Por Javier Granda Revilla

Los avances en el tratamiento del cáncer han sido muy relevantes en la última década. Pero, en paralelo, han surgido numerosos retos. Especialmente en una sociedad tan envejecida como la española y, por lo tanto, más propensa a las enfermedades oncológicas.

¿Cómo prevenir el cáncer en una sociedad envejecida?

“Una población envejecida lleva consigo un aumento de las enfermedades crónicas y del cáncer. En las últimas décadas, el número de cánceres diagnosticados en España ha aumentado debido, fundamentalmente, al aumento poblacional, el envejecimiento y los hábitos de vida. El gran reto para los sistemas de salud es lograr que su población envejezca de la mejor forma posible impulsando programas de educación sanitaria con un control sobre los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, así como favoreciendo la adherencia a los programas de cribado de distintos tumores”, señala la doctora Enriqueta Felip, expresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica.

Asignaturas pendientes 

El doctor Javier Román es director médico asistencial de IOB Institute of Oncology Madrid (Hospital Beata María Ana) y presidente de la Fundación Oncoayuda. Considera que hay dos asignaturas pendientes: la prevención y la atención a los largos supervivientes. En cuanto a la prevención, un estudio reciente realizado en todo el mundo, publicado en The Lancet y auspiciado por la Fundación Bill y Melinda Gates, ha demostrado que el 47% de los cánceres se podrían evitar si no existieran los factores de riesgo oncológico. El tabaco es el primero de ellos, seguido de la obesidad y el alcohol, los virus de la hepatitis B y C, el papilomavirus y el virus de Epstein-Barr. No debe olvidarse la contaminación ambiental y algunos carcinógenos alimentarios.

Invertir en prevención 

“Hay que hacer un esfuerzo enorme para invertir en prevención, porque podemos evitar casi la mitad de los tumores: si hemos conseguido que baje la incidencia del cáncer de pulmón es porque hemos logrado bajar casi a la mitad el número de fumadores activos en España en los últimos 30 años. Sin embargo, como las mujeres se han incorporado mucho al consumo de tabaco, ha aumentado mucho en ellas este tipo de cánceres. Pero la prevención en los varones es un éxito rotundo, que debe seguirse potenciando. Y más teniendo en cuenta que, en España, una cuarta parte de la población mayor de 16 años es fumadora. Es un reto de una dimensión enorme”, recalca.

Detección precoz 

La prevención secundaria —es decir, la detección precoz— también tiene un papel fundamental en ámbitos como el cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de cuello de útero. “Es evidente que hacer cribados de estos cánceres a la población salva vidas. Hay un margen de mejora clarísimo, aunque estos cribados están desarrollados en España y en los países de nuestro entorno”, señala.

En cuanto a los largos supervivientes, en nuestro país 2 ,3 millones de personas tienen o han tenido cáncer “y muchas de ellas tienen secuelas físicas, psicológicas, sociales, económicas… y la atención es completamente insuficiente en estos campos, con un papel fundamental de las fundaciones, como Oncoayuda”, indica el doctor Román.

¿Qué políticas de salud pública deben impulsarse? 

Dentro de las estrategias de salud pública, el Ministerio de Sanidad elaboró la Estrategia de Salud Pública 2022 , que incluye una línea estratégica para mejorar la salud y el bienestar a través de la promoción de estilos de vida y entornos saludables. Las metas que incluye, como señala la doctora Felip, son las de promover y favorecer una alimentación saludable protegiendo a la población, especialmente a niños y adolescentes, de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables y fomentar una dieta saludable en todos los entornos, sobre todo en el educativo y sanitario. Esta línea estratégica incluye también como objetivos el fomentar la actividad física, combatir el sedentarismo e impulsar actividades o políticas para disminuir el consumo de alcohol, tabaco y otros tóxicos.

Reducir la incidencia de la enfermedad 

“Cuando hablamos de prevención del cáncer, podemos referirnos a la prevención primaria que busca reducir la incidencia de la enfermedad evitando la exposición a determinados factores causales. O a la prevención secundaria, que trata de detectar lo antes posible el cáncer en individuos sanos. La prevención primaria incluye desde actividades de promoción de la salud, evitar la exposición a factores cancerígenos o la vacunación frente a determinados virus como el de la hepatitis B o el del papiloma humano. Aunque estas medidas deben considerarse prioritarias desde el punto de vista de salud pública, deben completarse con las medidas de diagnóstico precoz de determinados tumores”, recomienda la expresidenta de SEOM.

Desarrollo de vacunas 

Una de las líneas más prometedoras de prevención es el desarrollo de vacunas contra determinados tipos de cáncer. “En este caso, uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es el de encontrar proteínas específicas de las células tumorales que no se expresen o lo hagan en una proporción muy pequeña en el resto de las células de nuestro organismo para que nuestro sistema inmunitario sea capaz de detectarlas y destruirlas sin producir un daño en las células no tumorales”, apunta Felip.

Mejorar el acceso 

Para la doctora María Victoria Mateos, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), uno de los principales retos es que los fármacos aprobados “lleguen a todos los pacientes cuanto antes, incluyendo las terapias avanzadas”, que cuentan con un acceso desigual en los diferentes sistemas de salud. Además, considera que se debe impulsar y consolidar la implementación de la medicina personalizada y de precisión en el Sistema Nacional de Salud, junto con la suficiente y adecuada formación de profesionales sanitarios que ello requiere.

Acortar los plazos de aprobación de fármacos 

El doctor Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), coincide en la necesidad de acortar los plazos para que los fármacos aprobados lleguen rápidamente a los pacientes. Según datos del informe Demoras y Restricciones en el Acceso a Tratamientos Innovadores para el Cáncer de Pulmón en España, que ha elaborado el GECP, los fármacos o indicaciones que consiguen financiación sin restricciones para la indicación para la que han sido aprobados sufren retrasos de más de año y medio sobre el plazo establecido legalmente en España, y se llega a alcanzar periodos de aprobación de entre 540 y 660 días. “No es posible que nuestros pacientes no estén teniendo acceso al mejor tratamiento para su tumor”, lamenta.

“No es posible que nuestros pacientes no estén teniendo acceso al mejor tratamiento para su tumor”

Otro aspecto que considera incomprensible es que medicamentos aprobados por la Agencia Europea de Medicamentos y la Agencia Española de Medicamentos tengan que pasar numerosos trámites burocráticos de las comunidades autónomas para que finalmente lleguen a los pacientes. “En España nos enrocamos en procesos en los que se reevalúa todo lo ya evaluado y comprobado anteriormente, se pierde un tiempo esencial para el paciente y se ralentiza la llegada de las mejoras.»

 

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