El sexo es vida y cuánto más, mejor. Eso es al menos lo que se deduce de un estudio de la Universidad de Montreal que ha revelado que los hombres que han mantenido relaciones sexuales con más de 20 mujeres a lo largo de su vida tienen un 28% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata que los que solo tuvieron una compañera.
Curiosamente, a la inversa, haber practicado sexo con más de 20 hombres en su vida duplica el riesgo de padecer cáncer de próstata en relación a los que no lo hicieron con ninguno. La investigación ha sido realizada por Marie Élise Parent y Marie-Claude Rousseau, profesoras asociadas con la Escuela de Sanidad Pública de la Universidad de Montreal, y la investigadora Andrea Spence. Las tres están vinculadas con el Instituto Armand-Frappier de Canadá.
Los resultados, publicados en la revista Cáncer Epidemiology se obtuvieron a partir del estudio Proteus, (Próstata Cáncer and Environment Study) en el que 3.208 hombres respondieron a un cuestionario sobre, entre otras cosas, su vida sexual. De ellos, 1.590 fueron diagnosticados con cáncer de próstata entre septiembre de 2005 y agosto de 2009, mientras que 1.618 varones formaban el grupo de control.
En los resultados se vio como el número de relaciones sexuales tenía una influencia importante en la aparición y desarrollo de la enfermedad. Así, los hombres que afirmaron jamás habían tenido relaciones sexuales tenían el doble de riesgo que quienes no las habían tenido. Y es más. Aquellos que habían mantenido sexo con más de 20 mujeres a lo largo de su vida tenían un 28% menos de riesgo de tener un cáncer de la próstata (de cualquier tipo) y un 19% menos de padecer un tipo de cáncer agresivo. «Es posible que el hecho de haber tenido varias compañeras sexuales se traduzca en una mayor una frecuencia de eyaculaciones, cuyo efecto protector contra el cáncer de la próstata se ha observado en estudios anteriores», declara Marie Élise Parent. El mecanismo subyacente de este efecto protector residiría particularmente en la disminución de la concentración de sustancias cancerígenas presentes en el fluido prostático.
Es importante precisar que, en el estudio, tanto la edad a la cual se tuvo la primera relación sexual como el número de infecciones transmitidas sexualmente (ITS) no han afectado al riesgo de cáncer de la próstata. Por otra parte, solamente el 12% de los encuestados habían tenido por lo menos una ITS en su vida.
En este estudio también se aportan datos sorprendentes de las relaciones homosexuales. Los resultados indican que haber practicado sexo con un solo hombre no influye en el riesgo de cáncer de la próstata, en comparación con los que jamás tuvieron este tipo de relaciones. En cambio, los hombres que tuvieron sexo con más de 20 hombres duplicaban el riesgo de padecer cáncer de próstata frente a los que jamás habían tenido relaciones con hombres. Y su riesgo de sufrir un cáncer menos agresivo de la próstata aumentaría el 500% en comparación con los que habrían tenido solo una pareja masculina.
Las investigadoras no saben todavía a qué factores atribuir estas diferencias entre sexo heterosexual y homosexual. Podemos, dicen, «formular hipótesis ‘altamente especulativas’ para explicar esta asociación. Por ejemplo, podría estar relacionada con una mayor exposición a enfermedades de transmisión sexual, o podría ser que el coito anal produce más traumas físicos en la próstata», apunta Patern.
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