Resolver dudas sobre la quimioterapia

La quimioterapia genera muchas dudas y sus efectos secundarios también. El equipo del MD Anderson Cancer Center en Madrid nos va a ayudar a entender lo que se esconde detrás de esta palabra.

La quimioterapia es un tratamiento que consiste en el uso de medicamentos para tratar las enfermedades relacionadas con el cáncer. El paciente la puede recibir con uno o varios medicamentos. Eso depende del tipo de cáncer y del estado del paciente. Además, puede recibir radioterapia o se le puede practicar una cirugía.

La quimioterapia se recibe de diferentes maneras:

• Vía intravenosa (mediante un catéter)
• Vía oral (en pastillas o cápsulas)
• Vía intratecal (mediante un catéter o punción)
• Via intraperitoneal (mediante un catéter)

Muchos pacientes reciben la quimioterapia a través de un catéter que puede ponerse en una vena del brazo. Este catéter puede mantenerse durante uno o varios días. También se puede recurrir a un catéter venoso central (CVC, Hickman, …) o a un repertorio subcutáneo (port-a-cath).

El CVC es un tubo largo  flexible que se introduce en una gran vena de la clavícula o en el cuello. El port-a-cath es un dispositivo que se pone de modo subcutáneo debajo de la clavícula.

Las sesiones de quimio se suelen dar en el hospital de día (ambulatorio) o en hospitalización (ingresado). Es el médico quien lo decide.

La quimioterapia se administra en ciclos. Puedes recibirla durante varios días seguidos. Luego el tratamiento tiene un descanso que puede durar de una a dos semanas. Los días de quimio y los de descanso forman un ciclo de tratamiento.

Cada persona tiene diferentes reacciones al tratamiento, que afecta a las células de rápida división. Eso incluye a las células cancerígenas y a otras células normales. Las células normales que crecen más rápido son las de:

• el aparato digestivo (boca, estomago, intestino, piel y mucosas)
• la médula ósea (donde se producen las células sanguíneas)
• el pelo y la piel
• los órganos sexuales: óvulos y espermatozoides

Efectos secundarios*

Aparato digestivo: 

Náuseas. Durante el tratamiento pueden aparecer nauseas pero no todos los pacientes las padecen. Pueden también aparecer vómitos. Si duran más de un 8 horas, es importante hablar con tu médico o enfermera; se puede prescribir medicamentos que alivien este estado. Hidratarse correctamente, beber zumos y agua es importante.

Llagas. Para prevenirlas, lávate la boca cuatro veces al día con un cepillo muy suave; enjuágate la boca con una solución de sal y bicarbonato. No esperes los primeros síntomas para cuidar de tu boca; visita tu dentista antes de empezar el tratamiento.

Disminución del apetito y sensibilidad a los olores: Es aconsejable comer alimentos fritos, toma comidas equilibradas, altas en proteínas y calorías; bebe mucho liquido.

Estreñimiento. Puede ocurrir. Es importante no recurrir a laxativos. Toma alimentos ricos en fibras como las frutas, los vegetales frescos, cereales o pan integral. Las semillas de lino también son muy eficaces.

Diarrea. La pérdida de líquidos puede ser peligrosa. Si tienes diarreas más de cinco veces al día, habla con tu médico. Evita los alimentos con fibra, el pan integral o los cereales. No olvides hidratarte.

Recuento sanguíneo: 

La médula ósea produce las células sanguíneas. Con la quimioterapia, el número de esas células desciende de forma temporal entre el 7º y el 21º día después del inicio del tratamiento.

Si tienes los glóbulos rojos bajos (transportan el oxigeno en todo el cuerpo), te puedes sentir cansada o con sensación de falta de aire. Tienes que consultar con tu médico si esta sensación es severa.

Si tienes los glóbulos blancos bajos (ayudan a luchar contra las infecciones), existe un riesgo de infecciones. Puedes intentar prevenir las infecciones evitando el contacto con personas con infecciones, resfriados o enfermedades contagiosas evitando cortes o heridas en la piel, yendo calzada siempre, poniéndote guantes para realizar tareas de hogar o en exterior (jardín), duchándote a diario y cuidando tu boca. Si tienes fiebre, hinchazón, tirantez, abscesos en la piel, tos, dolor de garganta, congestión o resfriado, avisa tu médico.

Si el recuenta de las plaquetas es bajo (controlan las hemorragias), puede aparecer hematomas, también petequias (puntitos rojos en la piel). Si te cortas, el sangrado puede durar más de lo normal. Si dura más de 15 minutos, habla con  tu médico. Evita tomar aspirina o cualquier medicamento que contenga ácido acetilsalicílico sin autorización de tu medico; no uses maquinilla de afeitar eléctrica; evita darte golpes.

Piel y pelo: 

Durante la quimio, el pelo se va a caer pero vuelve a crecer (ver nuestros artículos). La piel puede llegar a ser más sensible (echa un vistazo a nuestra sección One Smile para saber cómo cuidarla).

Sexualidad: 

Tener cáncer no impide tener vida sexual. No obstante, puede disminuir tu deseo de forma temporal puesto que el equilibrio hormonal se modifica con el tratamiento. Las mujeres pueden experimentar sequedad vaginal (te hablamos del tema en nuestro último número), los ciclos menstruales se pueden modificar o desaparecer. También se puden sufrir sofocos, típicos de la menopausia. Todos estos síntomas se pueden tratar. Los hombres también pueden experimentar una disminución temporal de las erecciones en el tiempo y duración.

Como el riesgo de infección es mayor durante los tratamientos, es importante tener una higiene muy buena, usar preservativos y lubrificante acuoso o crema espermicida. Estos productos reducen el riesgo y las irritaciones en la área genital. No se pueden utilizar productos oleosos (vaselina o aceite de bebes porque pueden bloquear el conducto urinario y causar una infección).

Fertilidad: 

Si quieres tener hijos, es importante hablar con tu médico antes de empezar el tratamiento. La dosis, el tipo de la quimioterapia, tu edad, van a actuar sobre tus posibilidades de ser madre. La quimioterapia reduce los espermatozoides; puede ser temporal o permanente. Los hombres que lo desean pueden ir a un banco de espermas antes de empezar los tratamientos.

 

*No dudes en consultar a tu médico, nutricionista o dentista si surge cualquier problema. Ellos te ayudarán.