Los programas de screening o cribado se llevan a cabo en ciertos tipos de cáncer que bien se pueden prevenir, como el cáncer de piel o colon o se pueden detectar precozmente, como el de mama, colon o cuello de útero.
El screening o cribado consiste en identificar en la población general a personas afectadas por una enfermedad o anomalía que hasta entonces pasaba desapercibida mediante test diagnósticos, exámenes u otras técnicas de aplicación rápida. El cribado permite establecer qué población estará posiblemente afectada y qué población esté probablemente sana.
No es una prueba diagnóstica definitiva, por lo que las personas con resultado positivo en el test de cribado deben someterse a pruebas de diagnóstico más seguras para confirmar la enfermedad. En el caso de la mamografía, por ejemplo, si da positiva debe confirmarse el resultado mediante una biopsia.
La importancia de estas pruebas de cribado para hacer un diagnóstico precoz se debe al diagnosticar antes la enfermedad y así aumentar las posibilidades de curación y, conseguir una mayor supervivencia de los pacientes.
Para ello es necesario disponer de pruebas diagnósticas que cumplan las siguientes características:
- Suficiente sensibilidad, es decir, que den positivo siempre que exista un tumor.
- Específicas, que solo den positivo cuanto haya un tumor.
- Precoces, que den positivo con poca masa tumoral.
Además estas pruebas de screening o cribado deben ser sencillas, baratas y que provoquen mínimas molestias al paciente.
Existen muchos tipos de cáncer en los que el diagnóstico precoz resulta especialmente beneficioso, dado que afectan a muchas personas y son de elevada mortalidad.
El screening o cribado del cáncer de mama y de cuello de útero en las mujeres, así como el colorrectal en el total de la población ha mostrado mejores resultados en cuanto a la disminución de la incidencia y/o mortalidad.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!