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La agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de Avastin® (Bevacizumab), en combinación con quimioterapia, en mujeres con cáncer de ovario resistentes a quimioterapia con platino que han sufrido una recaída. Esta decisión supone que esta terapia biológica sea la primera terapia biológica para el tipo de tumor de ovario más difícil de tratar. De hecho, actualmente constituye uno de los escasos avances relevantes de la última década contra este tipo de tumor, que tiene la tasa de mortalidad más alta de todos los cánceres ginecológicos.  

Los datos que avalan esta autorización proceden del estudio fase III AURELIA que muestra que, tras más de un año de seguimiento, añadir Bevacizumab a la quimioterapia reduce en un 52% el riesgo de progresión o muerte frente a la quimioterapia sola. 

Según la directora médica y responsable de Desarrollo Global de Productos de Roche, Sandra Horning, «la disponibilidad de esta terapia constituye la primera opción en más de 15 años para estas mujeres con un tumor de ovario tan difícil de tratar. Reduce el riesgo de que la enfermedad siga avanzando en un 52% y se observa un efecto terapéutico notable en combinación con paclitaxel, lo que puede ser importante a la hora de elegir el tratamiento más adecuado».

Esta aprobación, que ya tenía el visto bueno en Europa desde el pasado mes de agosto, permitirá el uso de Bevacizumab en combinación con paclitaxel, topotecan o doxorrubicina liposomal para el tratamiento de mujeres con cáncer de ovario resistentes a quimioterapia con platino, con cáncer de trompas de Falopio o peritoneal primario que han recibido como máximo dos tratamientos previos con quimioterapia. Avastin® está aprobado en Estados Unidos para el tratamiento de seis tipos de tumor diferentes.

En España, el Ministerio de Sanidad autorizó el pasado mes de febrero su financiación en el Sistema Nacional de Salud como tratamiento de primera línea (tras la cirugía) para pacientes con cáncer de ovario avanzado y también aquellas cuyo tumor es “sensible a platino” y han recaído. 

Pacientes “resistentes a platino”

En el manejo del cáncer de ovario, el tiempo que transcurre entre el momento en que la paciente recibe la última dosis de quimioterapia basada en platinos y la recaída de enfermedad suele ser un elemento importante a la hora de seleccionar la quimioterapia que se utilice en la siguiente línea de tratamiento. Se considera que una paciente es “resistente a platino o platino-resistente” si su enfermedad empeora en un plazo de entre uno a seis meses desde que completó el tratamiento previo con quimioterapia basada en platino. Por el contrario, se la califica de respondedora a platino (“sensible a platino”) si el empeoramiento llega más allá de los seis meses. Una cuarta parte de las pacientes que recaen tras recibir la terapia inicial (más de 4.300 mujeres) presentan cáncer resistente a platino, que se considera el tipo de cáncer de ovario más difícil de tratar debido a la falta de herramientas terapéuticas. La media de supervivencia global (SG) de estas pacientes es de aproximadamente un año, lo que pone de manifiesto la necesidad de contar con nuevas opciones para estas mujeres. 

Cáncer de ovario

Se trata del séptimo tumor más común y la séptima causa de muerte por cáncer en mujeres en todo el mundo. Cada año, se diagnostica la enfermedad a unas 230.000 mujeres y cerca de 150.000 fallecerán por este motivo2. En España, es el quinto cáncer más frecuente en la mujer, según los últimos datos facilitados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 

 

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