radioterapia y radiación con protones?

La radioterapia con protones (protonterapia) es un tipo de radioterapia externa que utiliza protones en lugar de fotones o rayos X que se utilizan en la radioterapia externa convencional.

En radioterapia las sesiones son cortas pero suelen durar semanas. ¿Eso cambia con esta terapia? 

En general se utilizan las mismas sesiones que con la radioterapia externa convencional pero como los protones se daña menos estructuras u órganos sanos puede facilitarse los tratamientos en menos sesiones. Existen actualmente protocolos que tratan a los pacientes en 3-5 días.

¿Qué son los protones? 

Los protones son partículas cargadas positivamente procedentes del núcleo del átomo de hidrógeno que tienen la peculiaridad física de depositar un 20-30% de su energía en el trayecto de entrada al organismo y posteriormente liberar toda la dosis en el tumor y no irradian los tejidos situados más allá del tumor. En sentido contrario, los fotones que se utilizan en la radioterapia convencional no poseen masa ni carga y liberan el 80%-100% de la dosis a pocos centímetros de su entrada en el organismo y posteriormente siguen liberando dosis decrecientes de irradiación en un recorrido infinito.

En qué consiste esta terapia tan innovadora?

La protonterapia consiste en administrar radioterapia externa a través de un dispositivo que genera protones a partir del gas hidrógeno, los hace girar y los acelera a velocidad de la luz utilizando campos magnéticos y eléctricos. Finalmente son transportados y dirigidos hacia un cabezal cercano al paciente que tiene la capacidad de girar de manera que puede seleccionarse la incidencia del haz de protones en el paciente. Además, el haz de protones más moderno, tiene la capacidad de “pincelar”el tumor por capas haciendo que la dosis de radiación se dirige de una manera muy precisa en el tumor.

¿Cómo actúa en los tumores? 

El daño generado por los protones en el tumor es consecuencia principalmente de la rotura del DNA de la célula tumoral que el tumor no es capaz de reparar y la célula muere. Otros efectos conocidos son la generación de radicales tóxicos para la célula y más recientemente se conoce la capacidad de la radiación para facilitar a nuestro sistema inmune la defensa contra el tumor. 

¿Se puede utilizar en cualquier tipo de tumores? 

En general los tumores que se pueden tratar potencialmente con protonterapia son los mismos que se tratan con radioterapia convencional pero están especialmente indicados en niños, adolescentes y tumores localizados cerca de estructuras muy vulnerables a la radiación porque su ventaja en minimizar o eliminar la dosis en tejidos sanos es muy significativa. Entre ellos se encuentran los tumores pediátricos, tumores del sistema nervioso central, tumores oculares, tumores de la base del cráneo, tumores localizados en la columna o próximos a la médula espinal, tumores de cabeza y cuello o de senos paranasales, tumores hepáticos, tumores retroperitoneales. Otra situación especialmente utilizada es cuando se indica reirradiación, es decir, volver a radiar un tumor previamente tratado con radioterapia.

¿Existen efectos secundarios a corto y a largo plazo? 

La radioterapia puede producir efectos adversos agudos que suelen ser reversibles y efectos adversos crónicos que son en muchas ocasiones permanentes o de difícil manejo terapéutico. Otro efecto a largo plazo de la radioterapia es la posibilidad, aunque muy baja, de generar segundos tumores en las áreas que han recibido alguna dosis de irradiación. La protonterapia tiene la peculiaridad de disminuir e incluso no producir efectos crónicos a la largo plazo, especialmente relevantes en los niños que son muy vulnerables a este efecto. El haz de radioterapia con protones también disminuye de forma significativa la producción de segundos tumores.

No se puede instalar tal maquinaria en cualquier sitio y se ha construido un edificio para poder recibir esta maquinaria. ¿Me puede explicar la razón? 

Aunque ha habido una evolución tecnológica hacia la miniaturización de las unidades de protonterapia, actualmente se requiere de la construcción de un edificio de una superficie similar a la de un campo de tenis y tres alturas. Esta dimensión es debido al volumen que ocupa especialmente el ciclotrón o sincrotrón (motor donde se generan y aceleran los protones), el sistema de transporte hacia el gentry y especialmente el gantry que tiene una dimensión de tres alturas.

No todos los hospitales pueden tener equipamientos tan costosos. ¿Cómo se financia tal equipamiento que en este caso proviene de la firma japonesa Hitachi

En nuestro caso ha sido posible gracias a un grupo de inversores que han visto un gran proyecto del Centro de Cáncer de la Universidad de Navarra y en la forma de trabajar de sus profesionales centrados primero en el paciente y con una visión abierta de la oncología desde el punto de vista asistencial, de investigación y docente.

¿De qué manera se preparan los profesionales para usar los aparatos requiere? 

Los profesionales que intervienen en una unidad de protonterapia son múltiples, entorno a unos 30: radiofísicos, oncólogos radioterápicos, anestesistas, ingenieros, gestores, enfermeras, técnicos y personal auxiliar y administrativo. La preparación es específica y se requiere una formación o experiencia en protonterapia porque existen aspectos muy diferenciales respecto a la terapia convencional, especialmente en la elaboración del plan dosimétrico en un ordenador, control de calidad y establecer un flujo de trabajo en pacientes complejos o que requieren procedimientos anestésicos diarios. 

Se suele hablar mucho más de la quimioterapia y de otras terapias que de la radioterapia. ¿Os sentís de algún amanera minusvalorados? 

Es un hecho contrastado que la radioterapia es una herramienta terapéutica que se utiliza en el 60% de los pacientes con cáncer y además contribuye directamente en la curación en el 40% de los pacientes. En términos de costo-eficiencia es un tratamiento extraordinario y a veces el coste de la primera inversión difumina los beneficios consistentemente demostrados en miles de pacientes que pueden recibir radioterapia durante el periodo de funcionamiento de un dispositivo de radioterapia externa. 

¿Me sabría dar el porcentaje de personas que reciben tratamientos de radioterapia y recibirán terapia con protones? 

Según los datos conocidos en otros países que utilizan protonterapia, los pacientes candidatos a protonterapia oscilan entre el 2% y 15% de los pacientes que tienen indicación de recibir radioterapia externa. En España, utilizando esta referencia, hasta 20000 pacientes pueden ser potencialmente tratados con protonterapia.

 

Por Valérie Dana  Foto  National Cancer Institute on Unsplash

 

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