Maquíllate

belleza

Como dice la conocida canción de Mecano, maquíllate. Tanto si estás completamente recuperada como si aún notas en tu piel los signos del tratamiento oncológico, el maquillaje es una de las mejores opciones para ocultar esas pequeñas imperfecciones. Puedes usar diferentes productos y emplearlos de distinta manera hasta lograr los efectos deseados:

Corrector

Disimula las ojeras, oculta enrojecimientos y manchas e ilumina el rostro. Hay correctores de distintos tonos con funciones diferentes. Pregunta al experto en tu punto de venta habitual cuál es el más adecuado para ti. Elige un tono ligeramente por debajo de tu color de piel. El truco es que no lo extiendas, sino que apliques poca cantidad mediante suaves toquecitos.

Base de maquillaje

Su función es homogeneizar la piel, igualar el  tono y dar un aspecto saludable. Puede ser fluido, más ligero, o compacto, con mayor capacidad para cubrir la piel. Escoge la textutra, el tono y la capacidad de cobertura que mejor se adapte a tus gustos; pero, si tienes la piel muy seca, evita productos en polvo. Es muy recomendable que busques aquellos cosméticos que incluyen factor de protección.

Colorete

No es imprescindible, pero con él lograrás un aspectos más alegre y redefinirás los rasgos de tu rostro.

Sombra de ojos

Aunque no es imprescindible, bien aplicada devuelve la luz a tu mirada y te ayuda a destacar esta zona de tu cara.

Lápiz de ojos y de cejas

Son fundamentales para recrear las cejas y las pestañas cuando las tienes muy debilitadas y devolver la máxima expresividad a tu rostro. Utiliza tonos similares al de tu pelo y asesórate con un experto sobre la mejor forma de aplicarlos.

Máscara de pestañas

Es muy útil para incrementar ópticamente la densidad y longitud de las pestañas. Evita las que contienen polímeros, porque las estiran y, en tu caso, podrían facilitar su caída. Recuerda que es muy importante desmaquillarlas muy bien para evitar que se rompan.

Labios

Su piel es especialmente fina y sensible. Por ello, es fundamental hidratarlos con productos específicos. Aplícalos tantas veces como lo sientas necesario. Darles un poco de color animará tu rostro y te aportará más luminosidad. Los encontrarás en distintos formatos y texturas, como las barras o el gloss, pero trata de evitar los rojos de labios de larga duración, porque sus fórmulas suelen resecarlos.

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