Sexualidad: ¿qué significa esta palabra?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como “aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. Está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.”

Tema tabú en el siglo XXI

A pesar de vivir en 2017, la sexualidad en muchas ocasiones sigue siendo un un tema poco hablado y en consecuencia poco tratado. Trasladándonos a la vivencia de una persona que está pasando o ha pasado por un cáncer y su tratamiento (cirugía, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia…) se convierte en un asunto secundario que a muchos pacientes les resulta violento o difícil de abordar. En general, no reciben demasiada información relacionada con la sexualidad y otros síntomas.

Impacto del cáncer en la sexualidad

Sabiendo que la sexualidad engloba condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas, es lógico entender que en un paciente sometido a un tratamiento oncológico se hayan visto alteradas todas ellas ¿Por qué? Unas por la cirugía, las cicatrices, las adherencias entre tejidos, las variaciones de posición de algunas vísceras; otras por la toxicidad de la quimio como problemas en la sensibilidad, fatiga… y otras derivadas de la radioterapia o del tratamiento hormonal como los cambios hormonales, la sequedad, etc.

Informarse

Es extremadamente importante informar a los pacientes de las posibles complicaciones durante o después del tratamiento para poder tratarlas o prevenirlas.

En los cánceres relacionados con la zona abdomino-pélvica: ginecológicos (endometrio, ovario y cuello uterino), urológicos (próstata y vejiga) y los proctológicos (recto y colon) cobran protagonismo las disfunciones del suelo pélvico. Pueden aparecer problemas relacionados con alteraciones en el control de la micción, incontinencias, problemas de estreñimiento o en la defecación, dolor, impotencia, problemas en las relaciones sexuales, sequedad en las mucosas, linfedema, falta de lubricación, prolapsos, falta de apetencia o inhibición del deseo sexual, disfunción eréctil…

Importancia de abordar los problemas y de tratarlos

Muchos de los pacientes piensan que, si el médico no les ha informado, será normal lo que les sucede o simplemente tendrá que pasar el tiempo y con ello, por sí solo, disminuirán los síntomas. Según las circunstancias, independientemente del escalón de importancia que ocupen para cada individuo y del momento en el que se encuentre, los problemas relacionados con la sexualidad son importantes, influyen de manera notable en la calidad de vida y tienen un alto impacto psicosocial. Por tanto, han de ser abordados y tratados. Es reclamo general por parte de los afectados, la falta de información y orientación al respecto de la sexualidad por parte de los profesionales sanitarios.

Recurrir a un equipo multidisciplinar 

Para abordar adecuadamente la sexualidad del paciente oncológico es preciso un equipo interdisciplinar que aborde todas las esferas formado por médicos, fisioterapeutas, psicólogos…

De las alteraciones funcionales o anatómicas relacionadas con el deterioro del suelo pélvico se encarga la fisioterapia oncológica pelviperineal, que aborda el tratamiento de la incontinencia, la debilidad muscular, los problemas de elasticidad de los tejidos, las cicatrices y adherencias, la fibrosis, el dolor pélvico, el linfedema… El fisioterapeuta especializado trabaja las secuelas con diferentes técnicas de terapia manual, drenaje linfático, movilizaciones, ejercicio y electroterapia.

Recomendaciones 

Algunas recomendaciones para los pacientes son:

  • Hablar de los problemas sexuales de manera natural y tratar de buscar soluciones físicas, fisiológicas o emocionales
  • Si va a ser intervenido y puede, haga una consulta previa de fisioterapia oncológica
  • Inicie su tratamiento postoperatorio en cuanto el cirujano u oncólogo lo autorice. Lo más precoz posible
  • Coma sano e hidrátese de manera abundante
  •  Vigile cualquier cambio que aparezca en su cuerpo y acuda a su médico

No dudes en apuntarte a nuestra tertulia

Sexualidad y cáncer

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