¿Cómo se vive el cáncer en otros países? La pregunta puede parecer absurda siendo «mal» la respuesta. Más allá de esta obvia constatación, he tenido la suerte de ver un documental (el primero de una serie seguramente exitosa) puesta en marcha por la Dra. Laura García Estévez, Directora de la Unidad de Mama de HMHospitales, con la colaboración de la periodista y guionista Paz Rubio, Encarnación Paulete Moreno, asistente de pacientes de la Unidad de Mama en HMHospitales, Elvira Sanz Urgatii, Juan Barroso Fernández, encargado del sonido y Francisco Magullan Dueñas, cámara. Todos ellos se fueron durante unos 10 días a China, exactamente a Xian y Pekin, para presentarnos el testimonio de una situación muy diferente de la que conocemos en España.

Es ‘Historia de mujeres: Primera parada, China’ está llena de emoción, de contradicciones entre una China volcada en el futuro pero muy anclada en su pasado.

Tenemos tendencia en Europa, en España a quejarnos si el médico se hace esperar, si no obtenemos una respuesta de inmediato. ¿Cómo podríamos reaccionar si estuviéramos en China esperando entrar en una consulta con sus puertas abiertas, es decir sin intimidad ninguna en medio de centenares de personas en la misma situación que nosotros? ¿Qué decir de quedarnos dos días en un hospital para recibir una sesión de quimioterapia?

Allí, estas situaciones forman parte del día a día. Los pacientes saben que si enferman, tendrán que pagar parte de los tratamientos, lo que significa para las familias con pocos recursos económicos llegar a vender su casa para hacer frente a los costes.

China es el país más poblado del mundo. Estos últimos 20 años se ha modernizado de forma impresionante pero la contrapartida es que ha entrado en el país la mala alimentación que está dejando secuelas en la población. Al igual que la contaminación que también está haciendo mucho daño. Tanto, que se prevé que dentro de 25 años China tenga la tasa de pacientes de cáncer más elevada en el mundo.

Pero, ¿y los pacientes? Sufren como todas las personas que padecen la enfermedad en el mundo. Sea en China o en España, tener 25 años, estar embarazada y deber renunciar al hijo del que has soñado durante años, que llevas en tu carne, te deja marcada.

Si China está volcada en el presente y en el futuro, no puede renegar su pasado. La medicina tradicional china sigue muy presente en el país. No sustituye a la medicina actual sino que la acompaña. Es decir, que gracias a la acupuntura o a las plantas, los médicos alivian los vómitos, la ansiedad, por ejemplo. Allí, esta medicina complementaria es normal, no conlleva debates y dramas porque la población sabe diferenciarlas y entiende cómo y cuándo recurrir a ella.

Este primer documental pretende ser el primero de una serie que se podrá llevar a cabo si la Dra. García Estevéz y su equipo encuentran el dinero necesario para poder viajar hacia otras tierras. Desde LVR, les deseamos mucho éxito. Aquí o allí, somos personas con nuestros más y nuestros menos pero el cáncer no tiene pasaporte, color de piel ni religión. Solo podemos aprender de las demás culturas para intentar vivir lo mejor que se pueda una enfermedad difícil.

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